Corría el año 1994 cuando Leo Ferrari y Mariana Rodriguez comenzaron a cocinar cerveza artesanal en el garage de su casa, luego de un hallazgo en un viaje por Estados Unidos a visitar amigos. Por ese entonces, palabras como lúpulo, brewmaster, canillas, fermentación o incluso cerveza artesanal no eran parte del diccionario argentino, y menos aún del marplatense. Poco tiempo después, se sumaría Pablo Rodriguez al proyecto para, sin darse cuenta, con el tiempo convertirse en un ejemplo a seguir para quienes seguirían sus pasos en la ciudad de Mar del Plata, una de las cunas de la cerveza artesanal en nuestro país.
“Salimos de un garage porque Marian y yo empezamos a hacer cerveza en casa en el 94. Habíamos descubierto que podíamos hacernos la cerveza para nosotros. Nos enamoramos del hobby”, recuerda Leo Ferrari, ingeniero químico de estudios, al igual que Pablo, el único que había tenido experiencia emprendiendo hasta ese momento, y recuerda sobre sus principios: “Nos ayudó mucho nuestra profesión porque cuando comenzamos hicimos todo nosotros. Éramos los fabricantes no solo de la cerveza, sino de los tanques. Eso nos dio mucha flexibilidad o facilidad de crecimiento, y nos hizo accesibles para ser competitivos en el mercado”.
Por su lado, Pablo vuelve el tiempo atrás, y recuerda: “El inicio de Antares fue muy de ingenio propio. Al no haber conocimiento en el país, inventamos un montón de cosas nosotros en todo el proceso; inventamos cómo pasteurizar, como llenar, etiquetar, como enfriar, como servirla, también inventamos choperas y canillas. Un mercado y una categoría totalmente virgen de conocimiento, al cual luego se lo pudimos dar nosotros. Hoy todavía seguimos dando cursos a quienes vienen interesados en conocer más sobre esta pasión”.
Así, se convirtieron en una marca icónica para el mercado de cerveza artesanal, un segmento que fue ganando cada vez más participación y creció de modo exponencial en estas dos últimas décadas. Antares fue pionera en propulsar el desarrollo de un nuevo paladar aportando conocimiento a la cultura cervecera y contagiando pasión por la cerveza artesanal.
Un mural con historia y trayectoria
Mar del Plata es su territorio de origen y hoy también es la ciudad elegida para ser el epicentro de la celebración de Cervecería Antares. Con la instalación de un mural de en el bar de la fábrica donde la artista marplatense Azul Portillo hizo las ilustraciones junto a la intervención en vivo del artista Cometta de la misma localidad, que se pusieron en juego con técnicas de la ilustración y el paste-up con efectos de retoque digital, rindiendo culto al legado que supieron construir durante este casi cuarto de siglo de recorrido.
La pieza artística ocupa un espacio de ocho por cuatro metros y funcionará como la última estación del recorrido que realicen quienes hagan las visitas guiadas en la fábrica del bar. Esta instalación artística busca compartir el culto al espíritu Antares, una marca con el espíritu emprendedor de tres amigos motivados por el deseo constante de innovar y experimentar.
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Con este mural ubicado en el bar de la fábrica (12 de octubre 7749, Mar del Plata), se resalta toda la historia de Antares al tiempo que se brinda una suerte de manifiesto de principios que son propios de la marca: pasión, compromiso e innovación. “La idea es que se quede ahí para siempre. Queremos que todo el mundo que nos venga a visitar al bar de la fábrica lo pueda ver y descubrir cada detalle de nuestra trayectoria”, evocan desde Cervecería Antares.
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Mercado actual y nuevos puntos de venta
Según números de la industria, actualmente existen más de 1000 cervecerías artesanales en Argentina, que producen alrededor de 80 millones de litros al año.
Para los próximos cuatro años, Cervecería Antares, nombre que remite a la estrella más brillante de la constelación Escorpio cuál fue utilizada, hace siglos, por los navegantes de altamar para guiar sus destinos, planea crecer a un ritmo de entre 30 y 40 por ciento interanual.
“Es un crecimiento importante pero chico para el crecimiento de Antares en el mercado masivo”, comentan desde la marca que este año firmó un acuerdo con Grupo Peñaflor, mediante el cual expandirá su distribución a más de 150.000 puntos de venta, incrementando en un 50% la producción en las dos plantas marplatenses que tiene la cervecería artesanal, y llegando así a cada rincón del país. “Nuestro sueño con este nuevo esquema comercial en el canal de góndolas es estar presente y ser la cervecería artesanal más querida. Este recorrido tiene pocos meses y el objetivo es poder llegar a lugares donde no estamos”, responden desde la marca.
La marca, que cuenta actualmente con 85 empleados y en el año 2022 tuvo una producción que alcanzó los 5 millones de litros, planea abrir 2 nuevas franquicias de locales hasta fin de año, Ensenada y Chapadmalal, y proyectan abrir 8 nuevos locales en 2023. También ven con muy buenos ojos desembarcar con locales en otros países limítrofes como Uruguay, Chile y Paraguay.
En cuanto a la tecnología utilizada, muy importante para mantener la calidad de los procesos de elaboración y de cada uno de sus productos resaltan: “Tenemos la misma tecnología que en las mejores cervecerías artesanales del mundo, con mucha automatización que nos ayuda en cuidar los procesos de producción. Pero donde tenemos más inversión de tecnología es en la calidad para que, llegue donde llegue, lo haga como si recién saliera de nuestra fábrica. Uno de los motivos por los que llegamos donde llegamos es nuestra calidad, la cual no negociamos“.
