Tras la mayor crisis política que haya sufrido en su historia el Partido Conservador y después de las sucesivas dimisiones de Boris Johnson y Liz Truss en menos de tres meses, el millonario conservador Rishi Sunak (42) se ha convertido en el primer ministro británico más joven desde el siglo XVIII.
No solo eso, el Partido Conservador ha sido el primero en tener un primer ministro judío -Benjamin Disraeli-, el primero en contar con una mujer como jefa de Gobierno –Margaret Thatcher- y es también desde hoy el primero en convertir a un político de origen inmigrante -de padres indios procedentes del este de África- en el nuevo inquilino del 10 de Downing Street.
¿Cómo llegó Sunak?
Cuando Sunak perdió ante Liz Truss en la primera carrera por el liderazgo del Partido Conservador, fueron pocos los que se sorprendieron.
Claro, muchas de las personas que tenían que elegir entre los dos candidatos culpaban a Sunak por la caída de Boris Johnson.
Más allá de ignorar las fiestas de Johnson en plena pandemia, esos mismos fueron los que prefirieron las políticas económicas "optimistas" de Truss a la sombría evaluación de Sunak sobre las perspectivas fiscales.
Mientras que ella prometía generosos acuerdos fiscales, él argumentaba que las circunstancias económicas serían duras y que los impuestos no podrían reducirse a corto plazo. De hecho, no se mordió la lengua y advirtió que esos impuestos incluso tendrían que aumentar.
De aquello que parece tan lejano apenas pasaron… 6 semanas. Esta semana, Sunak se encuentra sustituyendo a Truss, reivindicando sus críticas a los planes fiscales de la exprimera ministra.
Al fin de cuenta, el millonario fue el único candidato que consiguió reunir suficientes apoyos para convertirse en líder de su partido y, por tanto, en primer ministro británico y de esa manera evitar otra contienda partidaria que termine en una inútil sangría por el liderazgo de otro posible fracaso.
Los conservadores no podían permitirse seguir proyectando una imagen de desunión y caos.
Aunque parezca increíble, Johnson estuvo casi casi en carrera por el puesto antes de anunciar que no creía que fuera correcto que volviera ahora. Más allá si reunía o no los votos necesarios, finalmente la cordura se impuso.
Aunque de mayor edad que Sunak, la Líder de la Cámara de los Comunes y Lord Presidente del Consejo desde septiembre de 2022, Penny Mordaunt (49) era una candidata más creíble pero una ganadora poco probable debido a su falta de experiencia. Su fracaso a la hora de conseguir apoyos suficientes para presentarse a la votación por el liderazgo dejó el camino libre a Sunak.
Perfil del futuro Primer Ministro
Sunak es, en muchos sentidos, un conservador tradicional. Nació en Southampton y asistió a la Winchester School, una carísima y respetada escuela privada inglesa. Estudió en Oxford y Stanford antes de pasar al sector financiero para trabajar en Goldman Sachs.
Tras graduarse, pasó unos años viviendo y trabajando en Silicon Valley, donde conoció a su esposa Akshata Murty, hija de Narayana Murty, el emprendedor billonario fundador y dueño de la tecnológica asiática Infosys.
Lo sorprendente de Sunak es que hasta 2015 no había entrado al Parlamento, año en el que ocupó el escaño de Richmond, en North Yorkshire, zona del país muy conservadora, sucediendo al anterior líder del partido, William Hague.
Hasta 2020 era un gran desconocido fuera del partido: un nuevo diputado abriéndose paso en el Parlamento, impresionando a la gente pero sin ocupar un alto cargo.
Pero, como todo en la política moderna, las cosas cambian rápidamente y la dimisión del ministro Sajid Javid en febrero de 2020 dejó una vacante en el Gobierno.
El popular Boris Johnson no dudó y le dio a Sunak el puesto de ministro de Economía, uno de los más importantes cargos de Estado en el Reino Unido.
El flamante ministro apenas tuvo tiempo de acomodarse en el puesto. El Covid-19 se instaló en el mundo y de repente Sunak se encontró con que no solo tenía que lidiar con el impacto financiero de una pandemia mundial, sino que además se le encargó ocupar la televisión y poner al día al país sobre las decisiones de Gobierno.
A pesar de la presión, Sunak convirtió la situación en un éxito personal.
Su gestión como ministro y como comunicador fue ampliamente reconocida y elogiada por el plan de permisos que hizo que el Gobierno pagara los salarios de las personas que no podían trabajar debido a los confinamientos. Ya nadie se acuerda cuanto lo criticaron en TV y las redes por este plan.
La popularidad de Sunak se disparó, los británicos tomaron nota que las decisiones del ministros los salvó de los peores efectos financieros de la pandemia.
Terminó la pandemia y los ingleses comenzaron a preguntarse que sería de ellos frente a la poca capacidad que Boris Johnson demostraba para adaptarse a los nuevos problemas de la economía y la situación de inminente conflicto bélico.
Se hicieron públicas las fiestas y escandalosas reuniones del Primer Ministro durante la pandemia. La policía multó al máximo líder gubernamental, a Sunak también pero se libró del nivel de crítica que se le hizo a Johnson porque la gente parecía creer de verdad que Sunak había acabado sin querer en la fiesta ilegal cuando se dirigía a una reunión.
Para ganar la contienda por el liderazgo del partido, Sunak garantizó que su administración se caracterizaría por "la integridad, la profesionalidad y la responsabilidad a todos los niveles". Pero esa intensidad se diluyó cuando se supo que la esposa de Sunak estaba reclamando un estatus fiscal de no residente para pagar menos impuestos.
Antes de ese escándalo, se hablaba de Sunak como el sucesor más obvio de Johnson, pero la perspectiva de que un ministro de Hacienda permitiera a su propia familia eludir las normas fiscales frenó inmediatamente su candidatura.
Johnson no resistió y ascendió Truss
En julio pasado -hace apenas 4 meses-, Javid (que había vuelto como ministro de Sanidad) y Sunak dimitieron casi al mismo tiempo. Según algunos, eso provocó una nueva crisis que desencadenó una avalancha de nuevas dimisiones de otros ministros y secretarios de estado.
Los tories eligieron no olvidar, algunos culpan más a Sunak que a Johnson por su caída y finalmente votaron a Liz Truss.
Mientras Truss no se recuperaba de la conmoción por la muerte de la Reina, los datos económicos y financieros no daban tregua. Los representantes del partido en el Parlamento decidieron volver a los brazos de Sunak y de esa manera terminar cruelmente con el breve mandato de Truss.
Sunak tiene por delante un gran trabajo que hacer. La situación financiera del Reino Unido cuando dimitió ya era mala. Ahora, el descontento es mayor.
Ahora a Sunak le toca unir a su partido, sabiendo que, aunque él era la primera opción de muchos, algunos preferían a otros candidatos, incluido el mismo Boris Johnson.
Como si fuera poco, el Partido Laborista está en lo más alto de las encuestas y las posibles decisiones a la crisis económica serán dolorosas y difíciles de comunicar a la población.
Mientras se prepara para ocupar la residencia del 10th de Downing St., el mismo y todos los ingleses se preguntan: ¿cómo hará Sunak para llevar a los conservadores a la victoria?
Las próximas elecciones generales, previstas para antes de finales de 2024 (o principios de 2025, a más tardar), tendrán a un electorado sintiendo los efectos de la subida de impuestos, el aumento de la factura de luz, el estancamiento de los salarios y el aumento de entre 2 y 5% de la pinta en el bar.
Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, su victoria tras la desaparición de Truss no es una sorpresa. Como dicen algunos analistas y medios del Reino Unido, la verdadera sorpresa es que haya alguien que se anime y quiera ser primer ministro en este momento.