La presencia de argentinos en Uruguay está cada vez menos acotada al verano, ya que hay centenares de familias de alto poder adquisitivo que dejaron el país vecino para radicarse en los barrios costeros de Montevideo o en zonas residenciales de Maldonado. Sea en busca de un cambio de vida, o de encontrar un esquema tributario más favorable, empresarios y profesionales lideraron un flujo migratorio que comenzó en la pandemia y se ha sostenido en el tiempo, aunque hoy surgen distintas señales que hacen prever un estancamiento en la llegada de argentinos, según distintos actores consultados por Forbes.
La intención del pasado gobierno de Luis Lacalle Pou de atraer argentinos fue explícita, tanto en diversas declaraciones como en medidas concretas, ya que se flexibilizaron los requisitos para lograr la residencia fiscal en Uruguay y se amplió a 10 años el beneficio de la vacación fiscal para los extranjeros que se mudan al país.
Durante el período, se tramitaron "un piso" de 20.000 residencias legales de argentinos, informó a Forbes quien se desempeñó hasta febrero como embajador de Uruguay en el país vecino, Carlos Enciso. La residencia es un trámite que puede demorar unos meses, pero a los pocos días de haberlo iniciado los extranjeros ya pueden ingresar legalmente a Uruguay, cuestión que fue aprovechada por muchos argentinos en pandemia, ya que había menos restricciones sanitarias que las aplicadas por el gobierno de la época de Alberto Fernández.
Otro asunto es la residencia fiscal, ya que no se trata de un trámite sino de un estatus que determina dónde una persona debe pagar sus impuestos, y por tanto se pierde en el país de orígen o se adquiere en el país de destino al cumplir ciertos requisitos, por ejemplo, de cantidad de días de permanencia en un mismo año.
Algunas de esas condiciones para lograr el estatus fiscal y tributar en Uruguay fueron modificadas por el gobierno a poco de asumir, en junio de 2020, cuando a través de un decreto se bajó a menos de la mitad la exigencia de patrimonio en el país -o de valor de la empresa para quienes tienen inversiones- para lograr la residencia fiscal.
En agregado, a través de una ley se duplicó -de cinco a 10 años- el tiempo de la "vacación fiscal", un beneficio creado en 2011 que establece el período en el que los extranjeros que logran la residencia fiscal no pagarán Impuesto a la Renta por los rendimientos que obtengan por depósitos, acciones, bonos u otras inversiones financieras.
Sin embargo, para la abogada Patricia López Aufranc -consultora del estudio Marval O'Farrell Mairal- lo que más ayudó a la llegada de argentinos de alto poder adquisitivo fue la aprobación a finales del 2020 del llamado "impuesto a la riqueza" en el país vecino, que gravó con una tasa de hasta 3,5% a las fortunas mayores a US$ 2,5 millones.
"Ahí hubo una ola inicial de los ricos y famosos, gente de alto patrimonio que estaba retirada o semi retirada, que se asustó en Argentina" y en plena pandemia se mudó a Uruguay, explicó la profesional argentina desde su doble rol, ya que ella misma decidió radicarse en Uruguay por estos años.
Más allá de que difiera el momento en que llegaron y los motivos, la camada de argentinos de alto perfil que pasaron a vivir en Uruguay está integrada -entre otros- por el CEO de Mercado Libre Marcos Galperín, el empresario petrolero Alejandro Bulgheroni, el llamado "rey de la soja" Gustavo Grobocopatel, los fundadores y directores de Globant Martín Migoya y Guibert Englebienne, y el expresidente de Fiat en Argentina, Cristiano Rattazzi.
Para Federico Fischer, socio gerente de Andersen Tax & Legal Uruguay, ocurrió "una alineación de planetas" que hizo al país "competitivo" para atraer a ciudadanos argentinos. El combo incluyó "la modificación de la normativa que ya existía sobre la residencia fiscal", "la inestabilidad política" en el país vecino y "la compleja situación de manejo de la pandemia" por parte del gobierno de Fernández. Según dijo, esto ocasionó una "oleada fuerte" de argentinos que se mudaron a Uruguay en 2020 y 2021.
De acuerdo a datos de la Dirección General Impositiva, en esos años en promedio se solicitaron unas 2.500 residencias fiscales -no hay información sobre la nacionalidad de las personas-, contra 1.500 registradas en 2019.
El abogado César Litvin, especialista en tributación y que dirige en Argentina el estudio Lisicki, Litvin & Asociados, dijo que el gobierno uruguayo se mostró "muy accesible para atraer inversiones y para recibir con mucho cariño impositivo a los nuevos residentes". Mientras que en su país hubo "un incremento de la presión fiscal", lo que hacía según sus cálculos que en el 2020 un argentino con un patrimonio de US$10 millones en el exterior pudiera ahorrarse unos US$ 250.000 si tributaba en Uruguay.
Los cambios en Maldonado y el posible fin de una era
Quizás donde más se sintió la ola de argentinos que trajo la pandemia fue en Maldonado, ya que además de la habitual presencia en Punta del Este, varios de los nuevos residentes optaron por construir en lugares costeros pasando el Arroyo Maldonado, como Manantiales, José Ignacio o Balneario Buenos Aires.
Esto llevó a tener que ampliar servicios públicos hacia esas zonas del departamento, señaló el director de Gestión Ambiental de la Intendencia, Jorge Piriz, quien agregó que también se incrementaron las habilitaciones de comercios, restaurantes y colegios en distintos puntos. El dato que mejor refleja el crecimiento de la población fija en Maldonado, comentó, es que en 2024 se alcanzó "una cifra inédita" de recolección de basura al sobrepasar las 100.000 toneladas.
El jerarca departamental también destacó que en 10 años se concretaron proyectos inmobiliarios por más de 3,5 millones de metros cuadrados. Según López Aufranc, hubo argentinos ya residentes que invirtieron en inmuebles a partir del cambio legal en la vacación fiscal, dado que para equiparar beneficios la ley previó extender a 10 años la exoneración impositiva a quienes ya estando en Uruguay invirtieran unos US$ 400.000.
Sin embargo, la oleada de argentinos se divide entre aquellos que realmente mudaron sus vidas a Uruguay y los que permanecen ligados a su país, sea por motivos laborales o familiares. Entre estos últimos, López Aufranc dijo que "hay gente que no aguantó" y conoce casos de personas que ya regresaron o planean retornar a vivir en Argentina.
En muchos casos, son empresarios de cierto perfil público que estaban enfrentados al kirchnerismo y tienen mayor sintonía con Javier Milei, coincidieron ambos abogados argentinos. Además, hay motivos impositivos para el retorno, porque el gobierno de Milei impulsó una medida destinada a los ciudadanos de mayor poder adquisitivo, que permitió adelantar el pago de cinco años del Impuesto al Patrimonio a una tasa más favorable.
"La idea del gobierno argentino es que vuelvan los empresarios que se fueron y por eso ha bajado la carga impositiva", señaló Litvin, para quien "ya no habrá un éxodo de residentes argentinos hacia Uruguay". De todas formas, sostuvo que "sigue siendo una motivación" para mudar la residencia el beneficio de la vacación fiscal, ya que si bien se acortó la brecha impositiva entre ambos países aún es más favorable el régimen uruguayo.
En palabras de López Aufranc, hoy "hay mucha menos tentación de irse a Uruguay" por parte de los argentinos, aunque marcó al igual que Fischer que comenzaron a crecer las consultas y pedidos de residencia de brasileños.
Ambos profesionales coincidieron en que Uruguay tiene oportunidad de atraer un nuevo perfil de empresario extranjero, de mediana edad y que decida mudarse con su familia para trabajar a distancia. En esa línea, para el final del año se espera que quede inaugurada una zona franca de servicios en Punta del Este, una cuestión clave según Fischer, ya que "años atrás los argentinos decían que no encontraban dónde abrir una oficina" en el principal balneario de Maldonado.
Para la abogada argentina, Punta del Este ahora puede ser más atractiva "para las necesidades de ejecutivos jóvenes", ya que hay "buen nivel de escuelas internacionales" y acceso a servicios variados. En contraposición, marcó que para la población más avanzada en edad -que podría planificar su retiro en Uruguay- hay "un déficit" en los servicios de "medicina de alta calidad", algo que atienden a la hora de decidir dónde residir.
Fischer subrayó que seguirán viniendo argentinos, pero "el potencial" está en captar "más brasileños y europeos", dando a conocer "las ventajas de seguridad y fiscales que tiene Uruguay como destino".