Seis años después de que Jeremy Johnson cofundara la startup Andela para ayudar a las empresas a encontrar empleados remotos en África, Latinoamérica y otros mercados emergentes, pensó que por fin había llegado su gran momento.
La pandemia de Covid-19 envió a los empleados a casa y obligó a las empresas a ser totalmente remotas durante el confinamiento. La demanda de contratistas a precios competitivos se disparó. Andela, que había comenzado como una compañía aceleradora para formar y colocar a esos empleados técnicamente capacitados, se convirtió en uno de los principales mercados para encontrar y gestionar ese talento, y el negocio estaba en auge. En otoño de 2021, SoftBank lideró una ronda de financiación de Serie E de 200 millones de dólares, así llevó la startup a 1.500 millones de dólares.
Sin embargo, cuando los empleados comenzaron a volver a las oficinas y la suba de las tasas de interés contribuyó a cerrar la canilla del capital fácil para las empresas tecnológicas no rentables, esa demanda de contratación se detuvo de la noche a la mañana en 2022. El negocio de Andela pisó el freno de emergencia. Cuando la Andela apareció en la lista Forbes Next Billion Dollar Startups en 2019, las ventas de la empresa se estimaban en torno a los 50 millones de dólares. Actualmente, sus ingresos recurrentes anuales se sitúan un poco por encima de los 100 millones de dólares, lo que significa que apenas se duplicaron en cinco años.
Hoy, tras dos años dedicados a reagruparse, el futuro de Andela parece un poco más brillante: las ventas subieron un 15% en lo que va del año fiscal, impulsadas por el auge de la IA generativa y una necesidad a largo plazo de talento flexible que Johnson está convencido de que hará que el debate sobre el trabajo a distancia sea "una conversación tonta" dentro de una década. La compañía todavía tiene más de la mitad de esa ronda de financiación en el banco. "No estamos ni cerca de lo que es posible o de lo que es necesario para convertirnos en un actor global en este espacio", dijo Johnson. "Va a tener su eclosión en algún momento, y parece que este podría serlo".
Si tiene razón, y Andela tiene posibilidades de convertirse en el próximo gran mercado, no será bajo el mando de Johnson. La startup contrató como nuevo CEO a Carrol Chang, una veterana ejecutiva de Uber que más recientemente dirigió sus operaciones globales de conductores y mensajería.
"El primer y principal filtro para mí siempre fue: ¿siento que lo que hago puede tener un impacto en el mundo?' Y esto fue una coincidencia inmediata", dijo Chang a Forbes en su primera entrevista en el trabajo. "Estoy realmente emocionada porque cuando pensás en el talento, es el mayor gasto para muchas empresas, y es crucial acertar", agregó.
Mientras estuvo en Uber, Chang dirigió la operación para que los conductores volvieran a la plataforma en 2021 tras los paros por la pandemia. Los conductores regresaron, pero sin recuperar a aquellos que se habían dedicado a otros trabajos en el ínterin, Uber no hubiera tenido autos para ellos. Chang y su equipo emprendieron una gira de escucha y atrajeron a los conductores de vuelta mediante una combinación de mejores características de producto, marketing y soporte técnico, junto con mejoras en su experiencia de usuario y en las comunicaciones. Al momento de su partida, en mayo, las filas de conductores y mensajeros de Uber aumentaron hasta los 7,1 millones, un 25% más que los 5,7 millones del año anterior y el doble que los 3,5 millones de 2021, según los informes de resultados de Uber.
"Fue una llamada de atención en toda la empresa de que teníamos que salir a la calle nosotros mismos y ponernos al volante", dijo Chang. "Teníamos que hacer el trabajo real de acercarnos mucho a la experiencia vivida por nuestros usuarios", completó.
Ahora Chang planea embarcarse en un proceso similar entre los clientes de Andela, que incluyen a Cloudflare, Goldman Sachs y ViacomCBS por el lado de los empleadores, y un grupo de unos 150.000 contratistas por el lado de los talentos. Alrededor del 60% de esos trabajadores contratados se encuentran en África y América Latina, pero esta compañía abarca 135 países en total, según la empresa.
Fundada por Johnson y otras cinco personas, entre ellas varios empresarios radicados en África, Andela era originalmente más un acelerador de talentos y un proveedor directo de personal. La compañía formaba a desarrolladores junior en centros como Kenia o Nigeria, les proporcionaba alojamiento y cubría otros gastos, y luego los colocaba en contratos de varios años con una empresa estadounidense, pasa un tercio de los ingresos al individuo y se queda con una parte sustancial para sí misma.
Andela fue capaz de alcanzar más de 20 millones de dólares de ingresos con ese enfoque, y colocó a miles de personas, dijo Johnson. Pero finalmente chocó contra un muro ante la creciente competencia de los bootcamps y de mercados de contratistas más centrados en el corto plazo como Fiverr y Upwork, lo que contribuyó a una saturación de la reserva de talentos de nivel junior. En 2019, la empresa dejó de gestionar su propio programa de formación, cortó lazos con cientos de desarrolladores junior contratados, como informó Quartz; luego llegó la pandemia y el negocio de Andela volvió a crecer.
Actualmente, la empresa opera más como un mercado directo, conecta talentos formados en cualquier lugar con su grupo de clientes corporativos que pagan y, a continuación, proporcionan software para realizar un seguimiento y gestionar su rendimiento durante la vigencia del contrato. Según la empresa, el empleado medio colocado a través de Andela permanece 18 meses en un proyecto, lo que supone un ahorro de hasta 106 horas de trabajo. La empresa afirma que sus trabajadores completan los proyectos, como la publicación de una nueva aplicación o la renovación de la interfaz de usuario o del sitio web, aproximadamente un tercio más rápido que si se utilizara un modelo de contratación tradicional, según un reciente informe de Forrester encargado por Andela.
Este tipo de "contratación adaptativa" resultará más atractivo para las empresas en la era de la IA, argumentaron Johnson y Chang, ya que las empresas buscarán cubrir carencias de habilidades específicas en el aprendizaje automático o trabajar con grandes modelos lingüísticos como ChatGPT. Andela utiliza la propia IA para aprender de esas colocaciones y mejorar lo rápido y lo bien que puede hacer aflorar candidatos más cualificados a medida que trabaja con una empresa, añadió Chang. "Ser una compañía de servicios que te ayuda a encontrar talentos en el extranjero, eso no es emocionante para mí", dijo. "Vine a esta empresa porque nuestra tecnología es la forma de transformar este espacio, y estamos en las primeras etapas de ello", remarcó.
Por supuesto, el modelo de Andela —conectar a contratistas con empresas que de otro modo podrían contratar a empleados a tiempo completo— no está exento de polémica. Su tasa de captación histórica, la parte de un contrato que se quedaba para sí, se enfrentó a la oposición de los trabajadores en África, como informó en 2020 el periodista de Big Technology Alex Kantrowitz. Desde entonces, la compañía cambió su modelo para pasar alrededor de dos tercios de las ganancias a sus contratistas, dijo Johnson, ya que ya no proporciona formación, alojamiento y otros gastos. Pero el mercado de contratistas no es universalmente querido en general: Uber, el anterior empleador de Chang, también se enfrentó a la polémica por su designación de los conductores como contratistas.
En respuesta, tanto Johnson como Chang afirmaron su convicción de que la misión de Andela contribuye a crear oportunidades, proporciona trabajo local a precios competitivos a personas cualificadas que de otro modo no podrían encontrarlo. Uno de los principales patrocinadores de esta empresa, la Iniciativa Chan Zuckerberg, una empresa de inversión de impacto cofundada por Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, se hizo eco de ese mensaje. "Andela siempre estuvo a la vanguardia de la conexión de la brillantez con la oportunidad en todo el mundo, y estoy entusiasmada con la próxima fase bajo el liderazgo de Carrol Chang", escribió en un comunicado Vivian Wu, socia gerente de CZI y directora del consejo de Andela.
Y es a Chang a quien le toca dirigir: Johnson permanecerá en el consejo de administración de Andela y prestará su apoyo, pero ya no tendrá un rol ejecutivo a tiempo completo. "Todavía no hay planes, pero sospecho que en algún momento me resultará difícil no volver a concentrar mi energía en algo intensamente", dijo.
¿Consideraría Johnson, que anteriormente sacó a bolsa el negocio de educación online 2U en 2014, trabajar en una tercera startup a continuación? "Es posible, pero hay un par de personas en mi vida que esperan que no lo haga", dijo.
