Intel Corporation, el importante fabricante de microprocesadores con sede en Estados Unidos, ha anunciado su decisión de vender parte de su negocio de conducción autónoma con el objetivo de recaudar capital.
Esta medida implica desprenderse de 35 millones de acciones de la compañía Mobileye Global, con la opción adicional de vender otras 5,25 millones de acciones, lo que en total generaría ingresos por valor de US$ 1.480 millones.
La operación operación se perfila como una oportunidad muy lucrativa para Intel, dado que la empresa israelí especializada en tecnologías de conducción automatizada ha experimentado un aumento en su valor de más del 100% desde su oferta pública inicial en octubre de 2022.
La decisión de Intel se enmarca dentro del ambicioso plan estratégico liderado por Pat Gelsinger, el actual director ejecutivo de la compañía, quien busca recuperar el liderazgo de Intel en la industria de los semiconductores. Para lograrlo, ha implementado una serie de medidas que incluyen la reducción de gastos y una reorganización financiera profunda.
En los últimos años, Intel ha enfrentado una dura competencia y ha perdido una parte significativa de su cuota de mercado frente a competidores como Advanced Micro Devices (AMD), Nvidia y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
Esta situación ha llevado a una caída preocupante en el valor de las acciones de Intel, lo que ha generado inquietud entre los inversores. En abril de 2020, la capitalización bursátil de la empresa llegó a alcanzar los US$ 293.600 millones, pero, en la actualidad, su valor se sitúa en menos de US$ 129.000 millones.
Con esta venta de acciones de Mobileye Global, Intel espera obtener un impulso financiero y reforzar su posición en el mercado de los chips. La compañía se encuentra en una fase de reestructuración y está buscando formas de adaptarse a los cambios en la demanda tecnológica y fortalecer su cartera de productos.