"Asumí muchos desafíos y riesgos en mi carrera, pero no le tuve miedo casi a nada”, dice, con absoluta sinceridad, María Julia Bearzi, directora general de Endeavor, la comunidad global de emprendedores de la que forma parte hace casi 20 años.
La ejecutiva cuenta que desde Endeavor trabajan para promover el desarrollo económico del país a partir del apoyo a la actividad emprendedora. “Tenemos mucho foco en bajar la brecha entre los emprendedores hombres y las emprendedoras mujeres. Trabajamos activamente en ese espacio y por suerte estamos teniendo resultados”, asegura.
Consultada sobre qué hace falta para que haya más mujeres fundadoras y dueñas de empresas, Bearzi destaca que la actividad emprendedora no escapa a la norma de la sociedad donde hay una brecha enorme entre hombres y mujeres en todos los espacios.
Y asegura: “Tenemos que trabajar en dos frentes: generar espacios de networking y capacitaciones, y cada una de nosotras debe apuntar a cuestiones más internas: animarnos, asumir más riesgos y hacerles frente a los desafíos que se nos presentan en el ámbito emprendedor”.
En este punto, cree que es fundamental dar visibilidad a historias, problemáticas y modelos de rol para ayudar a otras personas a inspirarse: “La inspiración es un efecto multiplicador para que haya cada vez más gente que se anime a empezar una iniciativa emprendedora que contribuya a cambiar su realidad. La Argentina necesita de todos sus emprendedores: desde los más unicornios hasta los más chiquitos”.