Revolucionaron el mercado del maquillaje, facturan $ 230 millones y sueñan con internacionalizarse
Lucila Lopardo Forbes Staff
Lucila Lopardo Forbes Staff
Lucila Verdaguer lideró equipos en agencias de medios y publicidad durante más de 15 años. “Tuve la oportunidad de trabajar para empresas multinacionales de primer nivel, lo que me permitió aprender de los mejores tanto en branding como en performance”, asegura. Pero tenía ganas de emprender y crear un negocio propio: “Quería crear una marca, un producto y un concepto de cero, un proyecto donde pudiera tomar todas las decisiones y probar distintas cosas”.
En plena pandemia, le compartió una idea en la que estaba trabajando a su hermana Mariana. En ese contexto, el skincare empezaba a ser tendencia, pero Lucila notaba que faltaba una propuesta para mujeres como ellas. “La industria de la belleza es cada vez más compleja y las mujeres tenemos cada vez más opciones pero menos tiempo para investigar, para usarlos, para comprarlos. Hoy necesitamos propuestas que simplifiquen, que sean efectivas y novedosas”, describe.
Mariana, abogada de formación y experta en maquillaje, fue el match perfecto para darle forma al producto que estaban buscando y que hoy es Holista: una línea de maquillaje multipropósito potenciado con ingredientes activos de skincare.
A esta propuesta integral terminó sumándose el tercero de la familia, Manuel. “Con Mariana ya teníamos el concepto y el producto, y el paso siguiente era trabajar los números”, explica Lucila, y aclara que Manuel ya había emprendido en negocios de producción y exportación agropecuaria, y también en tecnología. “Nos dimos cuenta de que podíamos formar un equipo complementario, con confianza al 100% y los mismos valores”, describe.
Los tres sabían que la propuesta era potente, pero la recepción los sorprendió. “Nuestro mayor hito fue alcanzar las 35.000 unidades vendidas en los primeros 18 meses”, destaca Manuel, para quien el principal desafío del negocio fue garantizar que cada producto sea clean. Actualmente, Holista factura $ 230 millones y cuenta con siete productos clean, veganos, cruelty free y certificados por Anmat.
“Esto significa que están libres de ingredientes como parabenos, ftalatos, fragancias y siliconas, que son muy comunes en los productos de maquillaje. Eso requiere de muchas pruebas, innovación en las fórmulas y know-how que pocos profesionales tienen, al estar acostumbrados a trabajar con otro tipo de fórmulas”, destaca Manuel, a lo que agrega los problemas de abastecimiento en insumos: “Por ejemplo, estuvimos más de seis meses sin poder comercializar uno de los productos por falta de materias primas”.
El multipropósito se da en su composición, pero también en su uso. “Con un solo producto podés lograr un look monocromático en ojos, labios y mejillas. Además, tienen ingredientes activos que cuidan la piel, al mismo tiempo que la maquillan. También son muy fáciles de usar. Se pueden usar solo con los dedos. Se difuminan muy fácilmente, lo que los hace a prueba de errores”, destaca Lucila, para quien este punto fue una de las claves del éxito: “Nuestros clientes son mujeres como nosotras que necesitan maximizar su tiempo, verse mejor, pero que valoran productos que resuelvan de manera efectiva y fácil”.
Los próximos pasos están puestos en el lanzamiento de un CC Serum, un producto híbrido entre serum y base ligera, y también productos de tratamientos para labios con color. Además, Manuel aclara que la intención es internacionalizar la marca. “Estamos convencidos de que nuestros productos pueden generar el interés en otros países de la misma forma que lo han hecho en el nuestro”, explica. Y, si bien el negocio se desarrolla 100% online, a través de su tienda, a futuro, los hermanos Verdaguer no descartan comercializar a través de otros canales.
“Creemos que nuestra propuesta es muy actual y nos encantaría que llegue a más personas en el mundo”, concluye Mariana.