Las acciones de fabricantes de chips en Asia vuelven a caer este jueves después de una fuerte liquidación de acciones tecnológicas en Wall Street durante el miércoles, una señal de cautela en medio de preocupaciones de que Estados Unidos esté dispuesto a imponer más restricciones comerciales a la tecnología de semiconductores mientras los inversores anticipan una segunda presidencia de Donald Trump.
Las acciones de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) cayeron un 2,43% al cierre del mercado en Taipei el jueves. Esto marcó el segundo día consecutivo de pérdidas para el mayor proveedor de chips del mundo (las acciones de TSMC cayeron ayer en un porcentaje similar), a pesar de que la compañía superó las expectativas de ganancias e ingresos en su informe de ganancias del segundo trimestre.
TSMC elevó sus previsiones de ingresos anuales e informó un aumento del 40% en los ingresos netos respecto al año anterior en medio de la creciente demanda de sus productos gracias al auge mundial de la IA.
La firma surcoreana SK Hynix y la japonesa Tokyo Electron también sufrieron fuertes pérdidas, cayendo respectivamente un 3,6% y un 8,75% en Seúl y Tokio al cierre del mercado, y las acciones del gigante inversor japonés SoftBank, propietario de la gran mayoría del fabricante británico de chips Arm Holdings, también cayeron 2 %.
Samsung Electronics, el brazo de semiconductores del gigante tecnológico surcoreano, logró salir relativamente ileso, con sus acciones cayendo más del 3% en el horario de negociación, pero repuntando en la última hora de negociación para cerrar con un alza del 0,23%.
La caída de las acciones de chips en Asia se produce inmediatamente después de un día doloroso para las acciones tecnológicas que cotizan en Estados Unidos en medio de una creciente preocupación por los planes del presidente Joe Biden y del expresidente Donald Trump para el futuro del sector.
Bloomberg informó el miércoles que Biden está considerando promulgar restricciones comerciales aún más estrictas a la tecnología de semiconductores a la luz de que empresas internacionales como Tokyo Electron y ASML Holding de los Países Bajos permiten a China acceder a la tecnología.
La tecnología avanzada es vital para la lucrativa industria de semiconductores que sustenta todo el sector tecnológico y Washington considera su supremacía en este campo como una prioridad estratégica para la economía y la seguridad nacional. Mientras tanto, Trump, favorito para retomar la Casa Blanca en noviembre en medio de crecientes preocupaciones sobre la capacidad de Biden para servir y después de sobrevivir a un intento de asesinato, sugirió que Estados Unidos no defendería a Taiwán en caso de una invasión china e insistió en que Taipei debería pagar a Washington para su defensa.
El territorio autónomo, que Beijing reclama como parte de su territorio, es de lejos el centro global para la fabricación de semiconductores y sus empresas son importantes proveedores de gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple y Nvidia. Trump acusó a la isla de enriquecerse robando la producción de microchips de Estados Unidos, lo que generó preocupaciones sobre el futuro de la industria y la seguridad de la isla en caso de que retomara la Casa Blanca. Las acciones tecnológicas sufrieron las consecuencias, y empresas como Apple, Nvidia, Amazon, Meta y Microsoft se despojaron colectivamente de más de 500 mil millones de dólares en valor de mercado.
*Nota publicada originalmente en Forbes EE.UU.