Julio Gauna dejó Mar del Plata con un pasaje en micro que le había comprado su papá y llegó a Buenos Aires con $ 300 en la mano. Al día siguiente, empezó a trabajar como camarero en el hotel Howard Johnson y en diciembre de 2007 entró en Cablevisión, donde estuvo un poco más de 10 años.
Su historia con El Desembarco comenzó en junio de 2017, cuando decidió aprovechar un acuerdo de casi $ 500.000 de la compañía de cable para invertir en un negocio propio. Con ese saldo en mano, les sugirió a unos compañeros de la misma empresa apostar por un emprendimiento de hamburguesas. Les propuse a tres amigos hacer una inversión. Uno de ellos le pidió dinero a su abuela y otro vendió su auto, recuerda.
En el competitivo mundo de la gastronomía, emprender un negocio exitoso podía parecer un desafío enorme. Para Gauna, en cambio, su visión y determinación fueron dos elementos clave para convertir una idea que surgió entre amigos en una franquicia que no tiene techo. De esta manera se aventuró con Fernando Rodríguez, Daniel Ogando y Lucas Viera en un proyecto desconocido. Con una inversión inicial de un poco más de $ 1 millón, nació El Desembarco, un nombre que surgió mientras los socios fundadores miraban la serie Game of Thrones.
Con sus locales ambientados con objetos de barcos (incluso con algún recuerdo del crucero ARA General Belgrano), la empresa tiene un crecimiento de 30% por mes y una facturación que llega a $ 7 millones mensuales por cada local. Este crecimiento se debe a tres razones principales: un aumento fijo del 8% en el menú, la apertura constante de nuevas sucursales y el crecimiento en la demanda de hamburguesas, asegura Gauna.
Lo que comenzó como una pequeña hamburguesería en el barrio de Boedo hoy se convirtió en una cadena de locales en la Argentina y Uruguay, y flamante protagonista de una nueva sucursal de 160 m2 en el barrio de Providencia, en Chile, que contó con una inversión de US$ 250.000 y pretende ser el primero de 10 locales planificados para ese país. Además, prepara su nunca mejor denominado desembarco en España para mediados de 2024.
Pisar fuerte en el mercado
El primer local, en Castro Barros e Independencia, lo armó Gauna con su papá y el tío de uno de los socios. Un chef que había trabajado con él en el hotel lo ayudó a hacer las recetas iniciales y, gracias a una presentación previa en Facebook que obtuvo unos 15.000 seguidores, el día de la inauguración había dos cuadras de personas. Aunque los primeros meses luego de su apertura representaron muchos retos que casi llevan a Gauna a rematar el local, el enfoque en la calidad del producto y el servicio al cliente resultaron fundamentales. Con la ayuda de Tomás Calvagna, creador de El Club del Bajón, el local de Boedo se volvió a llenar de público.
A medida que se abrían nuevas sucursales y se vendían más hamburguesas, la facturación mensual aumentó. Sin embargo, uno de los principales desafíos de la compañía fue la falta de estructura y personal para acompañar su rápido crecimiento. De a poco, empezamos a tener un pan estable, una profesional en la cocina, redes sociales y ventas por la app Glovo. Para diciembre de 2019, éramos la segunda hamburguesería con más ventas online de la Argentina (sacando las tradicionales), detalla el emprendedor.
Si bien cuando llegó la pandemia El Desembarco ya tenía seis sucursales, la coyuntura obligó a los socios a cerrar los locales, pero sin echar a nadie. Siguieron trabajando a puertas cerradas, les pidieron colaboración a los vecinos para mantener a las familias de los empleados y comenzaron a elaborar diferentes menús para captar clientes nuevos. De esta manera, sus ventas por delivery y plataformas digitales crecieron de forma exponencial y ayudaron a la apertura posterior de otras hamburgueserías.
Semillero de oportunidades
La franquicia de El Desembarco se presenta en tres modelos de negocios: Al paso, Seating y Dark Kitchen, y sus hamburguesas se destacan por ser artesanales, preparadas en el día, sin aditivos o conservantes y no están congeladas. Además, el menú cuenta con sándwiches, panchos, propuestas veganas y opciones gluten free. Las hamburguesas vienen en combo con más de 20 variedades y se pueden pedir con las cervezas artesanales de la casa. El Desembarco vende unas 100.000 hamburguesas por mes y espera que aumente a 150.000 o 160.000 para fines de este año. Quiero perdurar en el tiempo y hacer algo histórico, sueña Gauna.
Su enfoque en el cuidado de la experiencia fue clave para generar lealtad y mantener un crecimiento constante. Por otra parte, también les garantiza a sus socios franquiciados una rentabilidad mensual de entre US$ 3.000 y US$ 5.000 en la Argentina y de US$ 10.000 a US$ 15.000 en Uruguay y Chile. Insistimos mucho en que los empleados atiendan bien a nuestros clientes porque, cuando llegan al local, es como si estuvieran entrando a su casa. El servicio es todo, sentencia el fundador, y añade: Miro las ventas de los locales todos los días. Y, cuando bajan, mando a alguien para ver qué pasó.
Definiéndose a sí mismo como un loquito de la guerra, Gauna vende cada franquicia a US$ 60.000 y asegura que, con una rentabilidad mensual de US$ 4.000, la inversión se puede recuperar en 15 meses.
Crecimiento acelerado
La empresa cuenta con 24 locales en la Argentina, entre CABA y el Gran Buenos Aires, e inaugurará siete más antes de fin de año. Además de sus franquicias en Uruguay y Chile, Gauna espera abrir nuevas sucursales en Paraguay o Perú antes de que termine 2023. Lima es un mercado muy atractivo debido a
su estabilidad política, su alto ingreso per cápita de los últimos cinco años y el gran crecimiento de las ventas a través de servicios de entrega a domicilio, que son muy populares en ese país, subraya.
Y aunque muchas personas de entre 14 y 45 años pertenecen al público objetivo de la hamburguesería, la empresa se enfoca en las familias como sus clientes principales. Por eso, cada local cuenta con servicios para niños, como sillas para bebés y crayones.
El Desembarco posee 850 empleados y un centro de producción propio. Aunque enfrenta desafíos relacionados con el crecimiento rápido y la falta de estructura, Gauna asegura que el éxito de sus franquicias se debe a la sinergia grupal y el apoyo mutuo. El Desembarco lo hacemos entre todos, asegura. Sin duda, el objetivo final del empresario es perdurar en el mercado. Y el de sus más de 70.000 clientes por mes es el de seguir eligiéndolo.