Flokzu es una tecnológica uruguaya especializada en automatización de procesos de gestión, que tras 10 años de trayectoria cuenta con clientes en todos los continentes. El año pasado fue adquirida por "varios millones de dólares" por el grupo sudafricano Hyperclear, lo que potenció sus posibilidades en un mercado exótico para las empresas uruguayas.
Nacida en 2015, como una spin-off de la empresa de software de automatización de procesos, Integradoc, con el propósito de abrir mercados fuera de frontera, su impronta global terminó convirtiéndose en la principal empresa del grupo. "Hace 10 años Integradoc tomó la decisión de crear la versión cloud (del producto que ya existía) en formato software autoservice, para poder llegar a un público más global y con menos dependencia de procesos comerciales tradicionales. Así surge Flokzu", recordó en entrevista con Forbes Uruguay, Manuel Gros, CEO de la empresa.
Hoy el desafío no es solamente "explotar" en el enorme mercado africano, sino también la actualización constante del valor del producto, ante la irrupción cada vez más feroz de la inteligencia artificial (IA). Por eso, la compañía proyecta, en el corto plazo, un plan agresivo de crecimiento basado en un incremento significativo de la inversión para mejorar el producto en base a IA. "Nuestro target es el mundo y nuestro foco, los procesos y las personas. Con la IA queremos ayudar a que parte del trabajo de las personas sea más fácil y se enfoque en lo relevante. Que la discrecionalidad de la persona cree valor", afirmó Gros.
¿Cuál es la clave de su modelo de negocios de software en la nube en formato autoservice?
Antes lo habitual era un software que se instalaba en servidores y eso implicaba, obviamente, una inversión enorme y además no daba la posibilidad de probar. En un banco, por ejemplo, era un proceso monstruoso. Con Flokzu, el banco puede decir necesito este tipo de herramientas, se crea una cuenta, prueba con cinco usuarios durante un par de meses y decide si le gusta o no. Eso, a su vez, es lo que nos permite tener esa escala global, porque no requiere procesos comerciales tradicionales. Cada empresa se abre la cuenta, prueba y lo puede autogestionar. Es un cambio muy grande en la distribución.
Fueron adquiridos por el grupo Hyperclear el año pasado, ¿cómo se financiaban antes?
Flokzu y todo el grupo fue adquirido en mayo de 2024, por el grupo sudafricano Hyperclear. Antes de eso siempre había sido una empresa 100% sustentada con fondos propios, donde se fueron creando productos, que permitieron ir innovando sobre esa base. Fue un camino donde el producto original de Integradoc fue el que apalancó y permitió que Flokzu pudiera crecer durante los primeros años, sin necesitar inversión externa. Ahora estamos a full con el proceso de expansión en África. Hyperclear es un grupo con mucha presencia en el continente.
¿Qué desafíos supone el ingreso al mercado africano?
El desafío principal que supone África es que es un mercado enorme y si no tenés apoyo local, te perdés un poco. Además, se mueve mucho en base a contactos y recomendaciones. Tener la pata local del grupo ahí y las sinergias con las diferentes empresas del grupo nos va a ayudar un montón. Es un mercado que tiene muchas necesidades, pero hacen cosas bien interesantes a nivel de servicios de tecnología. Por ahí, lo que les falta es más a nivel de productos propios.
Nosotros ya teníamos presencia en África con clientes como, por ejemplo, el principal banco comercial africano, que es el Banco Absa y a la Universidad Tecnológica de Senegal. Logramos tener clientes relevantes, ahora esperamos realmente explotar.
De momento, estamos muy enfocados en trabajar junto con las empresas del grupo, que son varias y detectar oportunidades en las que son clientes. Tenemos planes bastante ambiciosos de ir implementando cosas que hacemos acá a nivel digital y que allá no son tan comunes.
¿Por ejemplo?
Estrategias sofisticadas de marketing digital y captación de clientes.
¿En cuánto se vendió Flokzu al grupo africano?
No lo puedo decir, pero sí fue una operación de varios millones de dólares, una operación bastante relevante.
¿Actualmente cómo está conformada la cartera de clientes?
La mayoría son empresas extranjeras. Hoy tenemos clientes en 70 países aproximadamente. Estamos en todos los continentes. Estoy convencido de que somos una de las empresas uruguayas de tecnología que tiene más expansión. Tenemos una gama bastante amplia de clientes. Desde la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, empresas que cotizan en Nasdaq, un unicornio francés de criptomonedas, que se llama Ledger. Donde crecemos más en cantidad de clientes es América Latina, en mercados grandes como Colombia y México. En mercados, como Estados Unidos, tenemos menos clientes, pero más grandes en volumen.
¿Cómo planean potenciar esa expansión en 2025?
Estamos terminando de delinear un plan muy agresivo de crecimiento para el próximo ejercicio, con un incremento significativo en la inversión, no tanto comercial, sino a nivel producto. Queremos dar un salto de calidad, sobre todo, a nivel de inteligencia artificial (IA). No es que vamos a rehacer el producto, pero sí será como una versión nueva. Siempre enfocados en que somos un BPM (Business Process Management), nuestro target es el mundo y nuestro foco, los procesos y las personas. Con IA queremos ayudar a que parte del trabajo de las personas sea más fácil y se enfoque en lo relevante. Que la discrecionalidad de la persona cree valor.
¿La IA les supone un reto?
Sí, nos pasa que estamos en un constante debate interno. Cada día tenemos una tecnología nueva basada en IA y eso nos ha ido llevando a redefinir dónde está nuestro valor. Una de las principales conclusiones a la que hemos llegado es que queremos seguir siendo una solución de automatización de procesos fácil de usar y que tenga un componente fuerte de participación de personas en esos procesos. Actualmente han surgido un montón de otras herramientas para automatizar procesos que son 100% robots. Nosotros seguimos apuntando a las personas, pero nos sentimos en permanente escrutinio. No es que cada tres o cuatro meses tengamos que revisar nuestros valores, misión y visión, pero sí tenemos que revisar nuestro posicionamiento.
¿Por qué esa apuesta a la intervención de la persona?
Porque estamos convencidos de que por más que cada vez se van a encontrar formas más fáciles para hacer sus tareas, siempre va a haber un componente humano en los procesos de negocio de las empresas.