Bodega Garzón superó sus metas de crecimiento, registró números récord y ahora busca ir a más, al rediseñar todas sus etiquetas en las líneas Estate, Reserva y Single Vineyard. La marca se ha convertido un ícono como producto de exportación y ahora toma este riesgo para que su propuesta entregue una experiencia de mayor lujo.
En el ejercicio fiscal que terminó el 30 de junio, Garzón en Uruguay creció un 60%, informó Christian Wylie, managing director de Bodega Garzón. Eso es obviamente un rebote de la pandemia, pero además crecimos 25% sobre el ejercicio normal anterior. Año récord, remarcó.
Sus palabras tuvieron como marco una cena para un grupo de clientes y prensa especializada, en el restaurante ubicado en las torres de Fendi Château, un proyecto de exclusivos apartamentos en la parada 17 de playa Mansa (Punta del Este).
El ejecutivo valoró que la marca está súper sana, gracias al consumo de quienes eligen básicamente por el líquido, que es lo que hace que el vino rote y siga la fiesta.
La cena, de hecho, contó con la participación del winemaker y enólogo asesor de Bodega Garzón Alberto Antonini, quien hizo posible el ambicioso proyecto del magnate argentino Alejandro Bulgheroni y su esposa Bettina, quienes le encargaron crear los viñedos en 2007, en una zona donde no existía esa producción. Hoy tiene 1.500 parcelas.
La última vez que la empresa tuvo un cambio de imagen fue en 2016. Ha sido un recorrido realmente espectacular, superamos nuestras metas y nuestros planes a tres años, a cinco, incluyendo la pandemia, destacó Wylie.
En sus palabras de bienvenida, el ejecutivo compartió varios números que reflejan el peso de Garzón en el mercado uruguayo y su expansión internacional.
De Uruguay al mundo
Garzón ya está presente con sus vinos en 60 países. Hace seis años eran tres. Nos fuimos de, si no me equivoco, 4.000 cajas a 150.000 cajas. Son casi 2 millones de botellas a un precio promedio de posicionamiento altísimo en exportaciones en el mundo y en Uruguay, señaló el managing director.
Arriba de US$ 10 la botella, el 50% del vino que se consume en Uruguay es de Bodega Garzón, es casi 3 botellas de cada 5. Eso es espectacular. Es muy fuerte, dijo Wylie.
Un dato particular de Garzón es que dos tercios de su facturación corresponden a exportaciones. Eso es extraño en Uruguay, un país que con suerte exporta un 5% de sus vinos", valoró el ejecutivo.
En exportaciones, el mercado principal es EE.UU. ("donde hemos tenido mucho éxito"). "En Brasil la marca se ha transformado absolutamente en aspiracional y estamos trabajando muy bien mercados súper competitivos como Inglaterra, Japón y desarrollando toda Asia y Europa, dijo Wylie.
Toda esa consolidación no detiene a Garzón, que se propuso concretar un cambio fuerte en su imagen, al rediseñar las etiquetas de sus tres líneas (Estate, Reserva y Single Vineyard).
Cuando uno cambia el packaging es un riesgo enorme, admitió Wylie.
De los "Estate a los Reserva
En la línea Estate, se buscó prestigiar la imagen con un estilo clásico y elegante. Se incorporó un código de colores en las etiquetas que respeta la juventud que caracteriza a estos vinos de corte. Por otra parte, se optó por puntas recortadas. Lo usan los grandes château, los íconos argentinos y chilenos. Es un statement: nosotros empezamos acá, no terminamos acá. Es parte de nuestra filosofía de mejora continua, dijo Wylie.
De hecho, hay algunos vinos que comenzaron como Estate y hoy están bien posicionados como Reserva. El Albariño es un claro ejemplo. Hoy es líder de la categoría en Uruguay, afirmó Wylie.
Es un vino blanco que en Uruguay se vende a 600 y tantos pesos y es un paradigma. Estoy casado hace 20 años con una uruguaya y (en aquel entonces) no se vendía una botella de vino blanco en más de US$ 5… y no era muy bueno. Hoy es un producto muy importante y está creciendo más que el Tannat en el mundo, agregó.
La línea Reserva, en tanto, es la que más se vende el mundo. Esto es una peculiaridad de Garzón. Normalmente, las bodegas tienen un portafolio piramidal, donde lo más barato es lo que más se vende. En este caso, es como una especie de diamante invertido. Reserva es lo más exitoso, desde el Tannat Reserva que entró entre el top 100 del mundo en WineSpectator, ilustró Wylie.
En esta línea se buscó despejar la etiqueta y se incorporó el nombre de Garzón en dorado, premiumizando y mejorando siempre la comunicación con el consumidor final, explicó el líder de la compañía.
El restyling más completo
En la línea Single Vineyard (de alta gama) se incorporaron etiquetas negras para los vinos tintos, que buscan lograr una imagen más premium y moderna, mientras que los blancos mantienen su clásica etiqueta blanca que destaca la elegancia y frescura de estas cepas. Se añadió el color dorado para realzar la marca Garzón pero también en la línea, las parcelas del terroir y la bodega.
Es una comunicación más elegante, más moderna, más vanguardista, que gracias a Dios ha sido muy bien recibida, dijo Wylie.
Este trabajo lo estuvimos presentando en el mundo desde la Feria Prowein en mayo. Y tuvimos la fortuna de que el Tannat Single Vineyard ganara el Trophy al mejor tinto. Son todos méritos espectaculares de una marca que se ha posicionado como la marca de lujo del Uruguay al mundo", concluyó con orgullo el managing director de Bodega Garzón.
La compañía apuesta a que, con el tiempo, el foco o la mayor cantidad de volumen de su producción sea esta línea Single Vineyard.