Uruguay se transformó por primera vez en su historia en el principal remitente de Inversión Extranjera Directa (IED) a otro país, de acuerdo con el reporte en octubre del Banco Central de Ecuador (BCE), acerca del acumulado en el primer semestre de 2022. 

Si Ecuador se sorprendió por haber multiplicado por seis su captación de IED del segundo trimestre frente al primero, más se sorprendieron China y Unión Europea cuando de los registros emergieron cifras de que lo había hecho a tracción de inversores orientales pero del Cono Sur. Un hornero mateador sobrepasando a las águilas solo sucede entre gamers, dibujos animados o en cifras dibujadas por la contabilidad de operaciones para convertir las deudas en acciones. 

El BCE registró una IED de US$ 676 millones en el período de abril a junio, al contabilizar la entrada de capitales (US$ 888 millones), ganancias reinvertidas (US$ 31,3 millones) y salida de US$ 245,4 millones que firmas extranjeras en Ecuador pagaron al exterior por crédito recibido. 

Unos US$ 766,1 millones aparecen como provenientes de Uruguay, igual al 86% de los US$ 888 millones mencionados. Fue el primer remitente de inversión del primer semestre en el país latinoamericano al medio del mundo, y en medio de polémicas por estar muy delante de China (US$ 15,8 millones), Holanda (US$ 14,1 millones) o Suecia (US$ 10,8 millones).

Empresarios uruguayos se reunieron en abril pasado con funcionarios ecuatorianos de promoción de inversiones, pero es muy temprano para esperar esta especie de sobrerreacción. Este jueves y viernes una delegación de empresas ecuatorianas vendrá negociar con contrapartes uruguayas en el Hotel Cottage, informó a Forbes la Cámara Nacional de Comercio y Servicios.

A su vez, el Foro Ecuador Open for Business tuvo a Uruguay entre los siete países a los que se dirigió a hacer presentaciones —junto a China, Argentina, Portugal, Israel, Chile e Italia—; a los que se les presentó un portafolio de inversiones bajo la modalidad de Asociación Público-Privada. Fueron 228 contratos de inversión aprobados desde 2021 que prometen IED por cerca de U$S 5.000 millones.

Los flujos mundiales de inversión extranjera directa en 2021 (U$S 1,58 billones) crecieron 64% sobre 2020. La IED recibida en América Latina creció 56% el año pasado (hasta US$ 134.000 millones), llegando en particular hacia Sudamérica un 74% más, por unos U$S 88.000 millones.

Bombos y platillos

Inmediatamente, el gobierno del banquero Guillermo Lasso —electo en 2021— batió bombos y platillos para anunciar la mayor inversión extranjera semestral desde mediados de la década pasada.

Horas antes, el ministro de Producción, Julio José Prado, se mostraba apesadumbrado por perspectivas de decrecimiento de la inversión y luego apareció en Twitter celebrando las cifras de IED: 

Su video sumaba los dos trimestres, para decir que en la primera mitad de 2022 llegó IED por U$S 951 millones, superando así los U$S 652 millones ingresados en 12 meses de 2021.

Como el flujo de fondos era desproporcionado para los antecedentes de inversiones uruguayas, Forbes recurrió al Banco Central del Uruguay para acceder al registro de envíos de capitales hacia proyectos en el exterior. Su departamento de Prensa trasladó la consulta al sector estadístico, que le respondió que solo cuentan con cifras desagregadas de la IED que llega de otros países, pero no de lo que se envía desde aquí a otros mercados por personas o firmas.

El propio gobierno ecuatoriano reduciría el triunfalismo ante la prensa, que exigía detalles. "¿Qué está detrás del anuncio oficial de un aumento en la Inversión Extranjera durante el primer semestre de 2022?" se preguntaba el diario quiteño La Hora (4/10/22). El Ministerio de la Producción aclaró que eran fondos para capitalización de empresas en Ecuador, en teoría de dueños uruguayos. Pero, posteriormente, no pudo demostrar siquiera la entrada de un dólar.

Este despegue vertical de la IED se produjo por los aumentos de capital de empresas ecuatorianas que ya existen y no por la Inversión Societaria Consolidada, atestiguaba la Superintendencia de Compañías, por la creación de 214 firmas con capital venido del exterior del primer semestre (US$ 409.000). 

Tres cuartas partes son sociedades de Acción Simplificada (SAS), de menor costo y trámites, por lo que sorprende que tal ingreso de fondos se diera a nivel de una SAS, figura vigente desde 2020 que alienta la formalización de emprendimientos.

La prensa quiteña reveló que "el 99,7% de la inversión extranjera reportada entre enero y junio de este año fue por aumento de capital, que representa una operación financiera que permite el incremento de los recursos propios de una empresa” (diario El Comercio, 4/10/22). 

Forbes Uruguay se comunicó varias veces con la embajada de Ecuador en Montevideo, adonde funcionarios diplomáticos negaron saber cuál era la o las empresas uruguayas. Remitieron a consultar al embajador ecuatoriano Roberto Illingworth Cabanillas mediante un e-mail en el que recurrimos "al conocimiento que el Sr embajador tiene de nuestro mercado empresarial pequeño y sus gestiones ante la embajada de Ecuador", para que orientara "de cuál ha sido la empresa de aquí que invirtió allí". 

Desde el 4 de octubre, el diplomático no respondió la consulta, como tampoco respondió el área de publicaciones estadísticas del BCE en Quito. 

Papeles, no billetes

El autobombo de la administración Lasso apuntó a dos bandas: al consumo político interno de mostrar eficiencia en la promoción internacional de su país y al consumo internacional de los inversores a los que está convocando a asociarse e invertir en la prospección petrolera una IED de miles de millones de dólares a cambio de compartir la renta con los explotadores. Ecuador está en campaña para obtener, hasta marzo de 2023, U$S 2.000 millones de dichas petroleras, mediante la licitación entre operadores para seis bloques amazónicos (Reuters 07/10/22).

Luis Tobar-Pesántez, de la Universidad Politécnica Salesiana, asegura que Ecuador, con el dólar como moneda, depende del ingreso de divisas, “vía exportaciones tanto petroleras como no petroleras; por endeudamiento, remesas de migrantes, del turismo y la IED”. 

El plan del actual gobierno acusa que “los gobiernos recientes deterioraron el entorno para la inversión tanto extranjera como local en nuestro país. Ecuador no logra atraer suficiente inversión extranjera por la incertidumbre que causa la inseguridad jurídica, los altos costos para emprender e invertir” (AEI 26/09/22) y prometió siete veces reactivar la inversión extranjera directa, que hasta el momento no ha logrado superar a 2018, cuando obtuvo US$ 1.389 millones.

Un dato más lo reportó Gabriela Coba, quien aclaró que la "Inversión Extranjera Directa del segundo trimestre llegó en papeles desde Uruguay". Enfatizó que "no es dinero, son papeles”. 

En contraste con un gobierno que asignó el logro a sus medidas, ella lo explicaba por el “pago de una deuda que una empresa nacional tenía con una firma internacional. Ese pago se hizo a través de una cesión de acciones. Con eso, la empresa extranjera se convierte en dueña de la compañía local. Aunque no existió ingreso de dinero a Ecuador”. 

El BCE admitió que no hubo “flujo efectivo de divisas, sino cesión de derechos fiduciarios” en que un empresario “transfiere la participación accionaria (papeles) sobre un conjunto de bienes (empresa) a cambio de un monto de dinero. Aunque, en este caso, la cesión de acciones fue para cubrir deuda”. La Balanza de Pagos contabilizó suba de Inversión Extranjera Directa y redujo “la inversión de cartera por pago de un pasivo externo” (CS Radio, 5/10/22).

Una SAS de allá, una SA de acá

El Producto Interno Bruto (PIB) en Ecuador de 2021 creció solo 0,6%. La IED promedio es menor al 1% del PIB y solo fue mejor "en 2008 (1,7%); 2015 (1,3%); 2018 (1,3%) y en 2020 con el 1,1%", historia el analista Fernando Arévalo. 

El mismo reclamó "indagar en las cifras" reales del segundo trimestre de 2022 (389,1% sobre el mismo lapso del año anterior), pues “la mayoría de la inversión ha llegado desde Uruguay y se concentra en una sola operación" por US$ 766 millones, “lo que ha incidido en el valor final de US$ 676 millones” del cuarto al sexto mes, porque “a fin de junio hubo un incremento de capital de la empresa Ruart Ecuador S.A.S. Es importante señalar que uno de los accionistas de esta empresa es la uruguaya Ruart S.A" (Criterios, 05/10/22). 

Ruart Ecuador actúa como empresa tenedora de activos de holdings o grupos de empresas relacionadas y es una sociedad de acción simplificada (SAS), creada en diciembre de 2020. Sin embargo, ya aparecía como un accionista del Banco Financiero del Perú en su balance de 2013; aunque en aquella época se trataba de una sociedad anónima común y corriente. De aquellos US$ 951 millones de IED registrados el último medio año cerrado, 73% responde a esa única operación de aumentar capital de dicha empresa aludida y ya establecida en Ecuador. 

Sin que ingresara un billete, a dos días del fin del semestre, se contabilizó el 29 de junio pasado la ampliación de capital de Ruart Ecuador SAS con fondos de Ruart SA de Uruguay, que ya era su accionista. La sociedad ecuatoriana creada el 2 de diciembre del año 2020 —tenedora de activos de firmas colaterales—, tras año y medio recibió esos U$S 766 millones de su socio tocayo del sur, con 10 años de vida, según el Diario Oficial del 19 de noviembre de 2012. 

Ruart S.A. declaraba al constituirse como objeto principal en Uruguay el ser una “Sociedad de Inversión, o sea participar en otras sociedades (…). Su objeto secundario es: Invertir en títulos, bonos, letras. Industrializar, comercializar en todas sus formas, mercaderías, arrendamientos de bienes obras y servicios en ramos anexos”. 

En cuanto a su cometido, incluye tanto las “Importaciones, exportaciones, representaciones, comisiones, consignaciones. Compraventa, arrendamiento, administración, construcción y toda clase de operaciones con bienes inmuebles. Explotación agropecuaria, forestación, fruticultura, citricultura y sus derivados. $ 110.000,00, 100 años, Montevideo, 15/11/12” (N° 28.598, Diario Oficial, IMPO, 19/11/12).

Ruart Ecuador S.A.S. es una compañía situada en la calle González Suárez N27-317 de Quito y según el directorio ecuatoriano de empresas se dedica al manejo de compañías industriales y servicios brindados a las empresas. La Superintendencia de Compañías la llama sociedad de cartera, con “actividades de servicios financieros, excepto de seguros y fondos de pensiones".

En tanto, la inversión extranjera captada por Uruguay fue de U$S 1.403 millones en el último ejercicio. El stock acumulado de IED llegó a US$ 29.642 millones, representando el 55% del PIB. La IED emitida desde aquí sumó US$ 1.307 millones en 2021, para proyectos en Colombia, Chile, Brasil, Perú, Bolivia y México, de acuerdo a datos de Uruguay XXI a junio de 2022. Cuando acabe este año puede preverse ya que, al menos en lo referente a asientos contables, Uruguay será el “Aga Khan” de Ecuador.