Aunque parece más bien un año, la pandemia de COVID-19 terminó oficialmente hace sólo seis meses, lo que hace de esta temporada navideña la primera gran prueba de la nueva economía minorista normal y nos da una idea más clara de cómo la crisis cambió nuestra forma de vivir y de gastar.
Y según las conclusiones de algunas encuestas, hoy los consumidores parecen estar menos centrados esta temporada navideña en las "cosas" (artículos para el hogar, electrodomésticos, electrónica y otros artículos de alto precio) y más en la ropa y los productos de cuidado personal.
En una encuesta reciente de First Insight, encabezan la lista de las compras navideñas probables de este año la ropa y las tarjetas regalo.
Es arriesgado extrapolar a partir de datos a corto plazo, pero una conclusión que me parece posible es que la gente sale más (los restaurantes están cada vez más concurridos), viaja más y aparece del aislamiento de los años de pandemia con ganas de tener buen aspecto.
Es posible que los consumidores estén renovando sus placares y engalanando sus apariencias.
Según un informe reciente de Circana, una empresa de investigación sobre el consumo, las ventas de productos de belleza están aumentando.
Según Larissa Jensen, asesora del sector de la belleza de Circana, este segmento fue "el niño mimado del comercio minorista durante el primer semestre de 2023, manteniendo su posición como el único sector que creció en función de las unidades vendidas en todas las categorías de mercancías generales y bienes de consumo envasados".
Las vacaciones siempre están llenas de sorpresas, y este año tendrán más de las que se merecen según todos los datos.
