Nvidia anunció que ya están en marcha sus nuevas plantas para producir sus supercomputadoras de inteligencia artificial íntegramente en suelo estadounidense, en un contexto de tensión creciente por la guerra comercial con potencias como China y Taiwán.
Según trascendió, la compañía trabaja junto a las firmas taiwanesas Foxconn y Wistron para levantar dos fábricas de en Houston y Dallas. "Se espera que la producción en masa en ambas plantas aumente en los próximos 12 a 15 meses", informaron.
La compañía estadounidense señaló que ya produce sus chips Blackwell —diseñados para inteligencia artificial generativa y computación acelerada— en la planta de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), ubicada en Phoenix.
Según un comunicado oficial, Nvidia proyecta que esta inversión genere "cientos de miles de empleos e impulse billones de dólares en seguridad económica en las próximas décadas".
La administración de Donald Trump celebra la decisión como un logro dentro de su política para fortalecer la industria manufacturera en territorio nacional.
Desde la Casa Blanca, funcionarios que antes habían autorizado una exención de aranceles para los semiconductores aseguraron el fin de semana que la medida es temporal. A su vez, el presidente Trump publicó en Truth Social que está "analizando los semiconductores y TODA LA CADENA DE SUMINISTRO DE ELECTRÓNICA en las próximas Investigaciones de Aranceles de Seguridad Nacional".
Las acciones de Nvidia, una de las siete tecnológicas más destacadas de Wall Street, bajaron levemente hasta los US$ 110,83 durante la tarde, a pesar de que los principales mercados operaban con subas.
¿Qué es una supercomputadora de inteligencia artificial?
La empresa Hewlett Packard Enterprise define la supercomputación de inteligencia artificial como "cuando las organizaciones utilizan procesadores ultrarrápidos compuestos por cientos de miles de máquinas potentes para gestionar e interpretar grandes cantidades de datos utilizando modelos de inteligencia artificial (IA)".
Antecedentes
Desde que Donald Trump anunció sus aranceles del "Día de la Liberación" el 2 de abril, decretó una pausa de 90 días en su aplicación —excepto la tasa del 145% para China—. Las futuras relaciones comerciales con los grandes fabricantes de semiconductores de Asia siguen sin definirse.
Aunque Estados Unidos concentra casi la mitad de la cuota de mercado global de semiconductores, según la Asociación de la Industria de Semiconductores, países como Taiwán, Japón, China y otros de la región también figuran entre los principales exportadores de chips.
La orden ejecutiva original que fijó los aranceles había dejado afuera a los semiconductores, entre otros productos. Sin embargo, el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo el domingo en el programa This Week de la cadena ABC que la exención tiene carácter temporal.