Una marca argentina ostenta por segundo año consecutivo el primer puesto en el ranking de las 100 mejores olivícolas del mundo según AOVE Ranking Mundial, por encima de productores de países como España, Portugal, Turquía, Italia y Túnez. Se trata de Olivícola Laur, fundada en 1906 y pionera en el país en la elaboración de aceite de oliva extra virgen. La compañía participó de 12 concursos durante e 2022, obtuvo un total de 134 premios, alcanzando un puntaje de 7041 puntos que lo pone muy por encima del segundo con 5704 puntos.
La historia de Laur, que hoy emplea a 30 personas y produce 450.000 botellas de aceite de oliva al año, comenzó a escribirse hace casi 134 años, cuando don Francisco Laur, un inmigrante francés, se instaló en la zona de Cruz de Piedra, en la provincia de Mendoza, donde se armó una colonia gala. Desde 2010, la aceitera está en manos del Grupo Millán, una empresa mendocina que emplea a 3.500 personas propietaria también de Átomo Supermercados, Acetaia Millán, Bodega Los Toneles, Mosquita Muerta Wines, Fuego Blanco Wines, Familia Millán Wines Series, Restaurante Abrasado y la destilería Casa Tapaus.
En un mano a mano con Forbes, Gabriel Guardia, Gerente General de Laur y enólogo especializado en aceite de oliva, compartió los planes de la compañía y su compromiso con la comunidad, y analizó la coyuntura local. “Si bien Mendoza tiene una deficiencia de olivos importantes, es decir, se han talado muchísimos olivos y estamos en ese camino de recuperación, hemos tenido una campaña de cosecha muy buena, es decir, los olivos han dado mucha producción. Así que estamos contentos con la cantidad y con la calidad”, comparte.
-¿En qué lugar estará la estrategia del negocio en el corto y largo plazo?
La estrategia de negocios de Laur es seguir en el camino de la calidad, seguir superando nuestras propias barreras, seguir superando nuestros logros. Hemos llegado a ser la olivícola número uno del mundo por segundo año consecutivo. Queremos seguir innovando, seguir pensando y soñando en grande. Siempre tenemos nuevas ideas orientadas al negocio y a la calidad.
Si lo pensaba hace diez años atrás dónde íbamos a estar ahora, no lo hubiera imaginado. Realmente nuestro objetivo es seguir re descubriéndonos, en cada paso que damos con el aceite de oliva.
-¿Cuánto producen anualmente?
Producimos 450.000 botellas de aceite de oliva al año en todas nuestras marcas (Clásico Extra Virgen, Blend de Terroir Cruz de Piedra Orgánico, Blend de Terroir Altos Limpios, Blend de Terroir Medrano, Gran Mendoza Premium, Contraviento y Gran Laur).
-Ganaron una distinción como mejor aceite de oliva. ¿Cómo fue esa experiencia?
El primer año que ganamos la distinción como la olivícola nº 1 del mundo fue en el año 2021, fue una gran sorpresa, me llamaron por teléfono y me dijeron que habíamos salido primero en el ranking mundial por primera vez y quedé en shock, hasta que me cayó la ficha y fue una gran fiesta, una emoción muy grande.
Y el segundo año se vivió de la misma manera, con muchísima emoción. Esta distinción nos ha abierto un montón de puertas en el mundo, porque hemos hecho una vidriera sobre el aceite de oliva argentino más allá de la marca.
-Recientemente abrieron Experiencia Laur, ¿en qué consiste?
Experiencia Laur es el flamante espacio gastronómico de Olivícola Laur y Acetaia Millán, la gastronomía de este nuevo espacio ofrece una cocina mediterránea a base de fuegos y acompañado de aceto balsámico y aceite de oliva. Ubicado en Maipú, provincia de Mendoza, con la experiencia y la filosofía de Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles (del mismo grupo, Familia Millán) pero con un perfil más distendido y con estilo campestre. Así nace este nuevo proyecto, con la idea de enaltecer todos sus productos, desde los aceites, acetos, vinagres, conservas hasta los vinos, que ahora podrán disfrutarse en una propuesta completa.
-¿Qué inversión demandó esta apertura?
La inversión que se necesitó para abrir Experiencia Laur está cerca de los US$ 300.000. Hoy en día estamos trabajando con una experiencia de aceite de oliva, aceto balsámico y fuego, con todo el plantel del restaurante Abrasado. Pero el objetivo es un poco más ambicioso todavía, lleva tiempo pero vamos en camino.
-¿Cómo llevan el tema de las exportaciones?
Exportábamos a 17 países hasta que empezamos a tener esta brecha gigante del dólar, en donde nuestros costos son en dólar blue y nuestra ganancia en dólar divisa. Nos costó muchísimo conquistarlos, fueron viajes, un montón de recursos que se gastaron durante varios años para ir logrando una confianza e ir logrando un posicionamiento. De todos ellos, hoy nos quedan cuatro nada más, que nos mantienen por nuestra calidad, no por nuestros precios.
-¿Cuánto factura la empresa y cuál es su objetivo de crecimiento?
En los últimos diez años, Laur ha crecido 1.250%. Venimos con un crecimiento sostenido de casi el 100% todos los años. Varía algún que otro porcentaje por la coyuntura económica, pero nuestro crecimiento año a año se duplica. Así que la idea es poder producir muchísimo más aceite de calidad y seguir en este ritmo de crecimiento en la Argentina.
-¿Cuáles son los proyectos que tienen planeados para este año?
Los proyectos que tenemos pensados para este año básicamente radican en elaborar aceites altos en polifenoles. Queremos hacer un súper alimento y enfocarnos absolutamente en la calidad y en todo ese poder antioxidante que tienen los aceites de oliva.
Durante este año estamos haciendo aceite de oliva, de aceitunas completamente verdes, con bajísimos rendimientos pero que nos han ayudado a tener aceites muy altos de polifenoles. Queremos hacer un aceite de oliva a nivel curativo y superar esta barrera del aceite de oliva para las ensaladas.
-¿Algo más que puedas adelantar?
Este año vamos a lanzar un nuevo producto, alto en polifenoles y alto en antioxidantes. Los antioxidantes del aceite de oliva son retardadores de envejecimiento celular, cuando el aceite de oliva está bien hecho y de aceitunas verdes, hemos desarrollado un proceso para poder tener aceite de oliva más altos de lo normal, es por eso que este año vamos a hacer este gran lanzamiento.
No es un producto económico porque necesita 100 kilos de aceituna para hacer cuatro litros de este aceite, pero la idea es sacarlo en un envase especial donde sirva básicamente para tomar todas las mañanas en ayunas, y el 30% de la recaudación de ese aceite va a deliberar, producto para los chicos con autismo. La idea es poder hacer que todos los chicos con autismo puedan tener acceso a este aceite medicinal, sin costo y que lo pague el negocio. Así que ese es nuestro proyecto.