Hace cinco años, compartió con sus compañeros de la facultad las barritas de cereal que había hecho en su casa la noche anterior, a partir de una receta que le gustaba desde chico: el budín de frutos secos de su mamá. “Traé más barritas, Demián”, fue la respuesta de sus amigos. “Me resultó bastante sencillo llegar a un resultado que me gustase, y varias personas enseguida me dijeron si no podía hacer más para venderles algunas cajas”, recuerda Demián Alterman, que tiene 28 años y es el creador de Müecas, que pasó de convidar su merienda con amigos de estudio y trabajo, en 2017, a vender seis millones de barritas en el mercado local, en 2022.
Al principio, confiesa el emprendedor, se resistió a pensar en las barritas que él mismo cocinaba como un negocio. Pero poco tiempo después decidió arriesgar. “No había mucho que perder, y comencé a trabajar en las recetas, a estudiar los costos para saber a cuánto podía venderlas, a pensar un nombre, un packaging y tantas otras cosas más. Todo ese proceso se fue dando de una manera natural y, al poco tiempo, noté que ese proyecto incipiente iba tomando la forma de un negocio ".
El año pasado, Müecas cerró con una facturación de 260 millones. El contexto inflacionario actual es, por supuesto, un escollo que atenta contra la previsibilidad de cualquier proyección. Sin embargo, la estimación de crecimiento en la venta de unidades para 2023 es del 50 por ciento. Quizá cierre el segundo semestre arañando los 10 millones de barritas. “Para este año tenemos un desafío muy grande que es el lanzamiento de dos productos nuevos, que no tienen que ver con el universo de las barritas y que tienen como protagonista al chocolate amargo. Uno es un alfajor, y el otro es una tableta de chocolate. También estamos trabajando para que Müecas pueda llegar a Uruguay hacia mediados de año”.
¿Cuándo te diste cuenta que el emprendimiento personal se había transformado en un negocio?
Cuando vi que esto que se estaba gestando tenía posibilidades de escalar, decidí contratar a una persona para que cocinara las barritas, y así yo poder salir a vender el producto. De esta manera empecé a ofrecerlas en los comercios cercanos del barrio, en dietéticas, cafeterías y gimnasios. Hasta ese momento, todo lo que había vendido había sido por encargo, por lo que salir a vender fue un gran ejercicio para tomar confianza en el proyecto.
¿Cuál fue la inversión inicial del proyecto?
En el comienzo del proyecto no necesitábamos demasiada inversión porque cocinábamos con utensilios básicos de cocina. El primer gasto grande fue una mezcladora. Esa máquina nos iba a permitir trabajar con batches [también conocido como proceso por lotes] más grandes, y así lograr un producto más uniforme. Costó 2000 dólares, y para poder pagarla conté con apoyo familiar. A partir de ahí, todas las inversiones que se fueron realizando salieron del propio negocio.
El crecimiento fue dinámico. ¿Cómo evolucionó desde 2017 hasta ahora?
El volumen de ventas aumentó siempre más rápido que nuestros avances en producción, por lo que estábamos constantemente en movimiento. Nos íbamos mudando de un lugar a otro, agrandando la planta, comprando más equipamiento. Fueron años vertiginosos, pero de a poco pudimos pronosticar mucho mejor la demanda futura, y así transitar de manera más ordenada los procesos de crecimiento y expansión.
Mencioná tres obstáculos con los que debiste luchar como emprendedor.
-El portafolio de productos: al principio tenía distintas variedades de barras, de granolas y otros snacks, lo que dificultaba bastante la eficiencia en la producción. Con el tiempo decidí enfocarme en las 3 barras con mejor rotación: la de pasas, la de manzana y la de cacao y avellanas.
-La innovación productiva: el volumen de venta de los primeros años no nos permitía acceder a equipamiento especializado en barras, entonces teníamos que estar constantemente adaptando maquinaria e inventando herramientas para acompañar el crecimiento.
-El temor al fracaso: el proyecto había avanzado bastante y yo seguía con otros trabajos y actividades. Hubo un período donde tuve que tomar la decisión y dejar todo lo demás para poder dedicarme de lleno a Müecas. En ese momento bisagra, la incertidumbre era muy grande y realmente dudé si estaba tomando la decisión correcta.
¿Cuál es la historia de la receta familiar que dio origen al proyecto?
Mi mamá hace desde siempre un budín de frutas secas que es un éxito total. Cuando pensé en la primera barrita usé los ingredientes más distintivos de ese budín, que eran pasas de uva, damascos y almendras. Ese fue el disparador de todo lo que vino después. Hasta ahora, incluso, sigue siendo la variedad que más me gusta.
¿Quiénes son los fan de Müecas desde el minuto cero?
Mis amigos. Fueron los que más me apoyaron desde el comienzo y los primeros que empezaron a recomendarlas para que más gente las conociera. Ellos creían en el proyecto aún más que yo. Siempre recordamos los momentos en que yo las llevaba en un tupper a cualquier juntada, y hoy me cargan cuando las tienen que ir a comprar al kiosco.
El sector de barras de cereales tuvo un gran crecimiento en los últimos años, y hay más de diez grandes empresas que elaboran el producto. ¿Cómo es competir en este mercado?
El mercado de barras viene creciendo y creemos que así seguirá, ya que la barra como formato resulta un alimento muy práctico para la vida urbana y las actividades de outdoor. Müecas concentró la mayor parte de la venta de sus primeros años en los almacenes naturales. Este segmento creció de manera sostenida en la última década, y nosotros fuimos creciendo a la par. Con la demanda creciente de los últimos años nos propusimos ampliar los canales de venta para lograr mayor capilaridad y que resulte un producto más fácil de encontrar. Así es como cerramos acuerdos con grandes cadenas de autoservicios y kioscos. Ahora, vamos a compartir góndola con empresas muy fuertes y con mucha tradición en el consumo masivo. Pero no le damos demasiada trascendencia, estamos concentrados en nuestro producto y en por qué nos eligen.
¿Qué diferencia tiene Müecas en comparación con otras barritas más industrializadas?
Desde el primer momento quisimos hacer las barras que uno se haría en su casa si tuviera el tiempo. Cuidando mucho el sabor, la calidad de nuestras materias primas y cada etapa del proceso. Decidimos llevar el transparente al frente del envase porque nos gusta mostrar de qué están hechas. También pensamos en una porción que de verdad pueda cumplir la función de colación [45 gramos, casi el doble que muchas otras opciones] y no te deje con hambre.
