Para Felipe Rodríguez, director en Friburgo Seguros, desde hace 20 años se llega a una misma conclusión: en Uruguay hay una baja cultura aseguradora. Lo que todavía no se pudo resolver durante estas dos décadas es cuál es la mejor solución para cambiar esta realidad y lograr que más personas adopten la prevención como parte de sus vidas.
Aumentar la reglamentación —con cambios importantes como la desmonopolización de los seguros o la implementación de la ley de 2018—, la oferta —con 15 compañías que trabajan en el mercado en todas las líneas—, o la publicidad —que se ha impulsado sola con hechos fortuitos como inundaciones o incendios de grandes magnitudes—, no parecen ser la respuesta al problema.
“¿Qué es lo que queda entonces? La educación financiera”, consideró Rodríguez. “Sin educación probablemente no logremos transitar esto. Hoy es más probable que un hogar medio tenga Netflix que seguro contra incendios”, agregó durante la primera edición local de Forbes Insurance Sumit.
Alejandro Veiroj, director ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Empresas Aseguradoras (Audea), opinó que también es necesario desarrollar el mercado de forma unitaria y usar al marketing como aliado.
“Entendemos que tenemos muchos claims, pero es claro que si no hay marketing, por muy buen producto que tengas, no va a salir. También podés hacer muy buen marketing y si no tenés un buen claim, tampoco funciona”, indicó.
“Nosotros justamente desde Audea aspiramos a que el gran hito sea aprovechar las bondades que tiene este proyecto, que además tiene el apoyo explícito del Banco Central, y que se puso como objetivo estratégico desarrollar al mercado de seguros”, dijo en referencia al plan que impulsa la asociación, que busca ofrecer un seguro de vida colectivo para trabajadores.
“Tenemos el apoyo del Ministerio de Economía, el Ministerio de Trabajo y una iniciativa muy alineada con los objetivos de desarrollo sustentable, o sea que hay claims por todos lados para aprovechar”, valoró.
El proyecto sobre el que trabaja Audea busca que las empresas contraten para sus empleados un seguro de vida que los cubra en caso de fallecimiento. “Identificamos que existe un impacto fuerte, sobre todo en las familias de más bajos ingresos cuando fallece un integrante de la familia que es el sustento. Entonces, desarrollamos un producto, que todavía no lo hemos lanzado, pero que es un proyecto colaborativo entre todas las empresas de seguros”, detalló.
El rol del intermediario
En el crecimiento de la cultura aseguradora, el agente intermediario entre las empresas y los clientes cumple un rol esencial. “Nosotros somos una insurtech que nació en 2021. Quizás cuando escuchamos 'insurtech' la asociamos a que hay que olvidarse del agente completamente y a ir por una distribución 100% digital, pero nosotros no”, dijo Martín Fagioli, CEO y cofundador de Foliume.
“Vimos la oportunidad de aplicar inteligencia artificial para que el agente pueda asesorar más a su cliente y no estar tanto en tareas administrativas. '¿Qué tipo de acciones tengo que tomar con mi cliente?', eso es un poco de lo que nosotros brindamos. Tenemos la visión de que no vamos a ser sustituidos por una IA seguramente, pero sí por aquellas personas que la aprovechan para hacer más efectivo su día”, aseguró.
En la misma línea se expresó Federico Kramer, cofundador de Aseguro Mi Viaje. “La startup surgió como un comparador de seguros de asistencia al viajero. Nosotros lo que buscamos en ese momento fue encontrar el punto de equilibrio perfecto entre tecnología y atención personalizada”, indicó.
“Entendimos que Sancor era el mejor candidato porque entendía la combinación entre la innovación, la atención y el capital humano. Por eso decidimos avanzar con ellos”, relató en referencia a la venta que realizaron a la aseguradora, que adquirió la empresa el año pasado.
Asimismo, Kramer dijo que otra forma de incentivar el mundo de los seguros podría ser a través de un sistema de incentivos en base a los gustos de los seres humanos, como es el caso del ocio o del entretenimiento. Para esto, adelantó que actualmente trabaja en una plataforma con gamificación que tendrá como principal objetivo impulsar a que las nuevas generaciones adquieran mayor cultura aseguradora.
“Yo también prefiero estar en la playa que contratar un seguro de auto, de hecho hay una tendencia a disfrutar más del ocio, viajar mucho más. Creo que hay que generar un sistema de incentivos y a partir de ahí impulsar y educar a la gente para que adquiera más servicios”, consideró.