En la entrada de la primavera y en plena recta final del ciclo electoral, el agro uruguayo no para. Es que la dinámica de una producción mayormente a cielo abierto no deja espacio para demasiada especulación y la rueda tiene que seguir girando.
Para el director del escritorio rural Indarte & Cía, el ingeniero agrónomo Fernando Indarte, la coyuntura del agro luce desafiante por una rentabilidad presionada por el "atraso cambiario".
En entrevista con Forbes Uruguay, el operador dio su visión sobre lo que espera de la próxima zafra de reproductores, del interés constante que siguen mostrando los extranjeros por hacerse de campos agrícolas y forestales independientemente del ciclo electoral y de las prioridades que debería encarar el próximo gobierno.
¿Cómo está hoy la coyuntura del agro en términos generales?
Se viene recuperando de la seca. Todavía queda algún coletazo pero, por suerte, las cosas se acomodaron relativamente rápido. Queda solucionar un poco el tema financiero de esos ejercicios que fueron a pérdida en los distintos rubros, pero la productividad ha sido muy buena. Los valores hoy vienen siendo promedio en casi todos los rubros y en algunos de ellos, por encima de la media.
¿Qué papel juega la cotización del dólar?
Lo está sufriendo toda la parte productiva, independientemente del rubro. La pérdida de competitividad por el valor del dólar es una de las principales causas de la baja rentabilidad del sector en este momento. La foto de hoy no está mostrando eso. Por otro lado, creo que fue un acierto tener la inflación en los niveles de hoy, algo que hacía mucho tiempo no se veía en el país. En eso es tamos todos de acuerdo.
El tema es que es una balanza donde en el otro plato tenés la productividad y la competitividad. Entonces, una de las disposiciones que se tomaron para reducir la inflación fue el anclaje del dólar con distintas medidas financieras.
No soy economista, pero, por ejemplo, tener letras de regulación monetaria (LRM) con una tasa muy alta incentiva a que vayas a cambiar dólares a pesos, además tenés los dólares que entran por la inversión.
¿Se inclinó mucho la balanza para un lado?
Creo que el fiel de la balanza se fue demasiado para un lado. En mi visión, hubiese sido más sano algo más intermedio. De vuelta, nadie quiere inflación porque es malo para todo el país, para los asalariados y para los que no tienen salarios. Estamos desequilibrados para un costado.
Deberíamos tratar de ir a un equilibrio donde el dólar valga más. Lo digo sin saber el porcentaje exacto, pero con un tipo de cambio 10% más alto tenés claramente otros números de rentabilidad para el sector el productivo. De todas formas, da la sensación que hoy el productor tiene otro estado de ánimo, más allá de esa "mochila financiera" que dejó la última sequía.
Cuando se le dan las condiciones, el productor se dedica a hacer lo que sabe: producir más y va para adelante. Los agricultores, por ejemplo, tu vieron un revolcón con la última zafra de verano, pero hoy ya estamos viendo cultivos de invierno excepcionales en la zona del litoral.
Por su lado, el sector arrocero viene de una zafra muy buena y se encamina a otra por igual. El sector forestal también estuvo muy bien. Y en lo que respecta al sector ganadero, con precios que están por en cima de lo que todos preveíamos por un tema de escasez.
Suelen estar en contacto permanente con inversores del exterior que llegan al país para comprar campos.
¿Qué tipo de tierras son las más pedidas hoy?
Hoy los campos agrícolas y forestales son los más taquilleros y son los que pide todo el mundo, sean extranjeros o sean uruguayos, por las características que tienen. Para los campos ganaderos hay mucho menos pedidos y es mejor si los campos están ubicados al sur del río Negro.
Realizamos distintas operaciones este año, casi todas ellas con características de grandes extensiones de hectáreas, algún par muy grandes en el sector forestal.
Después, hay algún grupo que está comprando campos grandes que viene su mando mucha área. Los negocios más chicos, de campos menores, no se hacen tanto porque no hay campos para la venta, sí hay mucha demanda.
¿Está más frío hoy ese mercado por el ciclo electoral?
Las elecciones no están influyendo para nada en el ánimo del inversor en Uruguay. Una de las cosas que tenemos y que la gente valora es la estabilidad en todo sentido y en la política ni que hablar.
Ya quedó probado que si hay rotaciones de gobierno no hay cambios en la dirección del país. Para nada los inversores están a la expectativa de qué pasa con las elecciones a la hora de invertir en tierras. Es una inversión a muy largo plazo.
Estamos ingresando en una nueva zafra de venta de reproductores de primavera en la ganadería vacuna con un aumento del stock de vacas de cría.
¿Qué expectativas tienen en lo previo con el desempeño de los distintos remates que habrá hasta noviembre?
Estamos en un momento donde hay una disponibilidad muy buena de forraje, donde los animales llegan a la parición con muy buen estado corporal, por lo tanto, va a ser mucho me nos trabajoso que de costumbre volver a preñar el ganado de cría; esa es una gran noticia.
Después, el productor sabe que la inversión en genética se devuelve o vuelve en rentabilidad, en más ingresos. No es solo tener animales lindos, sino que tener animales buenos por su clase vale más que los ganados generales. Entonces, el negocio de invertir en genética para esta zafra de ventas de reproductores está fuera de discusión, porque mejorás tu rodeo y después vale más.
Por otro lado, también, desde hace muchos años a esta parte, se rompió aquel paradigma de que cuando había muchos terneros valían menos. Esto explica do, en parte, por la exportación en pie. Eso es una gran cosa para el criador, porque tiene de alguna manera asegurada la demanda, no el precio. Este año los terneros promediaron más o menos US$ 450, es un valor muy alto y esto anima también a la gente a volver a entorar los más de 4 millones de vientres de cría en esta zafra.
¿Puede darse cierto repliegue de la agricultura a favor de la ganadería en vista del panorama actual de los precios de los granos en los merca dos internacionales?
Hoy la forestación está cerca de los 2 millones de hectáreas y todos teníamos temor de que desplazara a la producción y no pasó nada. Después vino la agricultura, que tiene 1 millón y pico de hectáreas bajo secano, y tampoco pasó absolutamente nada. Al contrario, mejoraron todos los coeficientes productivos de la ganadería como la baja en la edad de faena, por ejemplo.
Eso quiere decir que los animales se recrían mejor y se terminan más rápido. Hoy la ganadería se especializó en los lugares donde se produce. Sí hay que tener en cuenta que pasamos de un stock ovino de más de 28 millones de cabezas hace 3 décadas atrás a poco más de 5 millones el último año.
La ganadería no necesita competir con la agricultura. Como existe la necesidad de cuidar la rotación en los campos agrícolas para respetar el plan de manejo y uso de los suelos, ahí ingresa la ganadería por la necesidad de implantar pasturas.
¿Qué temas centrales debería encarar el próximo gobierno para darle una mejora de la rentabilidad a la producción pecuaria?
La mejora de la inserción internacional es algo que han buscado los últimos gobiernos. Tenemos casi todos los merca dos abiertos, pero no les podemos vender porque nos cobran hasta el 40% de arancel (como Japón, Corea). En Europa, por ejemplo, nunca se logró bajar. Hay que seguir insistiendo por el lado de los aranceles.
Este gobierno en particular trabajó mucho en eso y la verdad que con poco éxito porque no nos aflojaron, por decirlo vulgarmente. Y eso es una de las cosas que ayudan, porque son cientos de millones de dólares que la ganadería está pagando de aranceles por venderle hoy a mercados como EE.UU., el segundo destino para la carne vacuna en lo que va de este año.
Una cosa más amplia y más difícil de hacer es bajar el costo del Estado, don de hay que seguir trabajando, porque eso también hace a los costos internos de producir y la competitividad. Como tercer punto está el tema del dólar, que espero pueda corregirse.
FOTOS: NICOLÁS GARRIDO
*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de octubre de 2024