El 2023 apunta a ser un año desafiante para los mercados, con una fuerte desaceleración económica global como protagonista. Sin embargo, aún en ese contexto de incertidumbre y volatilidad, algunos activos podrían servir para proteger el capital.
Según Michael Howell, director gerente en CrossBorder Capital, algunas compañías están en una forma bastante decente, por lo que la deuda que emitan puede ser una buena alternativa de inversión.
Los balances son buenos, hasta ahora los ingresos parecen mantenerse, y las empresas pueden acceder a los préstamos de los bancos, comentó. Si te remontas a 2008, recuerda que el grifo de financiamiento de los bancos se cerró muy rápido, y ahí fue donde hubo un problema real. Entonces, esta vez, los mercados de deuda corporativa están en una forma razonablemente buena, por lo que es un área que sugeriría que no es mala para 2023, añadió.
El experto dijo que un posible giro de la Reserva Federal (Fed) en 2023 probablemente afectaría a los mercados. Para ejemplificar su postura, trazó un paralelismo con la recesión económica que sufrió Estados Unidos durante el 2001.
La economía no cambió hasta finales de 2001... el mercado de deuda corporativa se recuperó antes de eso, alrededor del segundo y tercer trimestre de 2001. Los mercados de bonos del gobierno no hicieron prácticamente nada durante el año, probablemente entregaron tal vez un rendimiento decente de una sola cifra, sostuvo.
A su vez, Howell mencionó que otro activo a considerar de cara al próximo año es el oro, el refugio de valor definitivo, siempre y cuando sea de buena calidad.
Si bien en el último año el metal precioso no se comportó como debería, ya que avanzó sólo un 1,5%, cuando la inflación creció a un ritmo del 8%, lo cierto es que podría volver a superar los US$ 2.000 por onza en el corto plazo.