Cuarta generación: la historia de la familia uruguaya que popularizó el fainá y conquistó al 70% del mercado
Los Nocelli Mariño perpetuaron la receta que arribó a Uruguay en 1915 y hoy en día venden 700.000 kilos de fainá al año en el país. El encargado de la operación en Uruguay, Fabrizzio Nocelli Mariño, dio las claves para sostener una empresa familiar en el tiempo.

Hace más de un siglo los hermanos Guido, originarios de Italia, desembarcaron en Uruguay con una receta que se convertiría en un ícono gastronómico del país: el fainá. En 1915, fundaron Molino Guido, especializándose en la producción de harina de garbanzo, el ingrediente esencial para esta preparación. Así comenzaron un negocio que además de perdurar, prosperó en manos de la familia Mariño López que adquirió la empresa en 1949 y continuó su legado a través de cuatro generaciones.

Fabrizzio Nocelli Mariño, integrante de la cuarta generación de la familia, lidera la operación como gerente comercial de la empresa Molino Guido. En entrevista con Forbes compartió su historia y los consejos para mantener una empresa familiar y potenciarla a lo largo del tiempo.

De generación en generación

En 1949, Félix López, bisabuelo de Nocelli Mariño, adquirió Molino Guido, y sentó las bases de la influencia que tendría la familia Mariño López en la gastronomía uruguaya. Luego, en 1960, el yerno de López asumió el control y creció de forma exponencial gracias a un fenómeno particular: el aumento de pizzerías y bares, muchos de los cuales fueron inaugurados por inmigrantes españoles, tal como lo era López. Se creó, en palabras de Nocelli Mariño, "una sociedad de gallegos" que permitió el despegue de Molino Guido en esta primera etapa. 

La estructura de la empresa permaneció constante hasta 1988, cuando una enfermedad del director desencadenó la promoción de otros miembros de la familia -tíos del actual gerente comercial-, a roles de liderazgo, lo que abrió paso a una era más estructurada y formal en el negocio familiar. En este período se alcanzó un hito decisivo para la compañía: en 1998 se modernizó el molino y la antigua maquinaria antigua de madera y poleas de cuero dejó paso a tecnología de vanguardia, lo que aggiornó la producción y permitió el desarrollo de la empresa en el mercado.

El siguiente cambio de generación es el que tiene a Nocelli Mariño, escribano público que nunca anticipó dirigir el negocio familiar, como líder de la empresa. Su involucramiento en Molino Guido comenzó como una ayuda temporal que eventualmente se convirtió en su ocupación principal. Actualmente, trabaja como gerente comercial de la empresa, y dirige un nuevo período de desarrollo en el mercado local.

La familia Mariño López en la fábrica Molino Guido

Expansión del negocio

A lo largo de los años, Molino Guido no solo navegó por varias generaciones, sino que también expandió su modelo de negocio. La empresa, hoy en día, comercializa 700.000 kilos de fainá al año, tiene el 70% del mercado y atiende a más de 500 clientes nacionales, desde el consumidor final que compra los productos a través de la web, hasta grandes superficies, pasando por pizzerías, restaurantes, hoteles, distribuidores y mayoristas.

 "El abanico de clientes es muy variado", afirmó Nocelli Mariño, quien también destacó que, para la empresa, todos son de igual importancia por lo que ofrecen productos y servicios de alta calidad a todos los sectores.

Molino Guido también apostó a la innovación en un sector tradicional al incorporar Faina & Co., el primer foodtruck de fainá que está equipado con un horno a leña traído especialmente de Italia, la academia digital 'Orillo' con cursos que van desde la elaboración de productos sin gluten hasta la creación de pizzas y recetas típicas.

Mirando hacia adelante, Molino Guido planea continuar innovando con mejoras en sus instalaciones y maquinaria. "El próximo año, planeamos realizar cambios significativos para mejorar aún más nuestra capacidad de producción", anticipó Nocelli. "Estos esfuerzos son esenciales para mantener nuestra posición líder en el mercado y adaptarnos a las cambiantes necesidades de nuestros consumidores".

Diferenciar la empresa de la familia

"Las empresas familiares tienen una forma de trabajar diferente, que no se puede comparar con otras empresas", reflexionó Nocelli Mariño a propósito de las cuatro generaciones que ya transitaron por la historia de Molino Guido. Y añadió: "En nuestro caso, lo que pasó es que se supo diferenciar la empresa de la familia". Por ejemplo, ningún miembro de la familia Mariño López asume que por ser parte de la familia iba a trabajar en Molino Guido. De acuerdo con el gerente comercial, si alguien trabaja en la empresa es porque es apto para el cargo que asume.

Respecto a su rol en la actualidad, el gerente dijo que es un orgullo personal y profesional que, a su vez, implica dos grandes responsabilidades. Una como responsable de la empresa en la cuarta generación de la familia y, otra, como responsable de la empresa líder en la comercialización de un producto muy característico de la sociedad uruguaya. Entonces, aspira a seguir el legado de su familia, pero también de un producto que es típico de la cultura uruguaya. "Lo vivo muy bien, lo trabajo y estoy orgulloso de hacerlo", concluyó.