El Departamento de Justicia acusó a un ex empleado de Apple de robar información sobre la tecnología de vehículos autónomos de la empresa antes de marcharse a un competidor con sede en China; convirtiéndose en otro caso más de personas acusadas de desviar ilegalmente tecnología y materiales estadounidense al gigante chino, Rusia e Irán.
Hechos a destacar
- Dos de los cinco casos anunciados el martes acusan a antiguos ingenieros de software de robar material de empresas tecnológicas estadounidenses "para comercializarlo entre competidores chinos", según el Departamento de Justicia.
- Uno de los apuntados fue un ciudadano chino y antiguo ingeniero de Apple que supuestamente robó "miles de documentos que contenían el código fuente de software y hardware relativos a la tecnología de vehículos autónomos de Apple", y que ahora trabaja para un competidor de vehículos autónomos no identificado con sede en China.
- El exingeniero de Apple, Weibao Wang, de 35 años, supuestamente dividió su tiempo en Apple con un trabajo en una empresa china con sede en EE.UU., y tras su último día en Apple, la empresa descubrió que había accedido a grandes cantidades de "información sensible de propiedad y confidencial", según el Departamento de Justicia.
- Dos de los otros casos se referían a un intento de ayudar al ejército y a los servicios de inteligencia rusos a obtener tecnología sensible, incluido uno que presuntamente suministró componentes tecnológicos prohibidos a varias compañías aéreas comerciales rusas, según el Departamento de Justicia.
- En el quinto caso, se acusa a un individuo de establecer una red china de adquisiciones para suministrar a Irán materiales utilizados en armas de destrucción masiva, pero el Departamento de Justicia aún no ha lanzado ninguna detención en este caso.
- Algunos de los acusados han sido detenidos, pero otros, incluido Wang, siguen prófugos.
Estos casos son los primeros de la Fuerza de Ataque contra la Tecnología Perturbadora, creada recientemente por el Departamento de Justicia, cuyo objetivo es contrarrestar los esfuerzos de las naciones-estado hostiles por adquirir ilícitamente tecnología estadounidense sensible para hacer avanzar sus regímenes autoritarios y facilitar las violaciones de los derechos humanos.
El anuncio se produce cuando Estados Unidos intenta impedir que otros países adquieran información de interés para la seguridad nacional, pero también de valor económico. El año pasado, el Departamento de Comercio impuso nuevos límites a la exportación de componentes informáticos y semiconductores avanzados a China. En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos se unió el año pasado a una coalición de 37 países para imponer controles a las exportaciones rusas.