No podía ser de otro modo, otra vez hubo terremoto en Buenos Aires. Alberto Fernández resistió todo lo que pudo, en ningún momento se mostró dispuesto a entregar el poder. Más allá de ello, hasta sus más cercanos amigos trataban de convencerlo que lo mejor era incorporarlo a Sergio Massa como Jefe de Gabinete.
Claro, el más entusiasmado con esa posibilidad era el mismo Massa, el que imagina desde hace meses -en realidad desde 2013 cuando le ganó a Cristina- que desde la Casa Rosada puede mejorar la administración, su alicaída imagen -60% de imagen negativa- y, con un poco de suerte de su lado, postularse en 2023 como candidato a presidente.
Como si estuviesen viendo una película, desde afuera, Cristina Fernández lo ve a Massa con cierto recelo, ella no se olvida y desconfía. En cambio Máximo, lo ve con simpatía.
En la Casa Rosada, al fin
Dos días de idas y vueltas, de anuncios y desmentidas por Twitter. Ya pasó. Ahora hay que comenzar a armar, el 2023 se acerca a pasos agigantados, no hay tiempo que perder. Para tomar el toro por las astas, el flamante ministro de Economía, Producción y Agricultura, Sergio Massa cuenta con un nutrido think tank de economistas.
El equipo incluye a un ex ministro de Economía de Cristina Kirchner: Miguel Peirano, asesor de los industriales durante muchos años y con perfil desarrollista, muy cercano a las compañías de energía desde que fue presidente del Banco BICE.
Además de Peirano, el equipo está integrado por el subdirector del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), Lisandro Cleri; el actual director general de la Aduana, Guillermo Michel; el titular del INDEC, Marco Lavagna; y el experto en temas del campo, Gabriel Delgado.
El hasta ahora presidente de la Cámara de Diputados mantiene un diálogo permanente con importantes empresarios de la Argentina, con referentes del mercado financiero en el exterior, sobre todo en Nueva York.
El nuevo superministro de Alberto Fernández también mantiene vínculo fluido con el ex presidente del Banco Central Martín Redrado -ya salió a desmentir que no tiene nada que ver con el plan de Massa-; y los socios del estudio Equilibra, Diego Bossio y Martín Rapetti.
Otro grupo de cercanos al ministro son los que ya formaron el comité de la deuda soberana, que está integrado por Setti; Cleri; Federico D´Angelo, del Fondo de Garantía de Solidaridad (FGS) de la Anses; y Pablo Mayer Carrera, cercano a Massa, quien entró al directorio del BCRA en lugar de Diego Bastourre, que era hombre de Martín Guzmán.
Entre hoy viernes y ¿mañana sábado -se inaugura la muestra del campo en La Rural-?, y ante la urgencia de generar divisas, una obsesión de Massa según quiénes lo conocen- una de sus primeras medidas podría ser un incentivo mayor al dispuesto por el Banco Central -allí está seguro Miguel Pesce que tiene buen diálogo con la señora de Kirchner-, para que los productores vendan lo que queda de la cosecha de soja.
Justamente, para el área de Agricultura iría Gabriel Delgado, designado por el presidente Alberto Fernández como interventor del Grupo Vicentín, un especialista en Finanzas Rurales y licenciado en Economía Agropecuaria.
Massa cumplió un rol clave como interlocutor del Gobierno en el canje de la deuda del 2020. Sus contactos internacionales le permitieron colaborar para que avanzara el demorado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de refinanciación de la deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri en 2018 y que se firmó finalmente en marzo de 2022.