Inés Dartayete: "La gran clave de Nora Rey Traiteur es habernos diversificado"
La directora de la empresa fundada por su madre comparte las claves del negocio familiar que ya cumplió 50 años

Desde pequeña fue testigo de la dedicación de su madre, por aquel entonces dueña de un jardín de infantes, quien empezó cocinando bizcochuelos en el horno de su casa para los niños hasta altas horas de la noche. Inés Dartayete no podía osar probar esas preparaciones deliciosas sin permiso. Hoy está a cargo de la empresa familiar y así aprendió sin darse cuenta los valores del esfuerzo y el trabajo duro de Nora Rey, quien se formó en prestigiosas escuelas como la de Lenôtre y la de Alain Ducasse, en París. 

"Mi madre pasaba días sin dormir. Se ponía el despertador de noche, metía un bizcochuelo y volvía a poner otro. Ese trabajo te marca. Esa energía a ella nunca le faltó, es una leona y lo sigue siendo", recordó la directora de Nora Rey Traiteur en la tercera edición de Forbes Mujeres Power Summit. Esos recuerdos marcan mucho su estilo de liderazgo actual.

En la empresa hoy comparte tareas con su hermano, su hija y su prima. El valor de "trabajar, trabajar y trabajar" sigue siendo uno de los pilares. Dartayete transmitió la importancia de no tener miedo de las opiniones ni tampoco sentirse culpable por las actividades de los hijos que a veces se pierden debido a las responsabilidades laborales. 

La compañía gastronómica que es referente en festejos sociales y eventos corporativos cumple medio siglo este año y cuenta con 130 empleados. Hubo obstáculos en el camino, pero fueron sorteados con éxito. "La gran clave es habernos diversificado, tener varios negocios dentro del mismo rubro gastronómico", aseguró Dartayete.

La empresaria recordó que en los años próximos a la crisis de 2002 habían decidido crecer y hacer una planta en la calle Máximo Tajes de 800 metros cuadrados, "con un montón de cámaras frigoríficas y toda la tecnología que había visto mamá en Europa". "Nos mudamos y pasamos de tener una cuenta de $ 5.000 de luz a $ 50.000 por mes; había que hacer algo para no depender tanto de las fiestas", graficó. 

Entonces, surgió la oportunidad de presentarse a una licitación pública de ANEP para alimentar a los que hoy por hoy son 5.000 niños por día. "Eso nos llevó a tener trabajo todo el año y que nos pudiéramos dedicar a lo que nos gustaba (la parte de fiestas y eventos corporativos) con más tranquilidad. Ya no tuvimos que salir a buscar el cliente sí o sí porque si no el mes que viene no nos daba para pagar los sueldos. Fue un trabajo en equipo y lo logramos", resaltó.