La industria vitivinícola sudamericana está en ebullición, y una de las noticias más recientes que confirman esta afirmación es la adquisición de la bodega mendocina Renacer -fundada en 2003 por el chileno Patricio Reich- por parte del Grupo Vitivinícola Miolo de Brasil.
Esta transacción, cuyo valor no ha sido revelado, representa una apuesta significativa del gigante brasileño en el mercado argentino, abriendo un nuevo capítulo en la historia de ambas bodegas y consolidando la creciente interconexión entre las industrias vitivinícolas de Argentina y Brasil.
Miolo: Un Imperio en Crecimiento
Con sede en Bento Gonçalves, en el corazón del Vale dos Vinhedos, Rio Grande do Sul, Brasil, el Grupo Miolo ostenta una larga tradición vitivinícola italiana -siempre se han preocupado por mantener viva la cultura italiana presente en su familia a través de generaciones- que se remonta hasta dos siglos hacia atrás en 1897 cuando se fundó la bodega.
Como lo destaca Adriano Miolo, CEO y enólogo de la empresa, "en nuestra región las cepas que más se cultivan son el chardonnay y el pinot noir, para elaborar espumantes, y para los vinos tranquilos el merlot".
Con cuatro proyectos en Brasil, Miolo produce alrededor de 10 millones de botellas anualmente y exporta a más de 40 países. Sus 1.000 hectáreas de viñedos propios, distribuidas en cuatro bodegas, demuestran la envergadura de una operación al alcance de pocos no solo en sudamérica sino también en el mundo.
Además, la compañía ha hecho del enoturismo una parte fundamental de su estrategia, atrayendo a más de 500.000 visitantes anuales a sus instalaciones en Brasil. "En Brasil trabajamos muy fuerte el enoturismo, y a Mendoza cada vez más vienen turistas brasileños," afirma Miolo que piensa un negocio más amplio que el del vino.
Renacer: Un Prestigio Reconocido Globalmente
La bodega Renacer, ubicada en Luján de Cuyo, Mendoza, fue fundada en 2003 por la familia chilena Reich. Tras 20 años de operaciones, la bodega se ha consolidado como una marca de renombre internacional, exportando a más de 40 países y obteniendo reconocimientos de la prestigiosa revista Wine Spectator, situándose entre los 100 mejores vinos del mundo.
Como expresa el comunicado de despedida de la familia Reich: "Desde nuestros comienzos, nos propusimos un objetivo ambicioso: posicionar a Renacer como un referente de calidad y excelencia en el mundo del vino."
La bodega, además de sus viñedos propios, cuenta con una moderna bodega equipada con alta tecnología y un restaurante de alta gastronomía -este año fue candidato a las estrellas Michelin-, lo cual complementa su oferta de enoturismo.
Una Alianza Estratégica: Argentina, Brasil y Chile se unen
La adquisición de Renacer por parte de Miolo no es simplemente una transacción comercial; es una alianza estratégica que une la experiencia y el alcance del Grupo Miolo con el prestigio y la calidad de Renacer.
Como afirma el mismo Miolo, "para nosotros la bodega Renacer es una bodega boutique completa, que tiene viñedos propios, una bodega muy bien equipada, con muy buena tecnología, y que también tiene enoturismo, algo muy importante para nosotros".
Este proyecto representa el "quinto terruño" para Miolo, marcando una expansión geográfica significativa, suelo, topografía, clima, biodiversidad y altitud.
La inversión también apunta a fortalecer el mercado brasileño de vinos argentinos. "El mercado de vinos argentinos crece mucho en Brasil, en los últimos años el vino argentino es el segundo más vendido en Brasil, después del chileno," explica Miolo.
"El brasileño tiene una imagen muy buena del vino argentino, percibe el vino argentino como de la mejor calidad", agrega, resaltando la importancia del Malbec mendocino en el mercado brasileño donde hoy se puede percibir entre los consumidores algo muy parecido al fanatismo.
Más que una Adquisición: un intercambio de conocimiento
La operación va más allá de una simple compra. Miolo prevé un intercambio significativo de conocimientos, tecnologías y experiencias entre las dos bodegas.
Cuando le preguntan sobre posibles cambios, el enólogo no duda en responder y explica que "no pretendemos cambiar los estilos del vino, por eso es muy importante mantener la gente que está aquí," explica Miolo, haciendo referencia al equipo enológico de Renacer.
La bodega se beneficiará de la experiencia de Miolo en producción a gran escala y enoturismo, mientras que Miolo podrá expandir su portafolio con vinos argentinos de alta calidad, dirigidos a un mercado en crecimiento.
El Enoturismo: Un Motor de Crecimiento
Tanto Miolo como Renacer reconocen la importancia del enoturismo en el negocio del vino en la Argentina. La adquisición permitirá a Miolo ampliar su oferta enoturística, atrayendo a un público brasileño creciente interesado en experiencias vitivinícolas en Mendoza, una de las pocas provincias que tiene vuelos directos desde Brasil.
Como comenta Miolo: "Vamos a poder hacer aquí un trabajo de experiencias para los brasileños que nos visiten, y para que luego compren nuestros vinos en Brasil."
Miolo, quien estudió enología en la Facultad Don Bosco de Mendoza hace más de 30 años, resalta la evolución del enoturismo mendocino, destacando la importancia de la infraestructura aeroportuaria para atraer más visitantes, y sugiriendo una mejora en la conectividad aérea como clave para el crecimiento futuro.
El Futuro de la Industria Vitivinícola Sudamericana
La unión de Miolo y Renacer es un símbolo del crecimiento y la integración de la industria vitivinícola sudamericana. La inversión brasileña en el mercado argentino muestra la confianza en el potencial de la región y su capacidad para producir vinos de alta calidad.
La sinergia entre ambas bodegas, combinando la experiencia de Miolo con el prestigio de Renacer, promete un futuro brillante para la marca, fortaleciendo la presencia de los vinos argentinos en Brasil y consolidando la posición de ambas empresas en el escenario internacional.
La transacción también refleja la importancia creciente del enoturismo como motor de desarrollo para la industria. Este nuevo capítulo en la historia de Renacer, bajo la dirección de la familia Miolo, promete un futuro de crecimiento y éxito, un nuevo "Renacer" para la emblemática bodega mendocina y una señal clara que el sector vitivinícola argentino seguirá dando sorpresas en el pr{oximo 2025. ¿Cuál será la próxima?