La idea de no separar la política ambiental de la política económica fue tratada por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, en el encuentro de la Coalición de Ministros para la Acción Climática realizado en el marco de las reuniones de Primavera del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional. En esa instancia, se habló de la posibilidad de graficarlo a través de un préstamo que emita el BM a países o empresas que cumplan con ciertos objetivos. Lo estamos pensando para el caso uruguayo, pero es una idea que es escalable y reproducible para el resto del mundo, expresó.
Estamos trabajando en algunos indicadores ambientales que están alineados en el Acuerdo de París, que son las contribuciones determinadas a nivel nacional —los ndc—. Entonces, cuando llega el momento de medirlo, si Uruguay cumple con esos indicadores paga menos interés por el préstamo que desembolsó, explicó durante su participación en el Foro de Sostenibilidad organizado por el banco BBVA que se llevó adelante este martes en Montevideo.
Esto implica, expresó la jerarca, más recursos destinados para otras políticas. Por primera vez en la historia estamos teniendo consecuencias concretas de lo que son los compromisos que los países asumieron en el Acuerdo de París (…) Uruguay está demostrando verdadero compromiso en los temas ambientales con consecuencias inmediatas", detalló.
Arbeleche aseguró que el foco está puesto en predicar con el ejemplo y pasar a proyectos que sean concretos. En esa línea, consideró que si bien la gran mayoría de los países y de las instituciones están de acuerdo en la importancia que tiene la temática ambiental, es necesario poder pasar a acciones concretas. En eso es en lo que se está diferenciando Uruguay, consideró.
Asimismo, la ministra opinó que es necesario contar con el apoyo de países desarrollados que tienen un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita mayor para lograr que este tipo de iniciativas puedan llevarse adelante. En el caso que estamos estudiando del préstamo, si un país contribuye más a este bien público global, que es el ambiente, y paga menos interés, alguien tiene que pagar esa baja. ¿Quién lo paga? Se ha dado toda una discusión. (…) La invitación es que ese financiamiento de la baja de tasa sea pagado por fondos que pueden venir de países desarrollados, detalló.
Bono verde
La idea de llegar a un préstamo que premie a los países o empresas que cumplen con los indicadores ambientales se suma al denominado bono verde emitido por el gobierno uruguayo el año pasado. Sobre este mecanismo también hizo referencia el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, al participar del foro.
Es el primero en su especie en el mundo y eso es lo que cataliza las políticas públicas. Las cataliza y las impulsa, porque todo esto que estamos tratando de hacer a nivel interno, si te das vuelta y para financiarte no conseguís estímulos para mejorar tus conductas, si da lo mismo cumplir con los objetivos fijados en el Acuerdo de París que no cumplirlos, no hay un estímulo ni para la sociedad ni para el gobierno, expresó.
En ese sentido, el jefe de Estado consideró que para que exista una sostenibilidad en el ambiente tiene que existir una sostenibilidad de políticas públicas. Para esto, manifestó que se tienen que generar políticas a largo plazo que se mantengan en el tiempo.
No solo son las políticas públicas sino su sostén. ¿Qué es esto? La institucionalidad, la República y la democracia. Sin esa sostenibilidad no estaríamos esta mañana acá, porque no hay inversor privado que ponga un pie o que se arriesgue a invitar a sus clientes. Lo hace porque Uruguay aseguró, asegura y asegurará la continuidad, la sostenibilidad de las leyes, los contratos, la democracia y al fin y al cabo de la República, finalizó.