Hace tres años, Matías Andrade y Ariel Abramoff pensaron una solución para un problema que vivían como empleados del área de compras de una multinacional: “Al momento de contratar proveedores, nos faltaba información para tomar decisiones rápidas y eficientes, mientras que los proveedores tenían dificultades para llegar a nosotros con sus productos y servicios”. Ese gap, que genera un impacto enorme en los gastos, fue lo que los motivó a fundar Simbuy, una herramienta para conectar a las partes, centralizar la información y alcanzar ahorros, según los fundadores, “de hasta un 45%”.

Con una inversión inicial de US$ 300.000, sumaron a Sebastián Belaustegui y Martín Galli para liderar el desarrollo tecnológico del proyecto. “Trabajamos mucho tiempo para lograr un MVP fuerte y así fue como llegó el primer punto de inflexión de nuestra historia: la llegada del unicornio alimenticio NotCo a la plataforma. La guerra de Ucrania y sus implicancias en la cadena de suministro global los había dejado sin un proveedor fundamental y los ayudamos a resolverlo. A partir de allí vieron el potencial y hoy seguimos trabajando y creciendo en la región. Luego fueron llegando Grupo Altex, en México, y otros en Argentina como Bierhaus, Aconcagua y Grupo Advance (Argentina), entre otros”, cuentan los fundadores.

“Partimos de la base y bajo la premisa de querer automatizar los procesos de licitación, facilitar la búsqueda de nuevos proveedores y ayudar al cliente a gestionar sus materiales. El diferencial está en lo potente que es la plataforma, que centraliza todos los procesos que son parte del sector de compras como ninguna otra. Y el impacto que eso genera en términos de ahorro: bajamos hasta el 45% los costos y eso siempre mueve la aguja. Le brindamos a empresas de todos los tamaños una herramienta para ganar eficiencia de costos y encontrar proveedores competitivos”, explica Abramoff. “Nuestra plataforma es simple, no impone costos de ingresos para los proveedores. A su vez, involucra a todas las partes de esta cadena de valor: hoy son más 4.000 empresas las que se están conectando”, complementa Andrade.

Con más de 120 clientes y ocho empleados, este año Simbuy facturará US$ 250.000. El plan, ahora, es “la expansión total”, dicen los fundadores. “En un mundo interconectado y convulsionado, en el que una guerra, una pandemia o cualquier conflicto internacional puede impactar en la cadena de abastecimiento de los cuatro continentes, Simbuy utiliza el poder de la tecnología para acelerar los procesos de provisión de materiales para la creación de bienes y servicios fundamentales, no solo a grandes empresas, sino también a pequeñas y medianas”, aseguran. Ya opera en Argentina, Chile, México y España, y sumará más países.

“Nuestra visión siempre fue global, así que sabemos que el desafío es seguir cruzando fronteras. Vivimos en un mundo interconectado en el que la cadena de suministros depende de muchos factores”, dice Andrade. Los fundadores aclaran que, por ahora, el foco está puesto en potenciar las operaciones con ingresos propios y la búsqueda de financiamiento llegará en una próxima etapa. “Entendemos a las rondas de inversión como una parte del camino emprendedor para mejorar el producto y seguir la expansión, pero en este momento no tenemos ninguna definida”, concluyen.