Los precios del petróleo se recuperaron cerca de un 10% en los últimos días hasta superar los US$ 74 por barril, pero aún están lejos de los US$ 100 o incluso de los US$ 90 registrados en los últimos años, y la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) tiene poco que hacer al respecto.
De acuerdo a John Kilduff, socio en Again Capital, el motivo es que Estados Unidos estuvo produciendo grandes cantidades de petróleo, llegando a niveles récord de producción y exportaciones de crudo. “La OPEP+ simplemente no puede recortar lo suficiente para mantener un precio muy por encima de donde estamos ahora”, destacó.
Desde el máximo de marzo de 2022, la materia prima ya perdió un 43% de su valor en dólares, rozando niveles no vistos desde mediados de 2018. Para alcanzar nuevamente el tope, el barril debería dispararse un 74% nominal.
Esta fuerte tendencia bajista se produjo cuando Estados Unidos bombeó una cantidad sin precedentes de petróleo, llenando los mercados de oferta y atentando directamente contra los intentos de la OPEP de incrementar las cotizaciones recortando la producción.
De cara al futuro de corto plazo, Kilduff predice que, en términos más generales, habrá un desmoronamiento de la demanda de combustible ante una desaceleración de la economía global, lo que seguirá afectando al rubro petrolero.
"En general, acá hay vientos en contra en términos de perspectivas económicas", indicó. “La razón por la que los bancos centrales globales están recortando las tasas no es sólo porque la situación inflacionaria potencialmente fue controlada, sino porque las perspectivas económicas se están suavizando, y eso va a influir directamente en la demanda de petróleo crudo y de energía para el próximo año”, agregó.