Competir para dar lo mejor, no tirar la toalla y dejar todo en la cancha. Esas características que parecen propias de un futbolista son, también, las que todo líder de empresa debe tener para conducirla al éxito.
Con esta analogía como paraguas, reflexionaron Alejandro Ruibal y Pablo Marqués, dos empresarios unidos por el amor al mismo deporte y por las ganas de llegar lejos.
Ambos empezaron desde abajo, uno como el chico de los mandados cuando estudiaba arquitectura, años antes de pasar al área de la publicidad donde se terminó convenciendo de emprender desde adentro.
El otro, a partir de un llamado para director de obras que vio en el diario y que fue tan importante en su vida que decidió guardarlo hasta hoy, cuando ya pasaron casi 30 años. Me tocó hacer de todo, porque no la heredé. Entré (a Saceem) por un aviso en el diario del Gallito Luis. Me acuerdo el domingo que lo recorté, ahora lo tengo colgado en la cocina, contó Ruibal.
Desde ahí todo fue crecimiento, pasó por distintas zonas del país y del mundo y trabajó en numerosas obras, entre ellas la construcción del Estadio Campeón del Siglo, el que era tan pedido por hinchas, jugadores y por los directivos del Club Atlético Peñarol, el cuadro de sus amores. Esa etapa la recuerdo siempre con mucha alegría y muchas canas. Fue un proyecto que no se podía hacer sin una determinación astronómica, relató.
Algo similar ocurrió en el caso de Marqués, quien empezó como asistente de cuentas y, tras determinarse a crecer, llegó a ser el accionista mayoritario de Grupo Punto, empresa que hoy lidera. Dentro de sus proyectos, uno de los que recuerda con más cariño fue el que llegó de la mano de Ricardo Alarcón, quien se estrenaba en el cargo de presidente del Club Nacional de Football, aquel que le movía el corazón.
Gana las elecciones, viene y me dice: 'Bueno, habíamos quedado en hacer una campaña de socios'. Le digo: 'Ricardo, mire, estuvimos analizando y esto es algo a muy corto plazo y no funciona'.
A partir de ahí surgió algo diferente, un trabajo basado en una plataforma estratégica que conllevó un análisis muy profundo con grandes ejemplos como el Barcelona FC y el Manchester United. El resultado se materializó en la campaña conocida como Cultura Nacional que hasta hoy es recordada.
DE GOLEADOR A DT
Marqués aseguró que la carrera de un empresario exitoso tiene los mismos pasos que la de un futbolista estrella.
Primero está en el plantel, después pasa a jugar de titular, ve si puede quedar de capitán y cuando logra el éxito empieza a pensar en ser el director técnico, aquel que no hace los goles, sino que deja que los hagan los demás. Ahí empieza a trabajar el liderazgo, consideró.
El director de Saceem coincidió y aseguró que el liderazgo y la unión son las claves para superar los momentos más complejos. Con mucho sentido de equipo se sale adelante, yo no conozco otra receta, aseguró.
Eso no implica, explicaron, que no se pueda generar una sana rivalidad, un ingrediente que consideraron como esencial tanto en la cancha para ganar los campeonatos, como en los negocios para crecer.
La competencia es buena, es la que te hace sacar lo mejor y de eso tengo sobrados ejemplos. Yo soy un hincha de la competencia interna y entre empresas, dijo Ruibal. Te obliga a siempre estar atento, a no quedarte, a estar un paso más adelante, sumó el presidente de Grupo Punto.
Así, aunque son hinchas de equipos contrarios y alientan a colores diferentes, comparten la misma pasión por seguir adelante, por mantenerse motivados incluso en los días más difíciles y por tener un equipo de trabajo que se luzca metiendo goles.
Imágenes: Nicolás Garrido
*Este artículo fue publicado en la edición de Forbes Uruguay de diciembre de 2022.