“Estamos muy entusiasmados porque cualquiera de los proyectos de los que conversamos sobre energías renovables con firmas europeas duplica, por lo menos, los 240 MW instalados de energía fotovoltaica solar”, dijo el titular de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER), Marcelo Mula, quien representó a sus asociados en una decena de tratativas virtuales.
Mula detalló a Forbes Uruguay que habló con dos firmas de Bélgica, dos de España y una alemana que buscan reatar lazos tras su experiencia aquí con inversiones en aerogeneradores.
Las “empresas socias (de AUDER) estuvieron en contacto con desarrolladores europeos en hidrogeno verde” con proyectos incluyendo “movimiento de madera en camión a hidrógeno, generación de hidrógeno a mezclar con gas natural y usarlo en un proyecto de gas por cañería en Uruguay, producción de biocombustibles para exportación y posibilidades de fertilizantes”.
En total, 176 empresas —mitad europeas y mitad uruguayas—, más 28 latinoamericanas y de EE.UU., tuvieron 110 reuniones en el IV European Investment Forum para captar inversión y dar servicio para exportar hidrógeno verde, confirmó a Forbes el jefe de Economía de la Delegación de UE, Damian Kamiński.
La plataforma B2Match arrojó que un “80% valoró muy útil” lo negociado. “No aparecieron empresas nuevas sino que se reafirmaron negocios en desarrollo y que éstas quieren invertir aquí”, agregó Mula. Hubo múltiples “contactos de proveedores europeos con empresas uruguayas y off-takers (compradores del producto final) buscando firmas nacionales para ejecución de obras en fases más operativas”.
Modelo de negocios en proceso
El presidente de la organización agregó que “varias empresas socias de AUDER están haciendo hoy análisis financiero del modelo de negocios. Estudios contables y legales están analizando los modelos” para montar aquí fábricas que procesen el hidrógeno. Varios proyectos están en fase “de ver disponibilidad de tierras, dónde ubicarse, logística, costos, normativa y permiso”.
Entre los mercados europeos ofertantes de tecnologías y posibles demandantes, Marcelo Mula destacó que se movió con mayor intensidad Alemania, “cuyo gobierno pone garantías a los contratos para que las empresas germanas sean off-takers”.
El incentivo a las 204 firmas lo garantizó el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell: el plan comunitario a 2030 es generar 10 millones de toneladas anuales de hidrógeno e importar una cantidad idéntica.
Prevén subir 15% la exportación a Europa usando hidrógeno para conservar, almacenar y exportar MW de eólica y fotovoltaica, hoy perdidos por producirse a deshora y que UTE paga aun sin consumir por contratos de una década atrás para atraer aerogeneradores. Las plantas eólicas tienen 31% de inversión de 22 empresas de España, Alemania, Holanda, Italia y Francia.
Entre 2010 y 2018, la primera transición energética dejó instalados 1,7 GW de eólica y 240 MW de solar. La segunda transición, “desde ahora a 2040, llevaría esos 2 gigavatios a 20 GW con el hidrógeno —multiplicándolo por diez—, lo que requiere US$ 20.000 millones de inversión y construcción de fábricas”, iniciando por Enertrag, que “estará lista en 2 o 3 años”, dijo Mula.
Avanzada en Tacuarembó
Las dos localizaciones definidas son de la alemana Enertrag en Tacuarembó y, fuera de esta, Ancap presentó a la Dirección Nacional de Medioambiente (Dinama) pedido de aval de un predio propio para un proyecto de hidrógeno.
El director destacó que “hay 9 proyectos presentados a la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación)” para el fondo oficial de US$ 10 millones “en competición a adjudicar —hasta dos— a fin de enero, varios con firmas europeas”. El mayor “aspira a ser escalable, no para piloto, sino aplicar algo grande para exportar” expuso.
Esta firma alemana es la primera en instalarse en Tacuarembó ahora, para producir etanol verde para hidrógeno verde derivado de biocombustibles. El director de Negocios Internacionales de Enertrag, Aram Sander, destacó el “marco incentivador de la UE” para exportarle, usando “la red de electricidad existente” en Uruguay, para “transportar a un sitio adonde procesar, cargar, evacuar gigavatios” y “exportar moléculas de hidrógeno a Europa".
El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) aspira a incentivar la “curva de aprendizaje” con el piloto que elegirá con ANII y LATU para adjudicar en 2023 los US$ 10 millones del Fondo Sectorial del Hidrógeno Verde al ganador o ganadores de proyectos en concurso.
Allí arranca la primera fase, apuntando desde 2030 a una segunda fase de exportación, con la meta de alcanzar a 2040 la generación de 20 MW de instalación renovable para la tercera fase. Rumbo a la próxima década se apuesta a subsidiar la movilidad colectiva —ómnibus, camiones y carga— para la sustitución del gasoil por electricidad.
Exportar a Hamburgo y Rotterdam
Los puertos de Hamburgo (Alemania) y Rotterdam (Holanda) serán los elegidos por el gobierno uruguayo como entrada a Europa de futuras exportaciones de hidrogeno, por lo que negocia condiciones en convenios con ambos, reveló a Forbes Walter Verri, ministro interino de Industria.
Una comitiva de funcionarios, involucrados en el futuro proceso, viajaron a esas terminales portuarias para conocer instalaciones, entender requerimientos de almacenaje y exportación. Preparan acuerdos que reduzcan costos y den asistencia al exportador nacional de parte de la cooperación estatal alemana (GTZ), nos informaron dos de dichos viajeros.
Un miembro de la delegación admitió a Forbes Uruguay que la evaluación de los técnicos era que el puerto de Montevideo podía ser la terminal de exportación en una primera etapa, pero que el tamaño que se espera “requeriría luego de un tipo de terminal específica de aguas profundas".
El presidente de firmas de energías renovables (AUDER) sintetizó las definiciones estratégicas que en esta etapa el gobierno debe tomar y que impactarán a largo plazo: “¿Quién va a hacer los gasoductos desde los distintos puntos del país hacia los puertos? El grueso no puede ser llevado en camiones. Si nos metemos en esto de verdad, por lo menos deberías tener trenes para la producción de gas desde distintos lados” del territorio nacional, puntualizó Mula.
Asumiéndolo con apertura mental y sin terquedad, gobernantes y empresas deben enfrentar “el debate sobre las líneas eléctricas, si genero la energía renovable y la llevo a las fábricas de hidrógeno por líneas nuevas, si pongo las fábricas de hidrógeno cerca de los parques eólicos o solares nuevos y llevo el gas hacia el puerto por cañerías, o si poner las fábricas más cerca de los puertos. Todo eso es lo que está viendo Ancap ahora que es interesante meterse” remató.