La foto de familia del Mercosur hace tiempo que no se saca. La pandemia por coronavirus suspendió las cumbres presidenciales de jefes de Estado, y hoy será el reencuentro cara a cara de los mandatarios de los países miembros del bloque, y la música que marcará este acto la puso el país más chico: Uruguay.
Es que el presidente de la República Oriental del Uruguay, el liberal Luis Lacalle Pou, pateó el tablero del Mercosur al celebrarse los 30 años –el 26 de marzo de 2021– le comunicó en el contacto por teleconferencia a sus socios, que su gobierno saldría al mundo a negociar de forma unilateral acuerdos comerciales.
En esa búsqueda encontró un jugador clave en el mundo: China, y a días de celebrarse la reunión de hoy en Asunción del Paraguay dio un nuevo cimbronazo al Mercosur informando que su gobierno había logrado cerrar el informe de factibilidad con el comandado por Xi Jinping.
¿Cuáles son las cinco claves para entender la Cumbre de Jefes de Estado que se celebra en Paraguay?
1. La amenaza del dragón asiático
Que China eligió a Uruguay para desembarcar en el Cono Sur es un hecho. Lacalle Pou dijo que saldría a negociar con todos aquellos países que estén dispuestos a negociar con Uruguay. “Si a Uruguay le sirve avanzamos, si no le sirve a mi país lo dejamos”, ha repetido Lacalle Pou hasta el cansancio desde que llegó al poder en marzo de 2020.
Por eso la decisión real de Uruguay de avanzar en la concreción de un Tratado de Libre Comercio (TLC) y el anuncio del presidente uruguayo de no esperar más por los países socios del Mercosur.
La normativa del bloque establece que los acuerdos comerciales deben negociarse de forma conjunta por parte de los cuatro países miembros plenos (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Sin embargo, la interpretación del actual gobierno uruguayo es que esa decisión no ha sido internalizada por los congresos de los países miembros, y por tal motivo no es un mandato explícito.
Ahora con la carta china, Uruguay presiona al bloque a que tome una decisión clara, y si bien no se espera que eso se defina hoy en la Cumbre de Jefes de Estado, el tema marcará toda la jornada.
Si los otros tres países se resisten a permitirle a Uruguay ir a negociar un TLC con China, el gobierno de Lacalle Pou tiene la decisión de ir hasta las últimas consecuencias y avanzar.
“Nuestro vamos no es una amenaza. Es un vamos en serio. No amenazamos. Nuestra vida comercial está ahí: en salir a concretar inversiones y comercio fuera del país”, dijo a Forbes Uruguay una alta fuente del gobierno que trabaja en los asuntos de política exterior y asesora al presidente Lacalle Pou.
Esta amenaza del gigante dragón asiático sacudió la tranquilidad de un bloque acostumbrado a avanzar sin grandes cambios. Ahora Paraguay muestra sus primeras señales de apertura a rediscutir la normativa del Mercosur.
Brasil ya lo dejó por escrito, pero el país norteño tendrá elecciones a fin de año y según la mayoría de las encuestas de opinión pública la ciudadanía se apronta para un cambio de signo político en el gobierno.
Argentina es el más reticente, aunque las autoridades del gobierno de Alberto Fernández tienen problemas mayores internos que atender.
2. La decisión conjunta
El gran punto de consenso de esta Cumbre está en la reducción del Arancel Externo Común en un 10%. Este punto ya había sido previamente acordado por Brasil, Argentina y Paraguay, pero no contaba con el voto de Uruguay, que buscaba un “paquete de acuerdos” más amplios en el que se incluya la decisión de flexibilizar toda la normativa y así poder salir al mundo a negociar de forma unilateral acuerdos comerciales.
El interés mayor de esta decisión fue empujado por el gobierno de Brasil. De hecho, el gobierno de Jair Bolsonaro redujo el Arancel Externo Común en dos ocasiones por un total de 20%.
Ahora y luego de largas negociaciones entre los cancilleres de Brasil y Uruguay que se concretaron en Los Ángeles (EE.UU.) semanas atrás, el gobierno uruguayo aceptó sumarse a la decisión de reducir el Arancel Externo Común y el miércoles 20 se oficializó la decisión en el Consejo del Mercado Común del Mercosur. Ese ámbito está integrado por los cancilleres y ministros de Economía de cada país miembro.
3. Al fin un acuerdo
La bandera de Singapur es la gran novedad de esta primera cumbre presencial luego de la pandemia. Luego de varios años de trabajo el Mercosur y Singapur concluyeron las negociaciones por un Tratado de Libre Comercio (TLC). Esto fue informado el miércoles 20 en la reunión de cancilleres y ministros de Economía con un mensaje vía video del ministro de Industria y Comercio de Singapur, Gan Kim Yong,
Ahora los equipos negociadores de los países del Mercosur deberán encaminar la firma, que deberá ser avalada por los parlamentos de los cuatro países miembros.
El anuncio es importante para el Mercosur. En 2021 las exportaciones a ese país totalizaron US$ 5.929 millones, y las importaciones ascendieron a US$ 1.252 millones.
4. Europa sigue estando lejos
El susto chino llegó a Europa, ya que las autoridades de la Unión Europea anunciaron semanas atrás su interés de volver a reactivar las negociaciones entre el Mercosur y el bloque europeo para determinar si se puede alcanzar la firma del TLC entre ambos bloques.
Esta decisión ha tenido idas y vueltas y tantos vaivenes como la misma historia del Mercosur. Pues estas negociaciones ya tienen varias décadas en la agenda del bloque.
Sin embargo, tras la señal política clara de Uruguay y China en avanzar hacia un TLC entre ambos países, las autoridades europeas despertaron y volvieron a manifestar de forma pública el interés de sentarse a negociar y allanar el camino.
Mercosur quiere, pero por ahora el viejo continente es quien tiene la palabra. Si bien este tema estará en la charla entre jefes de Estado del bloque regional, poco más tienen para hacer que esperar.
5. Entre elecciones y debilidades políticas
La foto familiar siempre es una señal política importante para la región. La complejidad de la foto que se imprimirá hoy en Asunción del Paraguay es que los jefes de Estado del bloque atraviesan un momento de especial debilidad política en sus países.
Jair Bolsonaro ha mostrado un comportamiento vacilante con su participación, dejando abierta la puerta hasta último momento. El presidente brasileño está sometido a un nuevo proceso electoral donde Luiz Inácio Lula da Silva corre con ventaja para ganar, según la mayoría de las encuestas.
El mandatario paraguayo Mario Abdo Benitez también atraviesa una crisis de popularidad y su país se embarga en un proceso electoral para elegir nuevo presidente el 30 de abril del año próximo.
Pero quizás el más golpeado políticamente sea Alberto Fernandez. El argentino navega por un clima de tensión interna de su gobierno que le costó un reciente cambio de ministro de Economía. A eso se suma una crisis económica y social, con inflación muy alta y caída del valor del peso argentino a gran ritmo.
¿Cómo lo ven los actores políticos uruguayos?
El diputado de la oposición Daniel Caggiani (Frente Amplio) dijo en conversación con Forbes Uruguay que la cumbre se da en un proceso de transición política, por las elecciones que se avecinan en Argentina, Brasil y Paraguay
“Hay una situación de bastante inestabilidad política en Argentina y Paraguay. No es el mejor momento para que el Mercosur pueda tomar decisiones de largo aliento. Hubo una falta de timing del gobierno uruguayo”, dijo en referencia al planteo de las negociaciones por un TLC con China.
El legislador sostuvo que para avanzar en esas negociaciones Uruguay debería esperar por la disposición del resto de los países miembros, o lograr un aval para que Uruguay pueda hacerlo de forma solitaria. De lo contrario, para Caggiani, si Uruguay avanza sin ese “permiso” estaría quedando fuera del Mercosur.
Sobre ese punto el diputado del oficialismo Juan Martin Rodríguez tiene una visión opuesta. El legislador por el Partido Nacional sostuvo en conversación con Forbes Uruguay que el gobierno de Lacalle Pou trazó un camino claro y firme, que ya anunció a los países del Mercosur.
“Uruguay tiene un camino y objetivo claro. La apertura al mundo es el camino. Ojalá sea con el Mercosur. Eso no quiere decir que las negociaciones comerciales sean a la misma velocidad. Pero si eso no ocurre Uruguay seguirá adelante de forma autónoma y de forma solitaria. No es lo que busca Uruguay, pero si no queda otra alternativa, así será”, dijo.
El experto en política internacional Ignacio Bartesaghi opinó que Uruguay llega a esta cumbre del Mercosur con una carta “firme” y es el aval de China para avanzar en las negociaciones por un TLC entre ambos países.
“Le da un aditivo especial a la cumbre porque hay una señal política del gobierno chino de avanzar. Eso necesariamente hace que el tema esté arriba de la mesa”, dijo el director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay al ser consultado por Forbes Uruguay.
De todos modos, no consideró que se trate de una cumbre histórica, a no ser que Uruguay logre hoy el aval del resto de los países en una flexibilización real de la normativa del bloque.
“Sería histórico que permitan la flexibilización. Que se llegue a un consenso tácito no explícito, y que de esta cumbre salga un diálogo Mercosur China donde Uruguay pueda avanzar de forma acelerada. De todos modos, no creo que estén dadas las condiciones para que eso ocurra”, remarcó Bartesaghi.
