Los nuevos riesgos, siniestralidad, desafíos y oportunidades fueron algunos de los temas que abordaron en el panel de Coyuntura de la primera edición de Forbes Insurance Summit. Fue integrado por el director nacional del SINAE, Sergio Rico, la jefa de Departamento de Análisis Financiero de Banco Central (BCU), Silvina Castelao, y la directora académica del Postgrado Internacional Derecho de Seguros Universidad de Montevideo (UM), Andrea Signorino.
El director del SINAE consideró relevante que desde la política pública se lleven a cabo “acciones proactivas” para enfrentar los graves efectos que está ocasionando sobre distintos sectores productivos y la sociedad el cambio climático.
“Tratamos de aprender de otros países. Actualmente, tenemos un técnico de Unicef especialista en agua aportando su experiencia. Los riesgos que pueden aparecer a futuro son innumerables, porque lo estamos viendo en el mundo”, advirtió.
El SINAE tiene un atlas de riesgos localidad por localidad en todo el país con los cuatro fenómenos climáticos más comunes que ha sufrido el país a lo largo de su historia: déficit hídrico, inundaciones, incendios forestales y vientos fuertes.
De todas formas, el funcionario aseguró que todavía “falta sensibilización” en distintas franjas de comerciantes e industriales de todo el país. En ese sentido, rememoró un viento fuerte que arrasó con toda la estructura productiva de 10 granjeros de una zona de Paysandú, de los cuales ninguno tenía seguro.
Rico anunció que desde la próxima Rendición de Cuentas (2024) regirá un cambio que permitirá cuantificar y centralizar lo que se invierte a nivel país para mitigar los efectos climáticos en los distintos organismos del Estado y también conocer cuánto cuestan esos fenómenos extremos. El objetivo es que en un futuro esa información pueda servir para construir un fondo ambiental con, por ejemplo, el 0,5%, 1% o el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), explicó.
Información de calidad
En materia se seguros agropecuarios, Castelao indicó que el BCU ha tomado el rol de liderar un proceso para “centralizar la información” y así mejorar “su calidad” para que los distintos agentes pueden ofrecer mejores productos para el sector. La autoridad monetaria comenzó a publicar semestralmente desde el año pasado la cantidad de hectáreas que contrataron seguros, el número de pólizas y primas emitidas, y la siniestralidad según el tipo de cultivo (invierno-verano).
“Sabemos que el Banco de Seguros del Estado es el principal jugador del mercado. La idea es que las empresas privadas puedan mejorar el acceso a la información para poder mejorar los productos disponibles para los productores”, explicó la jefa de Departamento de Análisis Financiero del BCU.
En esa línea, también se está trabajando como intermediario con el Ministerio de Ganadería y el Inumet para que los precios de los reaseguros que contratan las aseguradoras locales para cultivos agrícolas puedan ser más accesibles, algo que ayudaría a darle mayor profundidad al mercado.
Por otro lado, a nivel normativo, está en marcha de una hoja de ruta a nivel informativo sobre el funcionamiento del mercado asegurador. La autoridad monetaria está solicitando información adicional a los distintos agentes como los contratos con las reaseguradoras que se realizan con el exterior para cuantificar mejor el riesgo.
RR.HH. y ciberseguridad
A su turno, Signorino comentó que la industria está “exigiendo mayor capacitación en los Recursos Humanos”. Eso ha llevado a que la academia esté incorporando cada vez más y profundizando en la formación de distintas aristas de este negocio como pueden ser los seguros agrícolas. Asimismo, señaló que la formación ya está siendo una necesidad para figuras como el intermediario (corredor de seguros), para el cual ya se está trabajando en la reglamentación de una ley.
La académica de la UM indicó que, más allá de la cultura aseguradora, ahora ya se habla de “madurez aseguradora” y consideró que desde la escuela se debería inculcar a los niños el concepto de prevención, clave para evitar siniestros. “No tengo que esperar a que haya un desastre climático o la explosión de un edificio para darme de la necesidad de un seguro”, afirmó.
Por último, hizo un llamado de atención a un tema que avanza y genera serios perjuicios reputaciones y operacionales sobre las empresas.
“Hoy nos estamos enfrentando al riesgo cibernético al que estamos expuestos todos, pero las empresas lo sufren más”, alertó.
Signorino dijo que este tema excede a lo que puede ser un simple hackeo, ya que se está expuesto al robo de datos, extorsión, secuestros. “Aquí la industria aseguradora se está enfrentando a un riesgo nuevo”, alertó. Esto porque como los procesos de cambio son tan frenéticos por el avance tecnológico, el asegurador tiene dificultades para “dimensionar ese riesgo de la justa manera”, apuntó Signorino.