Las personas no siempre son agentes racionales. Todos cometemos errores: esto es lo que nos hace humanos. Sin embargo, durante mucho tiempo, la teoría económica ha hecho suposiciones sobre el comportamiento en los mercados financieros basándose en que el comportamiento humano es racional.

Debido a esta brecha entre la teoría y la realidad, las finanzas conductuales, que se centran en la influencia de la psicología en el proceso de toma de decisiones de los inversores, se han convertido en una parte integral de la planificación financiera.

Esta discusión abordará los 13 errores cognitivos que podés estar cometiendo en lo que respecta a tus finanzas, cómo pueden afectar tus inversiones y cómo evitarlos.

1. Ilusión de control

Con este sesgo, creés que podés controlar el resultado de un evento sobre el que no tenés control. Las carteras diversificadas a nivel mundial pueden ofrecer diversificación y posibles beneficios de retorno a los inversores, pero tal vez creas que sólo deberías invertir en Estados Unidos porque, como residente, creés que tenés más control sobre el desempeño de esas empresas.

2. Ilusión del dinero

Se podría pensar que el dinero tiene el mismo valor hoy que en cualquier momento del pasado o del futuro. No tenés en cuenta la inflación ni los rendimientos. Veo esto con frecuencia cuando la gente intenta encontrar un “número mágico” para vivir durante la jubilación, pensando que si sus gastos son de US$ 100.000 hoy, obtener un ingreso de US$ 100.000 al año durante la jubilación dentro de 20 años podría sustentarlos.

3. Sesgo retrospectivo

Tendés a recordar las ocasiones en las que acertaste y descartás tus errores. Esto sucede frecuentemente con los inversores que intentan cronometrar el mercado. Podrías decir: "Sabía que las cosas iban mal en 2008, así que afortunadamente salí del mercado", sin mencionar los años que permaneciste en efectivo y te perdiste ganancias significativas.

4. Sesgo conservadurista

Formás una visión racional basada en la información que tenés, pero no lográs ajustar esa visión ni integrarla con nueva información a medida que está disponible. Veo esto a menudo entre los inversores inmobiliarios que siguen pensando que el apalancamiento masivo les será útil en un entorno de tipos de interés altos después de 10 años de tipos más bajos.

5. Sesgo de confirmación

Buscás formas de validar tus creencias actuales, incluso si están equivocadas. Ejemplo:

• Creencia: las acciones son demasiado riesgosas y siempre me harán perder dinero.
• Confirmación de la creencia: se ve una breve desaceleración en medio de muchas ganancias.

6. Representatividad

Se basa en una experiencia como tu decisión actual y asumís que son equivalentes. Veo esto mucho cuando las personas se imaginan su situación de jubilación y comparan lo que harán con lo que hicieron sus padres, como, "bueno, papá nunca se jubiló, así que creo que seguiré trabajando hasta morir".

7. Contabilidad mental

Solés reservar cierto dinero para determinados fines. Por ejemplo, es posible que sientas que no podés pagar el alquiler porque no querés echar mano de tu fondo de vacaciones.

8. Disonancia cognitiva

Tus actitudes y tus acciones entran en conflicto por lo que cambiás de actitud. A menudo veo esto en inversores que tienen demasiado efectivo para su tolerancia al riesgo declarada. Cuando se les pregunta si sus inversiones no se ajustan a su perfil de riesgo, los inversores tenderán a justificarlo con otros argumentos.

9. Sesgo de autoatribución

Se atribuiría el mérito de tus éxitos y culparías a fuentes externas de los fracasos. Esto es particularmente común en la selección de acciones. Podés presumir de una acción que se disparó, mientras ignorás otra acción que elegiste y que cayó un 90%.

10. Anclaje y ajuste

Decidirías basándote en información que no debería tener ningún impacto en el resultado de tu decisión.

11. Sesgo de resultado

Tomás decisiones basadas en el resultado de eventos anteriores sin integrar información actual. Invertís en la empresa de alguien que vendió su compañía anterior en 2019 y creés que hay muchas posibilidades de que pueda vender su nueva empresa en 2023.

12. Sesgo de encuadre

La forma en que se te presenta la información tiene un gran efecto en cómo la procesás y respondés a ella. Es posible que seas más propenso a actuar basándote en la información que te brindó amablemente un amigo en una cena íntima que en la misma información presentada por un compañero de trabajo molesto pero bien informado en la oficina.

13. Sesgo de actualidad

Asignás la mayor importancia a la información más reciente que recibís porque podés recordarla mejor. El año pasado, el mercado fue negativo, por lo que se predice que hay muchas posibilidades de que se produzca otra recesión pronto.

Cómo evitarlos

Está claro que los errores cognitivos pueden provocar errores graves en la planificación financiera personal. Sin embargo, puede resultar difícil superar los errores cognitivos porque la mayoría de ellos son mecanismos para hacernos sentir mejor o para dar cierta apariencia de orden a un mundo confuso.

En primer lugar, es importante ser consciente de estos prejuicios y de cuáles podés ser propenso. En segundo lugar, consultá a un profesional financiero u otra caja de resonancia racional sobre las decisiones que te gustaría tomar sobre tu vida financiera para obtener una visión objetiva e identificar posibles errores cognitivos que puedas estar cometiendo.

*Con información de Forbes US