Por qué la industria 5.0 puede convertirse en un "motor económico" de US$ 35 billones de acá a 2035
Sarwant Singh Colaborador
Sarwant Singh Colaborador
Los últimos siglos fueron testigos de un crecimiento impresionante en la economía global, a medida que fuimos evolucionando de una sociedad basada en la agricultura a la sociedad digital de hoy. Pasamos de ser nómadas y cazadores a vivir en ciudades y tratar de automatizar todo lo que nos rodea. Y esto no termina acá. Actualmente, vamos hacia un nivel aún mayor de crecimiento económico durante los próximos diez años. En este contexto, la Industria 5.0 se vislumbra como una oportunidad de más de 35 billones de dólares estadounidenses hasta 2035.
Un nuevo informe de mi equipo de Prospectiva en MarketsandMarkets muestra que la economía mundial, gracias a la cuarta y quinta revolución industrial, se beneficiará con 35 billones de dólares para 2035, abarcando 164 industrias y tecnologías del futuro.
La primera revolución industrial, hace unos 300 años, marcó la transición de la humanidad de una economía basada en la agricultura a una economía industrial. Este fue el verdadero comienzo de la Revolución Industrial, que continuó hasta hoy.
Las máquinas de vapor, el telar y el inicio de la producción en fábricas cambiaron la forma en que se compraban y vendían bienes; de hecho, la producción en masa basada en fábricas llevó a un aumento fenomenal en la eficiencia, lo que a su vez impulsó la expansión del comercio y el crecimiento del capitalismo.
Este punto de partida dio inicio a algo que siguió a lo largo de tres revoluciones más, cada una construyendo sobre la anterior y provocando cambios fundamentales en la producción, fabricación y consumo de bienes y, más recientemente, servicios. Aunque la primera revolución industrial fue de gran importancia, la segunda no se quedó atrás.
El descubrimiento de los electrones, es decir, la electricidad, fue el principal motor de la segunda revolución industrial, llevando a técnicas de producción en masa más eficientes, como la producción en línea de ensamblaje, y al surgimiento de las industrias del acero, el automóvil y las telecomunicaciones.
A partir de esto, la tercera revolución industrial o "Revolución Digital", caracterizada por el auge de las computadoras personales e internet, impulsó la globalización mediante una mayor conectividad, automatización, cambios laborales y la creación de la economía del conocimiento y la tecnología de la información, culminando en el auge de las empresas punto com en los años 2000.
Y acá estamos, en pleno centro de la cuarta revolución industrial, llevando los límites aún más allá con avances en IA, aprendizaje automático (ML) y el Internet de las cosas (IoT), que revolucionaron la manera en que trabajamos, transformando nuevamente las industrias y dando lugar al auge de industrias impulsadas por datos.
Juntas, las diferentes revoluciones industriales impulsaron el crecimiento económico y han creado una economía mundial que hoy asciende a 115 billones de dólares.
Mi equipo en MarketsandMarkets estudió más de 6.000 mercados en 8 sectores industriales, seleccionando 164 mercados del futuro basados en el crecimiento compuesto anual (CAGR), el tamaño del mercado, los casos de uso, las disrupciones y otros factores. Estos se agruparon en 10 megatemas, como se muestra en la figura a continuación.
Estos megatemas de billones de dólares impulsarán nuestra economía y cambiarán nuestro futuro. A continuación, un desglose de estos megatemas en las 164 industrias del futuro y su contribución de 35 billones de dólares a la economía global.
Un mundo hiperconectado se caracteriza por una conectividad ubicua, dispositivos y sistemas integrados y comunicación en tiempo real dentro de un ecosistema basado en datos, lo que permite una interconectividad global y el avance de la automatización y la tecnología inteligente.
Se estima que esta tendencia impulsará la economía global en unos US$ 12,3 billones para 2035, gracias a avances en inteligencia artificial (IA), redes 5G+, 6G, tecnología del metaverso industrial e infraestructura inteligente.
La revolución de la IA implica la adopción y el uso de tecnologías avanzadas de inteligencia artificial y automatización. Entre sus principales beneficios se encuentran la automatización de tareas complejas, la toma de decisiones basada en datos, la integración más estrecha entre industrias, el surgimiento de sistemas autónomos y los avances en aprendizaje automático y aprendizaje profundo.
Esta revolución tiene un potencial futuro de aproximadamente US$ 10,6 billones para 2035, impulsado por el crecimiento de los centros de datos y avances en la atención sanitaria, junto con tecnologías como IA para deepfake, agentes inteligentes (y dobles agentes) y la IA causal, que transformarán los sectores de salud y manufactura.
La transición energética consiste en el cambio de fuentes de combustible tradicionales (fósiles) hacia fuentes de energía más limpias, verdes y renovables, con el objetivo de combatir el cambio climático y avanzar hacia un futuro sostenible y de bajas emisiones de carbono.
Con un potencial de US$ 8,9 billones para 2035, esta transición estará liderada por iniciativas de descarbonización e hidrógeno verde, junto con la adopción creciente de energía solar, eólica, nuclear, geotérmica, combustibles sintéticos (eFuels), combustibles sostenibles de aviación (SAF), tecnologías de captura y utilización de carbono (CCU) y soluciones de almacenamiento de energía. El mercado de compensaciones y créditos de carbono ofrecerá la mayor oportunidad de crecimiento dentro de este mega tema.
El futuro de la movilidad promete ser un cambio radical, con oportunidades potenciales de US$ 2,7 billones para 2035. Los avances en tecnología de baterías impulsarán el auge de los vehículos eléctricos (EV) y autónomos, transformando la forma en que el mundo se desplaza.
Además, el lanzamiento agresivo de modelos de vehículos definidos por software por parte de las automotrices generará nuevas características y fuentes de ingresos, con un potencial de hasta US$ 1600 por vehículo por año a través de más de 300 servicios conectados para 2035.
La electrificación será un pilar clave de las industrias del futuro, con un potencial estimado de US$ 2,3 billones para 2035. El cambio hacia la electrificación, impulsado en parte por los objetivos de emisiones netas cero de muchos países, transformará múltiples industrias e infraestructuras, especialmente en la movilidad, dando lugar a una nueva generación de vehículos eléctricos con mayor autonomía y cero emisiones.
También impulsará los mercados de almacenamiento de energía en baterías y estaciones de carga, que pasarán de 5,6 millones de unidades vendidas en 2024 a aproximadamente 24,1 millones por año en 2035. Además, habrá un gran crecimiento en soluciones de carga en depósitos eléctricos y estaciones de servicio eléctricas que reemplazarán a las tradicionales de combustibles fósiles.
El futuro de la salud es, como mínimo, emocionante. El gasto en salud en el mundo occidental ya representa, en promedio, entre el 12% y el 18% del PIB. Para ponerlo en perspectiva, los EE.UU. gastó más de US$ 4,8 billones en 2023, marcando un aumento del 7,5% respecto al 2022 y superando el crecimiento del PIB del 6,1%.
Los avances tecnológicos, junto con conocimientos basados en datos, nos han permitido avanzar hacia un cuidado preventivo y basado en el valor. Las cirugías no invasivas asistidas por robots son cada vez más comunes, aumentando las tasas de éxito y reduciendo los tiempos de recuperación.
El uso creciente de IA y aprendizaje automático en salud ha resultado en diagnósticos predictivos y preventivos más rápidos y precisos, mejorando los resultados para los pacientes y reduciendo costos. También han surgido avances en genómica y biotecnología, permitiendo la edición genética y terapias dirigidas. A medida que evoluciona la atención sanitaria, sumará un potencial de US$ 1,8 billones a la economía para 2035, centrando el enfoque en accesibilidad, asequibilidad e innovación.
Los avances en sostenibilidad y la necesidad de abordar el cambio climático y la escasez de recursos llevarán a la industria de alimentos y materiales a nuevos niveles, con oportunidades potenciales de USD 1,5 billones para 2035. Debido al creciente enfoque en la salud, la producción de alimentos cambiará significativamente, con los alimentos a base de plantas convirtiéndose en uno de los mercados de mayor crecimiento.
Las innovaciones en biotecnología, agricultura de precisión y alternativas cultivadas en laboratorio cambiarán la forma en que producimos y consumimos alimentos, priorizando la alimentación de la creciente población sin dañar el medio ambiente. En cuanto a los materiales, avances similares han llevado al desarrollo de materiales sostenibles como bioplásticos, compuestos a base de plantas y alternativas recicladas, revolucionando industrias y reduciendo la dependencia de recursos no renovables.
El futuro de la era autónoma ofrecerá oportunidades por un valor de USD 1,4 billones para 2035, impulsadas por la innovación en IA, aprendizaje automático y tecnologías relacionadas. Los sistemas autónomos, desde vehículos sin conductor hasta electrodomésticos inteligentes, están en camino de hacer nuestras vidas más fáciles, eficientes, convenientes y seguras.
Si bien tomó 200 años pasar de lo mecánico a la automatización, la transición de la automatización a la autonomía de nivel 4 tomará menos de 25 años. Estos sistemas están transformando la forma en que trabajamos, desde la agricultura (agricultura de precisión) hasta la salud (cirugías robóticas y diagnósticos), la manufactura (robots autónomos y drones) y la logística (redes de entrega automatizadas).
Desde poner hombres en la luna hasta la Estación Espacial Internacional, el espacio ha fascinado a la humanidad. En las últimas décadas, ha aumentado el número de satélites enviados al espacio, y esta tendencia no hará más que crecer: más de 20.000 satélites están planificados para ser lanzados entre 2022 y 2030, un promedio de 1600 por año. El futuro del espacio representará oportunidades de US$ 0,9 billones para 2035.
Nota publicada en Forbes US.