Hace apenas un mes atrás, acá en Forbes UY se mencionaba la posibilidad de la desaparición de una de las compañías más entrañables del sentir uruguayo, un conflicto de más de 9 meses entre trabajadores y productores parecía que se iba a devorar a Conaprole. Si, casi una utopía que amenazaba en convertirse en realidad.
En los últimos años, el problema de la rentabilidad y de los bajos márgenes de ganancia de la producción provocó que muchos tamberos se retiraran de la actividad.
El clima tampoco ayudó mucho este año, este que se va yendo de a poco, fue un invierno frío y seco que requirió del uso de reservas de los productores que en las últimas semanas mejoraron gracias a temperaturas más altas y las lluvias que mejoraron la productividad y, porque no, el clima de la negociación con los trabajadores.
Un conflicto que no le cierra a nadie, terminó
Parece que no hay vuelta atrás, llegó el día, este viernes comienza a normalizarse la actividad lechera en Uruguay, uno de los grandes productores de lácteos del mundo.
La Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) y los trabajadores sindicalizados en la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea llegaron a un preacuerdo y como muestra de buena voluntad suspendieron las medidas de fuerza en el marco de las negociaciones salariales. Se realizaron modificaciones en la cláusula de paz y, si no hay cambios, esta todo listo para firmar.
"Nuestro planteo en la última propuesta presentada al ministerio es que la cláusula de paz tenga adjunta una cláusula parcial que permita la negociación de las categorías laborales durante cierto plazo y luego de ese plazo esa discusión quede libre", le dijo a el diario El País Enrique Méndez, dirigente gremial de la FTIL.
El secretario de CILU, Ariel Londinsky, en contacto con "Primera Mañana" aclaró que "el viernes llegamos a un preacuerdo con los trabajadores a tres años, que incluye la cláusula de paz en la que veníamos trabajando, solo que en los dos primeros años inhibe de la posibilidad de realizar reclamos por problemas salariales y al tercer año la cláusula continúa pero se habilitan los reclamos por categorías", claro, todo sin inhibir a los trabajadores de realizar manifestaciones, petición que trababa el cierre del conflicto.
Es importante aclarar, dijeron desde CILU que el preacuerdo contempla que haya descuelgues de algunas empresas que no quieran sumarse al convenio, por lo que habrá un margen de 30 días para que cada una de las empresas productoras se expresen y negocien con el sindicato que representa a cada sector.
Desde ambos sectores expresaron que es importante que cada empresa pueda tomarse algunos días más para analizar el panorama y sumarse o no al acuerdo que firmaran CILU y la FTIL que contempla una retroactividad para pagar al 1º de enero de 2022 y algunos seguramente van a negociar como pagar ya que no son montos que puedan ser saldados con los mismos plazos por cada una de las empresas.
Afortunadamente, para toda la actividad, productores y trabajadores a nivel internacional, si bien Fonterra tuvo una nueva baja considerable de precios -solo la leche en polvo bajó el 6,1% la tonelada-, Conaprole asegura un buen precio para adelante.