La pandemia de covid-19, como es sabido, generó una crisis a nivel mundial que impactó en todas las esferas. A nivel económico, se registró una marcada desaceleración y la gran mayoría de los rubros se vieron afectados. Sin embargo, dos años después, el panorama parece ser positivo.
En el último relevamiento realizado en octubre de este año por Exante a más de 300 gerentes y altos ejecutivos de empresas uruguayas, más del 80% señaló que la actividad de su empresa ya alcanzó o superó los niveles registrados antes de la pandemia.
Esta respuesta está en línea con lo indicado por más de la mitad de los encuestados (54%), quienes aseguraron que la situación general de sus compañías es mejor que hace un año, acorde con su evaluación sobre la marcha de la economía.
En el mismo marco, un 38% consideró que las ventas de su empresa en lo que va de 2022 son “más altas” respecto a lo presupuestado para este año, mientras que un 46% indicó que son “similares” y un 16% “más bajas”.
Asimismo, la valoración que hacen los ejecutivos del clima de negocios sigue siendo “excepcionalmente favorable”, indicó Exante. De hecho, las respuestas se mantuvieron prácticamente estables respecto al relevamiento de abril y siguen pautando la mejor evaluación en una década.
En ese contexto, un 88% de los ejecutivos consultados consideró que el clima de negocios es “bueno” o “muy bueno” y ninguno opinó que sea “malo” o “muy malo”. Sin embargo, un 12% sostuvo que es “regular”.
Previsiones moderadas
Si bien la valoración en general fue positiva, muchas de las respuestas demostraron que hay una tendencia a la moderación de cara al futuro. Por un lado, la proporción de ejecutivos que espera que la situación económica mejore el año próximo se moderó de manera importante y predominaron las respuestas neutras.
Esto es consistente con que ya se completó el “rebote” del shock del covid-19 y con el escenario internacional adverso que incluye la guerra entre Rusia y Ucrania, la situación económica en Estados Unidos y el hermetismo de China.
De todas maneras, el saldo neto entre respuestas positivas y negativas es notoriamente mejor al que se observaba previo a la llegada de la pandemia.
También cedió en forma significativa el balance de expectativas respecto a la evolución futura del clima de inversiones: mientras que en abril de este año un 56% opinó que dentro de un año estaría “mejor”, en octubre esa respuesta descendió al 24%.
Por otra parte, las expectativas de aumento del empleo volvieron a ser más moderadas que las de incremento de la producción, de la inversión y de la rentabilidad de las empresas, aunque el saldo neto de respuestas sigue siendo positivo y bajó poco respecto a los dos relevamientos previos en octubre del año pasado y abril del año en curso.
En ese sentido, mientras que en abril un 34% había indicado que el empleo en su empresa “aumentará” en 2023, esa cifra bajó cinco puntos porcentuales en la última encuesta. De forma contraria, el total de quienes consideraron que no variará pasó de 57% a 60% entre un relevamiento y el otro. El porcentaje de quienes consideran que disminuirá también aumentó y pasó de 9% a 11%.
Inflación y dólar
Al igual que el resto de los países del mundo, en Uruguay el aumento de la inflación persiste, incluso más de lo previsto. Aún así, los ejecutivos esperan que ceda y que el año que viene cierre en torno al 8%. A su vez, menos del 20% de los encuestados consideran que la inflación entrará dentro del rango meta en un horizonte de 3 o 4 años.
En la misma línea, al ser consultados sobre cómo calificaría la gestión del gobierno con respecto a la inflación, un 43% aseguró que es “buena”, un 46% que es “regular” y un 11% que es “mala”.
En cuanto al dólar, los ejecutivos consultados en general aguardan un tipo de cambio más alto que el fijado actualmente, incluso aunque ha subido poco en los últimos meses en relación a lo visto en el resto del mundo. El promedio de respuestas es de un tipo de cambio de $ 44 con un horizonte de un año.
