Salió a la luz recientemente que la serie Willow, secuela de Disney de la película de espada y brujería de los años 80, costó millones de dólares más que El cristal oscuro: La era de la resistencia, que también reinició recientemente una querida franquicia de fantasía de la misma época.
Precuela del clásico de 1982 El cristal oscuro, La era de la resistencia narra la historia de tres criaturas parecidas a elfos llamadas Gelflings que luchan contra el tiránico Skeksis y tratan de salvar su planeta, Thra, de la destrucción.
Al igual que la original, fue producida por The Jim Henson Company y cuenta en gran medida con personajes animatrónicos, lo que le valió grandes elogios cuando debutó en Netflix en 2019.
Tiene una calificación de 89% "certificado fresco" en el sitio de críticas Rotten Tomatoes, con la puntuación de audiencia aún más alta en 94%.
El crítico de RogerEbert.com, Matt Fagerholm, describió La era de la resistencia como "sencillamente, una de las grandes epopeyas fantásticas de todos los tiempos" y añadió que sus marionetas son "las que más se alinean con la filosofía humanista de Jim Henson desde que su hijo Brian dirigió la película navideña perenne de 1992, The Muppet Christmas Carol".
La era de la resistencia ganó el Primetime Emmy Award al mejor programa infantil y el Critics' Choice Television Award a la mejor serie de animación.
La era de la resistencia ganó el Primetime Emmy Award al mejor programa infantil y el Critics' Choice Television Award a la mejor serie de animación.
En cambio, aunque la serie secuela de Willow tiene un 84% de puntuación de la crítica en Rotten Tomatoes, el público sólo le dio un 65%. Según los informes, la audiencia de Willow fue de las más bajas para un programa de la plataforma de streaming Disney+.
Los analistas del sector Samba TV afirman que sólo 481.000 hogares vieron la serie Willow en sus primeros cinco días de estreno, en noviembre de 2022, a pesar de que había dos episodios disponibles.
En el otro extremo, según Samba TV, el primer episodio de Loki, la exitosa serie de Marvel en streaming, atrajo a 2,5 millones de hogares en el mismo periodo.
A pesar de ser un éxito de crítica, La era de la resistencia fue abandonada tras una sola temporada, aunque existe "un documento concreto para la segunda temporada", según una entrevista de Indiewire de 2019 con Jeffrey Addiss, uno de los principales responsables de la serie.
Esto guarda una extraña similitud con el destino de Willow, que tampoco fue renovada para una segunda temporada a pesar de que el productor Jonathan Kasdan dijo a Deadline que se había escrito una segunda temporada.
La diferencia entre ambas es el costo. Como revelamos recientemente, Disney gastó la asombrosa cifra de 105,9 millones de dólares en la preproducción, el rodaje y parte de la posproducción de Willow. Y sólo abarcó ocho episodios, mientras que La era de la resistencia tuvo diez.
El presupuesto total de La era de la resistencia, de 97,7 millones de dólares (76,8 millones de libras), abarca desde la preproducción hasta la fotografía principal y la posproducción. Desde luego, no se incurrirá en más gastos, ya que la filial de Henson que hizo la serie ha cerrado.
Al igual que Willow, La era de la resistencia se produjo en el Reino Unido, que es donde el fallecido Jim Henson se hizo famoso en los años setenta.
El rodaje en el Reino Unido pone de relieve los costos de las producciones de streaming, que de otro modo serían secretos. Los presupuestos de las series en streaming suelen ser confidenciales, ya que los estudios combinan el costo de las mismas en sus gastos generales y no detallan cuánto gastaron en cada una.
Los programas hechos en el Reino Unido son una excepción. Se benefician del régimen británico de desgravación fiscal de la televisión, que permite a los estudios solicitar un reembolso en efectivo de hasta el 25% del dinero que gastan en ellos.
Para acogerse a este régimen, los programas deben superar una serie de pruebas, entre ellas demostrar que al menos el 10% de los costos básicos de la producción corresponden a actividades realizadas en el Reino Unido. Para demostrarlo, los estudios crean allí una Television Production Company (TPC) independiente para cada programa.
Henson hizo el Show de The Muppets original en el Reino Unido, iniciando un fenómeno mundial que culminó cuando sus herederos vendieron los derechos de los personajes a Disney en 2004.
Estas TPC tienen que presentar estados financieros a disposición del público que muestren todo, desde la plantilla y los salarios hasta el costo total de la producción y la cantidad de dinero en efectivo que se les ha reembolsado.
Las empresas suelen tener nombres en clave para no llamar la atención cuando solicitan permisos para rodar en exteriores. La que está detrás de La era de la resistencia se llama First Trine Productions, que es un juego de palabras entre "primera vez" (en referencia a la condición de precuela de la serie) y "Trine", el periodo orbital de Thra, el hogar de los Gelflings.
Sus estados financieros revelan que el costo de 97,7 millones de dólares para hacer la serie "superó el presupuesto", siendo uno de los mayores gastos un total de 5,3 millones de dólares (4,2 millones de libras) que se destinaron al equipo de producción.
El número máximo de personas empleadas fue de 51, lo que supone sólo el 38% del número de personas que trabajaron en Willow, a pesar de que el trabajo de los titiriteros es intensivo.
Un reembolso en efectivo de 19,6 millones de dólares (15,4 millones de libras) redujo el gasto neto de la serie a 78,1 millones de dólares, es decir, sólo 2,3 millones menos que en Willow gracias a una subvención adicional.
Sin embargo, los costos de Willow seguirán disparándose gracias a los gastos de postproducción, ya que, aunque la serie reproduce algunos de los efectos prácticos de la original de 1988, también añade una gran cantidad de imágenes generadas por ordenador (CGI), que se utilizaron incluso para crear castillos.
En cambio, alrededor del 98% de La era de la resistencia se rodó en directo, según una entrevista con su director, Louis Leterrier. El CGI se utilizó en gran medida para eliminar digitalmente el equipo de marionetistas y los operadores, lo que dejó más presupuesto para un reparto de peso.
La lista de sus actores de doblaje parece una lista para los Oscar, e incluye a Helena Bonham Carter, Anya Taylor-Joy, Taron Egerton, Mark Hamill, Jason Isaacs, Simon Pegg y Benedict Wong. Incluso contaba con una narradora de lujo, Sigourney Weaver.
Todo ello contribuyó a que la serie se convirtiera en una de las favoritas de los fans, que es justo lo que Disney está buscando en estos momentos.
Varios de sus estrenos de este año han sido criticados por su CGI. Los personajes de dibujos animados de La Sirenita se presentaron en la versión de acción real de este año, mientras que uno de los villanos de Ant-Man y la Avispa, de Marvel Studios: Quantumania, de Marvel Studios, fue comparado con un personaje de la película infantil de 2003 Spy Kids 3-D: Game Over.
Esto se ha achacado a la sobrecarga de trabajo del personal de efectos visuales (VFX), que ha tenido que trabajar en la enorme cantidad de películas y programas en streaming de Marvel.
El desencanto fue el telón de fondo del despido de la presidenta de producción física y postproducción, VFX y animación de Marvel, Victoria Alonso, en marzo, pero la cosa no quedó ahí. La próxima semana, los equipos de VFX de Marvel empezarán a votar si se sindicalizan y, si dan ese paso histórico, podría aumentar la probabilidad de que se unan a los guionistas y actores en huelga.
El estudio ha emprendido una campaña de reducción de costos desde que su director ejecutivo, Bob Iger, volvió al timón en noviembre del año pasado.
Tres meses después dijo a los inversores que el estudio necesitaba "reducir costos en todo lo que hacemos porque, aunque estamos muy orgullosos de lo que se ve en la pantalla, ha llegado un punto en que es extraordinariamente caro".
Disney tiene tantas divisiones que puede obtener beneficios de una franquicia favorita de los fans incluso si fracasa en televisión o en taquilla.
Si Willow hubiera suscitado suficiente interés entre los fans, podría haber impulsado la venta de artículos, ropa y videojuegos, además de generar atracciones para los parques temáticos, lo que aumentaría la asistencia a los parques de Disney y compensaría las pérdidas de la producción original.
Henson no tiene la envergadura necesaria para ello, así que está por ver si la continuación de La era de la resistencia verá la luz.
Cuando se canceló, Lisa Henson, hija de Jim y una de las productoras ejecutivas de la serie, dijo que "sabemos que los fans están ansiosos por saber cómo concluye este capítulo de la saga de El cristal oscuro y buscaremos formas de contar esa historia en el futuro".
Hace tan sólo unos meses, el director Leterrier añadió: "Aún tengo esperanzas de que pueda volver. Quiero decir, ¿quién habría pensado que 37 años después [seríamos capaces de traer de vuelta Cristal Oscuro]? Así que tengo muchas esperanzas. Puede que no sea yo. Podría ser mi nieto o, ya sabes, el bisnieto de Jim Henson, pero alguien dirigirá el resto del espectáculo porque necesitamos contar esa historia".
El tiempo dirá si Disney vuelve a ser el príncipe azul.
