Pfeffer del Sur: el fondo privado más grande de Latinoamérica pone el foco en productores audiovisuales uruguayos
Con una inversión de US$ 50.000, el fondo premiará a un proyecto de cine independiente en su etapa de desarrollo en el marco del José Ignacio International Film Festival (JIIFF).

Las caras de María y John Pfeffer se hicieron cada vez más familiares para los organizadores del José Ignacio International Film Festival (JIIFF). Al comienzo, el matrimonio extranjero que reside en el balneario era de los espectadores que con mayor frecuencia asistían a ver las películas que ofrecían. Después, decidieron involucrarse más y ser de los principales sponsors. Hoy, son los que hicieron posible el “Fondo Pfeffer Del Sur”, considerado como el fondo privado más grande de Latinoamérica con foco en el cine independiente

“El monto es de US$ 50.000, que se destina todo a un ganador. Esto hace que Uruguay sea muy atractivo a los ojos del exterior. Además, buscamos empoderar y darle la carta al productor uruguayo porque se prioriza mucho lo local”, aseguró Martín Cuinat, productor general de JIIFF, en diálogo con Forbes Uruguay. 

Así, las bases del fondo fueron diseñadas con el objetivo de destacar a los profesionales nacionales. “De los ocho proyectos que finalmente aplican, seis son de Iberoamérica (no pudiendo ser más de uno por país) y dos sí o sí tienen que ser de Uruguay”, detalló Cuinat. 

En caso de que el proyecto ganador no sea local, deberá asociarse con un productor uruguayo, como condición para recibir el dinero. “Es decir que el fondo lo recibe y lo gestiona siempre el productor uruguayo”, aclaró.

José Ignacio: un escenario de networking

Al momento de decidir realizar una película que entra en la categoría de “cine independiente”, se pasa por diferentes etapas que van desde la idea, hasta la concreción final de la pieza, un proceso que puede llevar varios años.

“Un guionista escribe un guion y un productor se interesa. Una vez que eso pasa, hasta que se empieza a filmar, sería lo que se llama 'la etapa de desarrollo del proyecto', que en este mundo del cine independiente implica procesos que pueden demorar dos o tres años en los que el productor genera alianzas, se presenta a diferentes convocatorias y fondos. Se trata de conseguir respaldos para empezar a producir”, explicó el productor general.

Con el paso de los años, JIIFF pasó de ser un festival que ofrecía destacadas películas a todo el público, a una plataforma para la industria audiovisual. Esto se logra a través de un área denominada “Working JIIFF” que se realiza durante una semana, en paralelo al festival, con diferentes verticales que apuntan a productores locales que inician su carrera, proyectos ya terminados y los que están en etapa de desarrollo. Estos últimos entran en la categoría “JIIFF Lab” y son los que pueden aplicar al Fondo Pfeffer.

De todos los proyectos de Iberoamérica que se presentan para participar del JIIFF Lab, un jurado especializado elige ocho -dos uruguayos y seis de diferentes países- e invita al director y productor a José Ignacio durante cuatro días para generar un espacio de sinergias y networking.

John y Maria Pfeffer. Foto: Santiago Gorostiaga

“Les acercamos tutorías de guion, producción, dirección, en la que expertos internacionales de muchísima trayectoria les hacen una devolución de su proyecto para que vayan mejorándolo, porque más allá de que el productor en la etapa de desarrollo está buscando financiamiento, el guionista está mejorando el guion, el director está trabajando con el guionista y se dan otros trabajos en paralelo en los que uno puede ayudar”, destacó.

El gran premio

Además del trabajo de alianzas y tutorías, los representantes de los ocho proyectos seleccionados deberán presentar su trabajo a un jurado que elegirá cuál de esos será el beneficiario del fondo de US$ 50.000. 

“Cuando tuvimos la oportunidad de cómo implementarlo nos preguntamos si era mejor hacer cinco de US$ 10.000 o dos de US$ 25.000, por ejemplo, pero nos dimos cuenta de que haciendo un fondo de US$ 50.000 íbamos a lograr no solamente ayudar significativamente a uno de los proyectos y validarlo en esta etapa de desarrollo, sino que Uruguay va a ser muy atractivo a los ojos del exterior. Es un fondo muy alto para la etapa de desarrollo”, destacó Cuinat.

Para poder superar el proceso de selección inicial, se deben cumplir ciertas bases detalladas en los términos y condiciones: el proyecto debe tener un mínimo de 25% de financiamiento ya asegurado, deben ser directores o directoras en su primera o segunda película como máximo y se elige uno solo por país. La convocatoria permanecerá abierta hasta noviembre y el ganador se elegirá en enero, durante la edición número 15 del Jose Ignacio International Film Festival.

Martín Cuinat. Foto: Santiago Gorostiaga.

“Este fondo lo que permite, en esta etapa de desarrollo en la que todavía falta bastante para empezar a filmar la película, es generar una coproducción inmediata. Esto es así porque si gana un productor extranjero, tiene que asociarse sí o sí con un productor uruguayo, porque es quien va a recibir el fondo y para eso nosotros nos encargamos de que se conozcan. Si gana un uruguayo, pasa a ser muy tentador para un país vecino, porque es un proyecto que ya viene validado, sumado al monto ganado”, dijo el productor general. 

El cine en Uruguay 

En los últimos años Uruguay se ha convertido en escenario de superproducciones de la mano de destacadas productoras como Amazon, Netflix y Max. Esto comenzó a incrementarse durante los años de pandemia, cuando eran pocos los países que permitían la circulación en las calles. Además, se sumó que el gobierno incrementó a US$ 12 millones el incentivo a servicios de producción audiovisual internacional a nivel local.

A raíz de eso, usando ese monto, se dan importantes devoluciones. “Te devuelven hasta un millón de dólares por proyecto. Eso hizo que Uruguay, en el sector audiovisual, creciera muchísimo. Es un sector que no tiene desempleo y de hecho hay muchas veces que traen personas de otros países a trabajar porque colapsa un poco”, explicó Cuinat.

“En un sector tan chico, que si viene Amazon con cinco proyectos tenés a todo el sector trabajando para ellos, lo cual tiene su parte buena y tal vez su parte mala porque el sector está un poco atorado dedicándose a contenidos internacionales y no a la creatividad local. De todas maneras, han crecido mucho las coproducciones minoritarias desde Uruguay, porque ahora un socio bastante tentador”, agregó.