Hace algunas semanas, el Banco Central de la República Argentina terminó de habilitar el marco legal para los pagos en dólares dentro del territorio nacional. A través de la COMUNICACIÓN "A" 8180 la entidad dispuso que "los pagos con tarjeta de débito en dólares estadounidenses deben estar disponibles para los comercios que deseen aceptar esa modalidad de pago" y ya hay algunos comercios que realizan pruebas para habilitar el servicio. 

Sin embargo, para que los pagos en dólares puedan ocurrir deben darse ciertas actualizaciones del sistema financiero que implican a distintas empresas. Por un lado están las marcas de tarjetas, como Mastercard y Visa, que ya cuentan con la tecnología hace meses. Por otro lado se encuentran los emisores de las tarjetas y los adquirentes, aquellos que permiten al negocio aceptar el pago, que tuvieron que acelerar ciertos desarrollos para llegar a la fecha establecida para el comienzo del servicio: el 28 de febrero. 

En este contexto, surgen muchas dudas sobre cómo serán los pagos en dólares, en qué moneda se pagarán los impuestos y cuáles son los requisitos para sumar para ofrecer la posibilidad a los clientes, entre otras, que requerirán de tiempo e información precisa para responderse. Mientras tanto, un buen comienzo es observar lo que ocurre en otros países de la región con sistemas similares. El caso más cercano es Uruguay donde los pagos en dólares están permitidos y hay empresas que forman parte del sistema que lo harán en la Argentina también, como es el caso de Fiserv que ofrece los dispositivos para permitirle a los comercios el cobro de los pagos.

Forbes entrevistó a Juan Ignacio De La Torre, Vicepresidente Senior y Gerente General en Argentina, Uruguay, Chile y Perú de la empresa, para conocer en detalle las operaciones en Uruguay y qué se puede aprender del país vecino para aplicar en la Argentina. 

- Con la normativa del BCRA ya establecida, ¿qué balance haces de todo el proceso para lograr los pagos en dólares en la Argentina?

El balance, claramente, es positivo. Como en todo proceso de magnitudes semejantes a las de esta normativa, es necesario el trabajo en conjunto con todo el ecosistema, desde marcas hasta bancos pagadores y, en ese sentido, el BCRA está funcionando como un buen integrador de todos los que participamos de este universo de pagos digitales.

En Fiserv, siempre decimos que el comercio tiene que estar listo para aceptar el medio de pago con el que el cliente quiera abonar su compra, y trabajamos con este compromiso. Claramente, iniciativas como estas, de permitir pagos bimonetarios, nos impulsan a ampliar estas posibilidades y acompañar la evolución del mercado.

El proceso está evolucionando favorablemente y, desde nuestro lado, confirmamos que, en febrero, estaremos listos para comenzar a ofrecer este servicio gradualmente a nuestros clientes en PosNet, Clover y en ecommerce.

- Ustedes tienen experiencia por el sistema que ya implementan en Uruguay. Teniendo en cuenta eso, ¿qué expectativas tienen para la implementación en la Argentina? 

Si bien tenemos esta misma solución disponible en Uruguay, la diferencia entre ambos países es, en parte, la idiosincrasia. En Uruguay esto es parte de un hábito hace años, no surgió como una regulación, sino por la propia experiencia de compra y venta.

El impacto de esta medida dependerá de su uso, especialmente por tratarse de una normativa de adopción voluntaria. Es una iniciativa que permite a los usuarios acceder a la opción de pagar en una moneda utilizada globalmente, lo que podría incentivar una mayor adopción en comercios y consumidores y, consecuentemente, un mayor crecimiento de la digitalización y formalización de nuestra economía nacional. Como industria no estamos expectantes a ganar nuevas transacciones, sino a no perderlas.

¿Cuáles son las ventajas y desafíos que habrá, teniendo en cuenta el contexto de la Argentina en comparación al de Uruguay?

El desafío principal, en el que estamos trabajando en este período de pruebas, es garantizar el correcto funcionamiento de cada transacción de punta a punta, desde el registro de la misma hasta la aprobación y la posterior acreditación en la cuenta elegida por parte del comercio.

- Teniendo en cuenta nuevamente esta experiencia previa en Uruguay, ¿creen que el proceso de adopción del sistema para los comerciantes será veloz o llevará su tiempo? ¿Qué tan necesario será de ahora en más que todo el ecosistema informe a los comercios para que puedan realizar una adopción exitosa?

Los comercios están expectantes por cómo funcionará esta solución, por lo que el éxito de su adopción dependerá de que el proceso tenga la menor cantidad de fricciones posibles. Los pagos se están digitalizando cada vez más, lo vimos con propinas, y en este contexto en el que tenemos una amplitud en la oferta de medios de pago, los comercios buscan aliados de servicios integrales, que les permitan estar preparados para las cambiantes demandas de los usuarios y para ofrecer la mejor experiencia posible.

- Quizás las mayores dudas de los comercios vendrán por cuestiones de cambio, impositivas, etc. ¿Cómo trabajaron esa parte en Uruguay y cómo planean hacerlo en la Argentina? ¿Tienen planeado un despliegue de material de información o de contacto con los comercios?

Es un proceso sencillo y ya estamos trabajando en nuestras comunicaciones al respecto, para que los comercios no tengan dudas sobre la operación. En las terminales, el proceso para una venta en dólares es similar al que se realiza para pesos. Se selecciona la moneda en la que se quiere registrar la venta, se confirma la operación, el usuario hace el pago con su tarjeta y se procesa la transacción. Cada transacción será transparente: se debitará en dólares de la cuenta del usuario y se acreditará en dólares en la cuenta que el comercio indique. Fiserv es agnóstico al tipo de cambio, tanto en Argentina como en Uruguay no existe ninguna operación cambiaria en el medio que nos involucre.

Lo positivo es que tanto los aranceles como las comisiones van a ser los mismos que los que se mantienen para las transacciones en pesos, por lo que el comercio no va a encontrarse con sorpresas.

- De nuevo, teniendo en cuenta la experiencia en Uruguay, ¿cuáles son los comercios o rubros con más probabilidad de sumarse al principio? ¿Son comercios grandes con grandes volúmenes de ventas o también se puede esperar que sean comercios medianos o incluso pequeños?

Si tomamos el caso de Uruguay, lo más habitual en pagos bimonetarios es la compra de electrodomésticos y de productos que se utilizan a mediano plazo. No es una modalidad que observemos en retail ni en compras de poco volumen. En Argentina, hace algunos días se viralizó una situación de un quiosco en Pilar, comercializando caramelos en dólares y abrió el debate de si las pequeñas y medianas empresas podrán hacerlo también. En Fiserv estamos trabajando para que esta solución esté disponible de forma gradual para todos los rubros. El principal foco en el país está en rubros como retail, electro, turismo y construcción, cada comercio lo aceptará de acuerdo con sus necesidades. También estamos trabajando en el universo del ecommerce, más ligado tal vez al turismo, donde los presupuestos ya están cotizados en dólares, y a grandes cadenas de electrodomésticos.

- Finalmente, ¿qué expectativas tienen para este nuevo sistema en el país y cuáles son los objetivos que se plantean como empresa en esta primera etapa y en el mediano plazo?

Estamos trabajando para que todo esté disponible el 28 de febrero, como se prevé en la normativa del BCRA. Hoy estamos enfocados en el sistema de reportería, la seguridad, y los detalles técnicos propios de la regulación que tienen que estar listos para esa fecha. El objetivo final es garantizar el éxito de cada una de las transacciones desde el minuto uno de su implementación.