La industria del cannabis es una de las que más ha crecido en el mundo entero. A raíz de su legalización en varios países de América Latina y en algunos estados de Estados Unidos, el uso de cannabis tanto con fines medicinales como recreativos espera picos exponenciales de crecimiento en los próximos cuatro años. Según cifras de Euromonitor International, el mercado del cannabis en América Latina creció un 17% en 2021.
A pesar de que el nicho genera el movimiento de más de 400 millones de dólares en comercialización de cannabis recreativo, sólo 28, 8 millones de dólares se mueven de manera legal. En esas cifras se basó Sebastian Gonzalez Ruiz para crear Cannabitz, la primera plataforma digital que intenta democratizar dicha industria y convertirse en un facilitador digital para empresas, personas y gobiernos que participan en cualquier punto de la cadena de valor de la industria del cannabis .
“Vi el potencial que había en la industria del cannabis y también vi la falta de información que hace que el potencial esté solo al 1% de lo que podría estar. Me empeñé en desarrollar un facilitador digital porque vi que en la industria del cannabis física se mueven billones de dólares y en la digital de cualquier rubro, trillones”, sostiene el CEO.
Cannabitz es, entonces, una plataforma web que activa protocolos de certificación y verificación digital de los distintos integrantes de la cadena de comercio de cannabis que son quienes producen, fabrican, marcas que se dedican a la comercialización y forman parte tanto del mercado minorista como el mayorista y, por último, los clientes.
“Con Cannabitz lo que hacemos es facilitarle a empresas, instituciones, personas y gobiernos que potencien la industria desde la perspectiva de la fiscalización, desde la trazabilidad y desde la inclusión de un comercio que es totalmente controversial”, aporta Gonzalez Ruiz.
¿Cómo funciona Cannabitz?
Cannabitz creó un ecosistema digital en el que participan todos los integrantes de la cadena de comercio del cannabis. A través de la tecnología, su creador intentó democratizar y dignificar esta industria debido a que, por su controversialidad, quienes participan de ella no suelen contar con certificaciones de calidad o validaciones de los productos o servicios que ofrecen.
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“A través de la tecnología permitimos participar tanto a gobiernos, empresas y personas. Si la empresa tiene una licencia, por ejemplo, deberá registrarse y presentarla con la garantía de que esa información que brinde no será pública, pero sí será verificada para garantizar su veracidad”, explica González Ruiz. Y agrega: “Nosotros hacemos una verificación de cinco etapas que se hace una sola vez donde se certifica a esa empresa o persona y toda esa información queda amarrada en un contrato inteligente”.
Lo que esta información permite es facilitar la trazabilidad del proceso y ofrecer protocolos que garanticen la calidad, además de centralizar productos, servicios y personas en un sólo lugar para que escalen de manera disruptiva. “Un consumidor que compra en un ecommerce cualquiera o bien en un punto de venta físico, no va a poder verificar si el productor tiene licencia o está actualizado con sus informes. Al hacerlo en Cannabitz logramos que la industria se democratice, se dignifique y comience una transición a una legalidad real”, agrega.
El sistema de verificaciones y validaciones que consigue Cannabitz a través de la aplicación de tecnologías Web 3.0, NFT's, Defi y Metaverse, se transforma así en una especie de libro contable de cada integrante de la cadena de valor que puede ser valioso hasta para los gobiernos de los países en donde el comercio de cannabis está aprobado. De este modo, se asegura que la información que se preste no es la que las personas quieren mostrar, sino que tanto compañías, personas, e incluso gobiernos, deben mostrarse como realmente son.
“Cuando se legaliza una industria como esta, los distintos gobiernos deben formar parte de procesos que nosotros ya aseguramos en Cannabitz a través de la tecnología blocked. Los informes de cada miembro quedan encriptados para ser incluso consultados por el gobierno”, explica Gonzalez Ruiz. En este sentido, entonces, lo que Cannabitz pretende es generar información confiable de una industria que pocos datos tiene y democratizarla gracias al alcance digital.
Una industria con pocos datos
La informalidad, la desinformación o falta de comunicación no son los únicos obstáculos a los que se enfrentan quienes forman parte de esta industria. Otro de los problemas más graves es la falta de liquidez, dado que es una industria que tiene sus cimientos en el capital privado porque ningún banco financia este tipo de negocios.
“Nuestra visión es poder dar solución a un problema gigante que tiene la industria que es la falta de liquidez. Para ello creamos un ecosistema que permite que, por medio de un marketplace, las personas puedan adquirir activos de cualquier compañía en cualquier etapa de la cadena de valor.”, sostiene el CEO.
El procedimiento para formar parte de Cannabitz consiste en registrarse y verificar toda la información en las plataformas. “Si además quieres desarrollar proyectos, nosotros lo apalancamos y verificamos que tenga viabilidad y un business plan escalable a cambio del cobro de un fee sobre ese proyecto que se va a potencializar”, argumenta.
La tecnología a servicio del cambio
Cannabitz logró, a través de la tecnología, dar solución a distintos problemas que fueron surgiendo en el traslado de esta industria desde el mundo físico al digital. “Web 3.0 es la tercera generación de servicios de internet para sitios web y aplicaciones que permite conectar a las empresas con las personas y los gobiernos de una manera abierta e inteligente”, sostiene.
“Además a través de NFT y DeFi logramos superar las limitaciones del mundo financiero que tiene esta industria, permitiendo la participación con activos digitales de empresas o compañías para financiar proyectos y mostrarlo al público. Hoy las personas pueden ser proveedoras de liquidez y obtener ganancias por medio de este tipo de recursos tecnológicos”, agrega Gonzalez Ruiz.
El metaverse, por su parte, es la integración combinada de las tres experiencias: “es la experiencia de realidad aumentada dentro de la web, donde cualquier persona puede participar, por ejemplo, de una visita a un dispensario, lugar de cultivo o laboratorios y vivir esa misma experiencia como si estuviera en el mundo físico pero a través de la realidad aumentada”, comenta. Cannabitz tiene presencia en diez países pero, al tratarse de una plataforma digital que tiene distintos tipos de métodos de pago, sus servicios se adaptan a cualquier estado o país.
