En una familia con un legado empresarial, Agustín y Juan Manuel Ghio decidieron tomar un camino distinto al de sus familiares. Si bien su abuelo fue un emprendedor exitoso que fundó una fábrica de envases de vidrio para grandes marcas y sus padres continuaron en ese negocio, los hermanos Ghio optaron por trazar su propio destino en el competitivo mundo de la gastronomía. Así nació Milanga, una cadena de fast food dedicada a un ícono de la cocina argentina: el sándwich de milanesa.
Con una inversión inicial de US$ 400.000 de ahorros personales de los cinco socios que formaron la marca, Milanga nació en agosto de 2020, en un contexto global complejo marcado por la pandemia. Sin embargo, lejos de detenerlos, la adversidad fortaleció su determinación.
La primera sucursal de la cadena abrió en plena cuarentena en una ubicación estratégica: Corrientes y 9 de Julio, en el corazón de Buenos Aires. Los hermanos estuvieron presentes desde el primer día y el crecimiento no tardó en llegar. En un año, Milanga ya contaba con ocho locales, incluidas las franquicias de Palermo, Abasto y Quilmes. “Empezamos a abrir locales cada vez más grandes. Incluso, algunos están abiertos las 24 horas”, comenta Agustín.
Milanga no fue el primer acercamiento de los hermanos Ghio al mundo gastronómico. En 2011, habían decidido invertir en una franquicia de una reconocida cadena de comida rápida estadounidense. Esta experiencia inicial les permitió ganar terreno en el sector y obtener buenos resultados durante varios años. Sin embargo, Agustín tenía un deseo latente de crear algo propio. “En la franquicia que teníamos siempre nos preguntaban si vendíamos sándwich de milanesa. Y fue ahí que pensamos que no existía ninguna cadena que se dedicara a eso”, recuerda. Esa idea fue la semilla.
A principios de 2019, mientras caminaba por el microcentro porteño, Agustín se hizo una pregunta: “¿Por qué no existe una cadena de fast food del sándwich más popular de la Argentina?”. Este plato, tan infalible como versátil, trasciende las clases sociales y genera sentido de pertenencia. Al compartir la idea con su hermano, se entusiasmaron y decidieron buscar socios. Así fue como tocaron la puerta de los hermanos Tomás, Alejo y Martín Waisman, empresarios y dueños de restaurantes como El Burladero, Fervor y Sottovoce.
Paralelamente al crecimiento en número de sucursales, avanzó con la creación de una planta de elaboración propia en Pompeya, que cuenta con una superficie de 1.800 m2 y la capacidad de abastecer a más de 100 sucursales con productos caseros. Esta planta, que comenzó a operar en noviembre de 2023, es un pilar fundamental para la expansión de la marca en el resto de la Argentina y, eventualmente, en otros países de Latinoamérica. “Nuestro sueño es encontrar un local de Milanga en cada punto del país. Por eso, gracias a la inauguración de la planta, nuestros productos pueden llegar congelados a todos lados con camiones propios”, adelanta Agustín.
Gestión de negocios
El modelo de negocios de Milanga se centra en la franquicia. “Según la zona del franquiciado hacemos un análisis previo y una venta proyectada promedio para el lugar en el que está interesado el inversor. En este sentido, hacemos un promedio de costo de mercadería (manejamos ese costo para garantizar una rentabilidad acorde a la inversión), asesoramos en el costo laboral y manejo del sindicato, y ayudamos al inversor a armar un local", explica Pedro Corrado, uno de los socios y actual CEO de la empresa.
Según indica, cada franquiciado recibe capacitación integral de la marca, desde la operativa diaria hasta la gestión del personal: “El franquiciado invierte en la marca, se lo capacita y tiene que ejecutar el control; del resto se ocupa la marca. Recibe todos los instructivos y tiene que aplicarlos”.
Por otro lado, la planta de elaboración en Pompeya juega un rol crucial en el modelo de negocios de Milanga ya que les permite controlar la calidad y consistencia de sus productos. “Cada área de la planta tiene un jefe de sector. Es un gran diferencial de la marca que produce sus propios productos y tiene una logística propia”, destaca Corrado.
Expansión internacional
Milanga no muestra signos de detenerse. Con 9 sucursales operativas (dos abrieron en junio y julio) y una décima a punto de inaugurarse a fin de año, la empresa proyecta tener 100 locales en el país en los próximos 10 años. Además, ya tiene patentado el nombre en Uruguay, Paraguay, Chile y Estados Unidos, preparando el terreno para una expansión internacional.
“La expansión hacia el exterior la estamos pensando para el año que viene”, confirma Agustín, quien ve en Latinoamérica y Estados Unidos mercados con un gran potencial. “Si concretamos las aperturas que tenemos en mente abriremos 10 locales por año”, añade.
A pesar de los desafíos que presenta el mercado gastronómico, Milanga sigue creciendo, emplea a más de 250 personas y tiene la proyección de alcanzar una facturación de US$ 10 millones anuales en la próxima década. Una de las fortalezas de Milanga es su identidad profundamente argentina. “Nuestra marca es un nicho nuevo, innovador y que es bien argentino. Nuestra estrategia de marketing es una ambientación de locales bien argentinizada y un producto abundante”, detalla Corrado.
En este sentido, los locales de Milanga están diseñados para evocar una estética vintage, con elementos que recuerdan a las estaciones de tren, como bancos de madera, columnas con tejas celestes y blancas y paredes y techos con un aspecto gastado. Este cuidado por los detalles, junto con un menú que incluye no solo sándwiches de milanesa, sino también bondiolas, ensaladas, cerveza y fernet, refuerza el carácter distintivo de la marca. Milanga también incorporó una estación cafetera con medialunas y tostados, así como opciones vegetarianas. Su pan ciabatta casero, producido en su planta y distribuido a todos los locales, es uno de los diferenciales más valorados por los clientes.
En menos de un lustro, Milanga demostró que una idea innovadora y una buena ejecución pueden transformar un plato tan cotidiano como el sándwich de milanesa en el corazón de una cadena de fast food. Con una sólida base en la Argentina y la mirada puesta en la expansión internacional, el futuro de Milanga se vislumbra tan dorado como la mejor milanesa. “Queremos que Milanga esté en todos lados, sería un desafío muy lindo encontrarse con un Milanga en cada provincia argentina”, concluye Agustín.