La semana laboral de cuatro días ha generado mucho revuelo después de que un estudio piloto en el Reino Unido descubriera que 9 de cada 10 empleadores y empleados participantes la prefieren al horario habitual de cinco días. Pero la noticia también ha planteado muchas preguntas.

¿Cómo, exactamente, funcionó esta semana de cuatro días? ¿Se les pagó menos a los empleados? ¿Metieron 40 horas de trabajo en cuatro días en lugar de cinco? ¿Y qué pasó con los ingresos de la empresa? Comprender algunos de los detalles del estudio puede ayudar a responder estas preguntas.

Cómo se hizo el estudio
 

El estudio probó una semana laboral de cuatro días en 61 empresas en el Reino Unido. Hubo un total de 2.900 empleados en la prueba, que duró seis meses. Un período de preparación de dos meses precedió a la transición a una semana laboral más corta. En la preparación, se realizaron encuestas al personal, se desarrollaron protocolos para tratar emergencias en el día libre de alguien, se implementaron auditorías y se agilizaron los procesos de trabajo y se introdujeron iniciativas de productividad.

No se pretendía exigir cuatro jornadas laborales más largas. De hecho, el proceso tenía como objetivo aumentar la productividad y permitir que cinco días de trabajo se completaran en cuatro —en 32 horas semanales— mientras los empleados percibían el 100% de su salario habitual.

En la práctica, la semana laboral de cuatro días no siempre significó que el trabajo estuviera limitado a 32 horas. Y aunque el 89% de los empleados se tomaba un día libre a la semana, el resto se tomaba menos tiempo libre.

Beneficios de la semana laboral de cuatro días

En promedio, los ingresos de la empresa aumentaron un 1,4% durante las seis semanas del estudio y fueron un 35% más altos en comparación con un período similar del año anterior. Además, se fue un 57% menos de personal durante el experimento de cuatro días y se redujeron los días de enfermedad y otras ausencias.

Los empleados experimentaron una mejor salud física y mental, incluida menos ansiedad, fatiga, estrés y agotamiento. A muchos también les resultó más fácil equilibrar el trabajo con el cuidado, las obligaciones del hogar y las relaciones sociales.

Al final de la prueba de seis meses, el 90% de los empleados quería continuar con un horario de cuatro días y el 15% dijo que ninguna cantidad de dinero podría atraerlos para volver a una semana de cinco días.

Cómo el trabajo se volvió más productivo

Estas fueron algunas de las formas en que se mejoró la eficiencia: las reuniones se hicieron más cortas y menos frecuentes con objetivos más claros. Los mensajes de correo electrónico y las listas de distribución se volvieron más enfocados. Algunos empleados designaron horas fijas del día para el trabajo ininterrumpido. Y se agilizaron los sistemas de comunicación y gestión documental.

Semanas laborales de cuatro días variadas

Una semana laboral de cuatro días no es una estructura única porque cada empresa tiene necesidades únicas. Cuando el personal de una pequeña empresa necesitaba trabajar simultáneamente para colaborar, la empresa cerró por un día. Otros, sin embargo, tenían diferentes arreglos de tiempo libre.

En los casos en que era necesaria una operación de cinco días, algunos miembros del personal descansaban los viernes, mientras que otros descansaban los lunes. Aunque estos eran los días libres más populares, no siempre eran prácticos. Cuando fue necesario, los empleados tomaron tiempo libre adicional en otro día de la semana. Ocasionalmente, una semana laboral de 32 horas se dividía en cinco días más cortos.

Practicidad para la mayoría de las empresas

Parece que, a partir de ahora, no hay suficiente evidencia para demostrar que una semana de cuatro días es efectiva a gran escala. Solo hay un puñado de empresas que participan en los estudios y la mayoría se encuentra fuera de los Estados Unidos. Como estaban motivados para hacer cambios, se ofrecieron como voluntarios para probar una semana laboral más corta y recibieron mucha ayuda para adaptarse.

En los negocios de hoy, el cuidado, el equilibrio entre la vida laboral y personal y el bienestar son temas importantes. También hay una tendencia creciente hacia semanas laborales más cortas.

Según una encuesta a 4.000 empleados estadounidenses, el 76% de la generación Z, el 90% de la generación del milenio, el 86% de la generación X y el 81% de los boomers prefieren una semana laboral de cuatro días. Las diferentes generaciones no siempre están de acuerdo en cuestiones relacionadas con el trabajo. Los millennials, por ejemplo, están dos veces más contentos de trabajar de forma remota que los boomers. Las diferencias generacionales parecen salvarse por el deseo de una semana laboral de cuatro días.

Cómo implementar la semana laboral de cuatro días

Es nuestra responsabilidad como líderes crear un entorno que fomente la productividad. Nuestra mentalidad debe cambiar y debemos valorar la producción real en lugar de solo las horas trabajadas.

La clave para implementar una variación del horario de 9 a 5 es involucrar a los empleados en la discusión. Obtener su opinión es crucial para cualquier cambio importante en la programación. Explicar cómo se planea realizar una prueba con este cronograma revisado para que todos puedan ver cómo funciona en la práctica.

Para aprovechar al máximo este nuevo arreglo, es imperativo darse tiempo suficiente para explorar, aprender y adaptarse. Recomiendo un período de prueba de tres a seis meses antes de hacer compromisos a largo plazo.

A pesar de que parece mucho tiempo, es probable que necesites un año completo para obtener una comprensión completa de cómo este nuevo arreglo afectará tu negocio. Durante este período, tendrás la oportunidad de ajustar tus expectativas y mejorar activamente los procesos. Es importante reconocer que las necesidades y preferencias de todos son diferentes. Podés permitirles trabajar cinco días a la semana si así lo prefieren.

Ocasionalmente, pueden ser necesarios ajustes. Si es necesario realizar ajustes en el futuro, involucrar a tus empleados en estas conversaciones puede mitigar problemas futuros. Vos ganás la lealtad y la confianza de tus empleados dándoles voz. El objetivo es crear un entorno atractivo en el que todos se sientan valorados y empoderados para tomar decisiones informadas. Una actitud entusiasta y positiva hacia el trabajo es lo que deseás de tus empleados.

*Con información de Forbes US