Como si de un fenómeno extraño se tratara, en el mes de agosto, cuando todavía no terminó el invierno, a más de 40 días para que comience la primavera, de este lado del río ya suenan las alarmas en el sector turístico de Uruguay. No es para menos, el del Turismo es un sector que, más allá de ser poderoso, durante la pandemia sufrió su peor crisis de la historia reciente.
En Argentina, los medios locales se hicieron eco de esta preocupación por parte de las empresas uruguayas que ante la enorme brecha cambiaria y la acuciante situación económica que atraviesa Argentina comienza a poner nerviosos a los principales jugadores del sector turístico.
Desde el gobierno ya tomaron nota del tema, el ministro de Turismo Tabaré Viera dijo hace un par de días en radio Sarandí que es particularmente grave la disparidad, la diferencia de cambio y la pérdida de competitividad con Argentina.
Según datos del Ministerio de Turismo, en el primer trimestre del año 61% de los turistas que entraron al país eran argentinos, mientras que en el segundo trimestre la cantidad bajó a un 42%.
De moda, de acá para allá
Esta vez, como pocas veces, la diferencia es tan grande que el turismo uruguayo hacia Argentina no solo se puso de moda entre los sectores medios de la población uruguaya sino también para otros sectores que anteriormente solo visitaban Argentina en ocasiones muy especiales.
Ya no solo en Montevideo o en ciudades fronterizas, por su cercanía, se puede escuchar que Argentina está regalado, darse una vuelta por Buenos Aires, Mendoza o Córdoba es realmente un programa de bajo costo no solo para los uruguayos sino también para chilenos, brasileños, paraguayos y bolivianos.
En declaraciones a el diario El País, el economista e investigador del Centro de Estudios para el desarrollo (CED), Ignacio Umpiérrez explicó que "la diferencia de precios relativos entre Uruguay y Argentina es la más grande de los últimos 20 años".
Según el mismo artículo, replicado en el diario La Nación, el economista detalló que considerando que el tipo de cambio real (medido con el dólar blue) se ubica en un 55% por debajo de su promedio histórico, Argentina se abarató mucho y que Uruguay se encareció demasiado. Esto significa una menor demanda de turismo local, aumentando además el incentivo del uruguayo para comprar y adquirir servicios en el país vecino.
Ayer mismo, Forbes Uruguay consignaba que desde agosto se agregan más frecuencias y conexiones aéreas con destinos como Buenos Aires y Córdoba, anuncio que se realizó en la Embajada Argentina en Uruguay por parte de la compañía Aerolíneas Argentinas.
Falta mucho para la Temporada de verano 2022-23
En diálogo con El País, el subsecretario de Turismo Remo Monzeglio recordó que Argentina es un país muy cambiante, sobre todo en este último tiempo, por lo que todo puede pasar y no hay que perder las esperanzas de cara a la temporada de verano 2022-2023.
Analistas del sector también se expresaron en ese mismo sentido diciendo que la situación económica no solo es una amenaza para el turismo receptivo sino también para el turismo local que a pocos kilómetros tiene una alternativa desconocida porque la brecha cambiaria entre ambos países nunca fue tan importante.
Los funcionarios se muestran escépticos a la hora de imaginar que el veraneante uruguayo que vacaciona en las playas de Piriápolis, Punta del Este o Rocha vaya a cambiar de destino en esta temporada. Más allá del costo del alquiler de los inmuebles y de la calidad de los servicios de los balnearios, el precio de la comida en países como Argentina -este año es muy evidente- y Brasil también es un factor clave a la hora de que el turista uruguayo decida dónde pasar sus vacaciones.
Acciones y oportunidades
Sin menospreciar los argumentos de los diferentes actores, cámaras, funcionarios, analistas relacionados al sector del turismo, no dejan de ser optimistas y poponen ideas sobre como superar el desafío de atraer turistas más allá de la irresistible oferta y oportunidad que ofrecen otros destinos como sucede este año con Argentina.
Asisitido por la razón y la experiencia, Monzeglio señaló al medio que que los turistas argentinos de gran poder adquisitivo piensan en dólares y muy dificilmente vayan a dejar de pasar sus vacaciones en Punta del Este tal cual sucedió "ahora en vacaciones de invierno y seguramente también lo hagan en verano. Obviamente va a faltar la gran masa de los turistas de nivel económico medio pero que, de acuerdo a otros años, apenas acorte unos días su estadía en tierras uruguayas.
Además, más allá de las diferencias de precios, la diferencia que ofrecen los balnearios urguayos pasa por la calidad de los servicios de playa, el entretenimiento y la seguridad que da viajar dentro del Mercosur en lugar de otros destinos.
Además, para compensar la posible ausencia del turismo argentino, este 2022 vuelven con fuerza los pasajeros de diversas nacionalidades que llegarán a Uruguay por medio de cruceros. De acuerdo a datos de las agencias de turismo y del propio ministerio, se espera que un total de 170 flotas desembarquen en Montevideo y Punta del Este desde octubre de este año hasta marzo de 2023.
Marina Cantera, presidenta de la Cámara de Turismo, le manifestó a El País que por el momento y pensando en la temporada de verano, deberán idear nuevos servicios para los turistas, posiblemente beneficios con tarjetas de crédito.
Las autoridades de la Cámara Uruguaya de Turismo están trabajando para que los sectores más vulnerables reciban ayuda por parte del gobierno. Necesitan respaldos para que los operadores hoteleros y guías de turismo puedan subsistir hasta el verano.