“Extremadamente malo”. Así definió la economista y socia de Exante, Florencia Carriquiry, el ejercicio agrícola 2022/23. Aseguró que también fue “muy pobre en materia de resultados” para los principales rubros del sector agropecuario por una conjunción de factores, que incluyen a la sequía. De todas formas, destacó como una “buena noticia” que se venía de un año previo excepcional para el sector, lo que dejó al agro “mejor parado” para enfrentar el shock actual.
Sobre las perspectivas para corregir la apreciación que tiene el peso uruguayo frente al dólar (12%-15%, según estimaciones del Banco Central), Carriquiry dijo que se espera un “dólar más fuerte” hacia adelante desde su nivel actual. La previsión de la experta es que el tipo de cambio “acompañe” la evolución de la inflación durante los próximos meses.
“Uruguay va a seguir estando muy caro en dólares”, consideró. Por otro lado, opinó que a nivel externo el “principal riesgo” pasa por los magros datos que está mostrando la economía de China.
En ese sentido, Pablo Caputi, catedrático de Agronegocios de Universidad ORT, comentó que, aunque Uruguay logre en un futuro hipotético más que duplicar su población, seguirá necesitando del agro y de sus exportaciones. En ese sentido, consideró que el “acceso” a mercados se transforma en una variable fundamental.
“Esas son cosas de contexto que no dependen de las empresas sino de lo que nosotros pensemos”, consideró. Allí planteó como interrogante “qué vamos a hacer” con el norte del país, donde apenas vive el 15% de la población.
A su juicio, hay que pensar en la “agenda del largo plazo”, donde la actual cotización del tipo de cambio es favorable para la formación bruta de capital (inversión), la incorporación de tecnología de insumos y con otros modelos de integración vertical y de escala para el agro. “Es un agro que va a ser totalmente distinto. Solo que ello no se arregla ni se cambia de un día para el otro”, precisó. Por otro lado, sugirió dejar de compararnos con Brasil y Argentina si aspiramos a dejar de ser un país de renta media para ser uno de renta alta.
“Somos un país condenado a la excelencia: o acepta eso, o no tiene futuro”.
“Volatilidad” y “cercanía”
Paolo De Salvo, especialista de desarrollo rural del BID, consideró que “no es necesario que se esté empujando” a la gente para que se quede a vivir en el campo. “Lo que tenemos que tratar de generar es que los que quieran y tengan esa vocación, accedan a condiciones aceptables para hacerlo”, explicó.
De Salvo comentó que, en el caso de Uruguay, uno de los aspectos donde se está trabajando junto al gobierno es en la “mejora de los servicios agropecuarios” y toda la interacción pública-privada entre las empresas pequeñas y grandes que están en el medio rural. También opinó que es clave seguir mejorando la infraestructura física y digital, tanto para el emprendedor como para el trabajador.
La otra variable que está desafiando al medio rural es cómo adaptarse a la “volatilidad” que impone el cambio climático.
“Veníamos de una de las mejores zafras agrícolas de la historia y pasamos a una de las peores. Tenemos que darle las herramientas a los productores para que puedan adaptarse lo mejor posible a esta nueva realidad”, indicó.
Para el banco Santander, la mejor estrategia para acompañar a sobrellevar la sequía fue acercarse a los productores “para saber qué es lo que les está pasando” y así poder nutrirse de esos intercambios para “ofrecer soluciones”, comentó Pieter Boutmy, gerente de Agronegocios del banco.
Esa estrategia implica una mayor escucha, pero también desarrollo de tecnología para acortar distancias. “Hoy un productor en Caraguatá puede solicitar un crédito con su ganado en garantía desde su celular”, ejemplificó.
“Fuimos el banco privado que más creció este año. Pensamos en relaciones de mediano y largo plazo. Es la forma en la que queremos seguir creciendo”, resaltó.
Producción eficiente
El líder de Montes del Plata, Diego Wollheim, compartió cómo un problema externo puede convertirse en un gran estímulo para la mejora continua. “Qué mala suerte justito estar entrando en marzo de 2016 como gerente general y que me toque una baja de precios bajos de la celulosa, o al menos eso pensé en ese momento. Al final terminó siendo la oportunidad de poder mostrar (a la interna) la necesidad de urgencia y los planes que teníamos vinculados a la mejora continua", ejemplificó.
En estos casos no solo es necesario aumentar la producción, sino también mantener los estándares de calidad en los más altos niveles y lograr que las empresas sean lo suficientemente competitivas para no perder pie ante sus competidores.
En el caso del arroz, explicó Diego Nicola, gerente general de Samán, la clave está en entender al cliente, aprender del sector y pensar a futuro.
“Uruguay es un país muy chico, pero está dentro de los 10 mayores exportadores de arroz del mundo. EE.UU. se enfoca específicamente en la productividad. Al no tener el foco en el cliente, lo que empiezan a ver es que producen más, pero les cuesta más venderlo".
"Acá, cuando se desarrollan nuevas variedades genéticas, en paralelo se está viendo cómo sería su llegada a cada mercado", aseguró.
Nicolás Franco, CEO y cofundador de Seedorina, creó hace cuatro años su empresa de agricultura de alta precisión, que produce dispositivos de robótica dirigidos a la industria agropecuaria, especialmente forestal y hortifrutícola. La idea surgió luego de que notara que, si se aplicaba tecnología al comienzo de la cadena de valor, se podría lograr un aumento exponencial de la productividad y, así, un ahorro diferencial.
“Llegamos a ahorrar entre un 35% y un 50% la cantidad de semillas contra el secado manual, lo que redunda en ahorrar un 20% la cantidad de fertilizantes y un 15% la cantidad de agua. En un vivero forestal que acaba de hacer la zafra de más de 5 millones de árboles, redujimos un 20% el consumo de semillas”, detalló Franco.
Elisa Trabal, directora de Cabaña Capela, indicó por su parte que a nivel ganadero se está por “muy buen camino”, pero consideró que todavía “hay mucho para hacer”. “La gente de campo sabe trabajar muy bien, pero les cuesta sistematizar, tener cuidado con los animales, no arrearlos con violencia sino hacerlo de una manera más inteligente. Después eso se nota en el producto final”, aseguró.