A medida que la marca de coworking más reconocida del mundo avanza en su proceso de quiebra, una cosa que pasó desapercibida es el sutil indicio que muchos conocedores del coworking, como nosotros, saben desde hace años: el negocio no suele ser rentable.
Según la última Encuesta Global de Coworking de Deskmag, casi la mitad de los espacios de coworking luchan por obtener ganancias, y una asombrosa cuarta parte de los espacios declaran pérdidas.
A pesar de la prometedora recuperación pospandémica del mercado mundial del coworking, de 13.000 millones de dólares, que se prevé que crezca a un impresionante ritmo anual del 15%, el crecimiento y la sostenibilidad del sector parecen cuestionables si más operadores no son capaces de subir de nivel y obtener beneficios.
Por supuesto, no todos los espacios de coworking son iguales. La quiebra del gigante del coworking es difícilmente transferible teniendo en cuenta su larga lista de culpables, desde su valoración inicial como empresa tecnológica hasta sus controvertidas prácticas de liderazgo y contabilidad, pasando por su posición excesivamente apalancada.
Aun así, con este telón de fondo, otros grandes actores del coworking, impulsados por el auge de los modelos de trabajo híbridos, alcanzaron cifras récord tanto en número de locales como en ingresos. Por tanto, el tamaño no garantiza los beneficios, aunque el estudio de Deskmag sí encuentra una correlación positiva entre la explotación de un gran número de ubicaciones y unos márgenes de beneficios superiores a la media para aquellos capaces de aprovechar las economías de escala.
Entonces, ¿qué es lo que determina si un espacio de coworking es rentable, si simplemente alcanza el punto de equilibrio o, peor aún, si opera con pérdidas?
Desde luego, la propia naturaleza del modelo de coworking, que hace hincapié en la flexibilidad y los compromisos a corto plazo, puede conducir a la inestabilidad de los ingresos. Los arrendamientos de oficinas tradicionales suelen fijar a los inquilinos durante años, lo que proporciona un flujo de ingresos estable a los propietarios. Por el contrario, los espacios de coworking ofrecen tasas mensuales o incluso por horas, lo que da lugar a ingresos fluctuantes. Este modelo, aunque atractivo para los clientes, hace que sea un desafío para los espacios de coworking predecir los ingresos y gestionar el flujo de caja con eficacia.
Y, por supuesto, los elevados costos operativos pesan mucho sobre los espacios de coworking. Estos gastos incluyen el alquiler, los servicios públicos, los salarios del personal y una lista cada vez mayor de servicios que son clave para atraer a los miembros en un mercado saturado. Mantener espacios estéticamente agradables y bien equipados incrementa aún más estos costos y la saturación del mercado también puede mermar los beneficios, ya que las marcas compiten en precios. En las ubicaciones urbanas privilegiadas donde los espacios de coworking están más demandados, los costes de alquiler pueden ser exorbitantes, lo que repercute significativamente en la rentabilidad.
Por ello, el sector se aleja cada vez más de las estructuras tradicionales de arrendamiento para asociarse con los propietarios a través de contratos gestionados, especialmente cuando las grandes ciudades se enfrentan a tasas de desocupación récord en el mercado tradicional de espacios de oficinas. Aunque esta estrategia puede muy bien ayudar a mejorar las cifras, como aprendimos a través de nuestra propia experiencia en la gestión de espacios de coworking Piloto 151, dista mucho de ser suficiente para lograr márgenes de beneficio estelares por encima del 20% de la media del sector.
El estudio de Deskmag insinúa otras estrategias que los espacios de coworking pueden emplear para lograr mejores resultados. Los espacios de coworking rentables que participaron en el estudio informaron de una mayor atención a la gestión de la comunidad y la hospitalidad, y muchos de ellos adquirieron miembros de forma más rentable a través de esfuerzos de SEO y de creación de comunidades.
En PilotoMail, consideramos estos hallazgos como un paso en la dirección correcta hacia la formulación de una solución prescriptiva para el problema de rentabilidad de la industria del coworking. Sin embargo, en nuestra opinión, la respuesta requiere un verdadero cambio de paradigma, en el que profundizaremos en nuestro próximo artículo. Permanezca atento.