Qué tiene en la cabeza Facundo Cajén, el argentino que debatió con Kristalina Georgieva sobre criptomonedas
El olavarriense de 31 años, fue reconocido por el Word Economic Forum como uno de los jóvenes más influyentes del mundo. Participó del Foro de Davos y de la Cumbre de las Américas, donde se codeó con los líderes más influyentes del mundo.

Facundo Cajén tiene 31 años. El oriundo de Olavarría, provincia de Buenos Aires, fue uno de los 50 delegados que participaron del Foro de Davos para garantizar que la visión y espíritu joven estuviera presente en el encuentro internacional. Y, recientemente, fue convocado también para formar parte de la Cumbre de las Américas, que se llevó a cabo en Los Ángeles, Estados Unidos. 

“Davos es el mejor evento al que asistí en mi vida”, confiesa Cajén a Forbes Argentina, quien no oculta su entusiasmo tras asistir por primera vez al Foro Económico Mundial. 

Es el creador de Proponas, un sitio cuya misión es empoderar a las personas para ayudarlas a generar los cambios que desean ver plasmados en la realidad. Al olavarriense le gusta decir que es un lugar donde la gente “ejerce presión sobre quienes toman decisiones, sean políticos, empresas o la Justicia”. Por eso, bien podría definirse como la red social del cambio. 

El joven también es Director General de Global Shapers Buenos Aires, una iniciativa del Foro Económico Mundial que reúne jóvenes comprometidos en pos de mejorar el estado del mundo, con el objetivo de involucrar a las nuevas generaciones en las discusiones locales, regionales y mundiales. Esta iniciativa también fue seleccionada como una voz de la sociedad civil en la Cumbre de las Américas que se realizó entre el 5 y 10 de junio.

 

Sin embargo, antes de llegar a dos de las cumbres más importantes del mundo y liderar dos proyectos con gran impacto social. Cajén había formado parte ya de diferentes iniciativas que promovían alzar la voz joven en el mundo. 

En un mano a mano con Forbes Argentina, cuenta en detalle cómo es el detrás de escena del Foros de Davos y la Cumbre de las Américas, la sensación de compartir con líderes mundiales y el trabajo que hace diariamente.

-¿Desde qué edad sentiste que querías representar la voz de los jóvenes en el mundo? ¿Hubo algún hecho puntual?

-Creo que es un proceso que inicié en el 2014 luego de participar del South American Business Forum, organizado por estudiantes del ITBA. Fue un evento en el que se reunió a más de 100 estudiantes universitarios de todo el mundo, con gente proveniente de todos los continentes y algunos de las más reconocidas universidades. Allí me di cuenta que la agenda de la juventud es bastante similar en muchas partes del mundo y ello me despertó la curiosidad de ir por más.

-"Viniendo de una ciudad de tamaño medio, del interior de la provincia de Buenos Aires, llamada Olavarría, y habiendo estudiando en Tandil, en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), descubrir que podía hablar de igual a igual con gente de Harvard, Oxford, o con gente proveniente del sudeste asiático, me dio una cierta sensación de empoderamiento al entender que somos todos iguales y que no tenemos que pedirle permiso a nadie para hacer cosas maravillosas. Desde ese momento, empecé a tocar más puertas, y para mi sorpresa estas no dejaron de abrirse, permitiéndome así participar y exponer en distintos congresos en Alemania, Australia, Egipto, Estados Unidos y Suiza".

 

-¿Cómo llegaste a Davos y en qué consistió tu actividad ahí?

-A Davos llegué por invitación directa del World Economic Forum (WEF abreviado o Foro Económico Mundial en español) que me reconoció como uno de los 50 jóvenes más influyentes del mundo. Por ende, mi misión, fue representar los intereses de las generaciones más jóvenes para que estos sean tenidos en cuenta por los principales líderes y tomadores de decisiones del mundo a la hora de definir la hoja de ruta de lo que se viene.

-¿Qué hacen desde Global Shapers Buenos Aires?

-La red de Global Shapers, es una iniciativa creada por el Foro que apunta a conectar jóvenes líderes para trabajar de forma voluntaria en proyectos locales de alto impacto social. Desde Buenos Aires, venimos trabajando en la inserción laboral en el mercado tecnológico con jóvenes de barrios de bajos recursos, en capacitaciones de diversidad y género, en moda circular y otras temáticas relacionadas al ambiente, así como intentamos participar en los debates de actualidad.

“En febrero de este año, organizamos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un evento de cara a la comunidad de Global Shapers del Cono Sur, con la finalidad de poder reconectarnos y expandir nuestras áreas de impacto e influencia a nivel regional. Para este evento contamos con la asistencia de más de 80 jóvenes líderes de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, aunque también contamos con invitados de Estados Unidos, Inglaterra y Polonia. La organización del evento llamó tanto la atención de las autoridades del WEF que tuve la oportunidad de entrevistar vía Zoom, y en nombre de toda la comunidad, al profesor Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del World Economic Forum. Yo creo que esa seguidilla de acciones de alto impacto fueron las que me llevaron a Davos”.

Facundo Cajén

-¿Qué se le pregunta al fundador del World Economic Forum?

-Allá hablamos de todos los temas de actualidad que te puedas imaginar, pero uno de los temas que más ahondé fue la enorme y galopante deuda mundial que hoy supera el 350 % del PBI mundial. ¿Quién va a pagar esa deuda? ¿Nos van a dejar ese problema a las generaciones más jóvenes como está sucediendo con la crisis del cambio climático? La lógica de la historia humana siempre se basó en la premisa de que las generaciones actuales debían velar por dejarle un mejor futuro a las generaciones por venir, y no en vivir a costa de ellas. No queremos que se rompa ese compromiso y por ello nuestra presencia allí se hizo notar tanto al hablar de deuda, como al hablar de biotecnología, Inteligencia Artificial, futuro del trabajo, educación, cambio climático, crisis migratorias, próximas pandemias y otros tantos temas apremiantes.

-¿Con qué líderes mundiales te encontraste en Davos y la Cumbre de las Américas?

¿Por dónde empiezo?! Este año creo que he compartido espacios y reuniones con más de 40 presidentes. En esa misma línea, te puedo contar que en Davos, entre tanta otra gente extraordinaria, pude cruzarme con Bill Gates, la Reina Máxima Zorreguieta Cerruti,  Kai-Fu Lee, Julie Sweet, Christine Lagarde y una larga lista que se me hace difícil recordar y por suerte tomo muchas notas.

 ¿Cuál fue el que más te sorprendió y por qué?

Una de las conversaciones más interesantes fue con Kai-Fu Lee, creador de Siri, sobre el futuro de las inversiones en biotecnología e Inteligencia Artificial. Vivimos en la Era de la AI, CGI  y los deepfakes están a la vuelta de la esquina. Hablar con él sobre el impacto que esto va a tener en las democracias e incluso en las empresas que cotizan en bolsa, no tuvo desperdicio alguno. 

 

Luego, otros de los comentarios que más me llamó la atención, vino justamente de Bill Gates, al plantear que si bien la comunidad internacional sabe ponerse de acuerdo para decretar el inicio de una pandemia, aún no nos hemos puesto de acuerdo en cuándo termina. La tuberculosis aún mata a más de un millón de personas al año, pero como su incidencia no es grande en los países con economías más desarrolladas, no hablamos de ello. ¿Vamos a cometer el mismo error con el coronavirus?

¿Diste con Kristalina Gerogieva? 

¡Qué momento! Efectivamente participé de un panel en el que estaban ella y el Gobernador del Banco Central de Francia, François Villeroy de Galhau. Justo este fue el único panel del que participé en el que no hubo espacio para preguntas del público. El debate giró en torno a las futuras monedas digitales emitidas por Bancos Centrales, y por supuesto, se habló mucho en torno a las criptomonedas, que no venían de una buena semana luego del derrumbe del ecosistema de Terra/Luna. Demás está decir que se habló de la alta inflación global y los peligros de una recesión.

“Cuando terminó el panel, me dirigí a Kristina Georgieva para conversar sobre el uso de criptomonedas en nuestro país, ya que el último acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional llama al gobierno a desincentivar su uso. Yo escribí mi tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales respecto a los usos y regulaciones del Bitcoin, y actualmente estoy terminado una tesis de la Maestría en Ciberdefensa y Ciberseguridad sobre los usos de las criptomonedas en delitos complejos, como el lavado de dinero, la fuga de capitales, el financiamiento al terrorismo internacional y los ataques de tipo ransomware a la infraestructura crítica nacional. Con eso en el bolsillo, y con entendimiento del contexto local, me acerqué a Kristalina”.

 

-¿Cómo fue esa conversación?

-Mi pregunta fue sencilla. Siendo argentino, viviendo con alta inflación de forma recurrente casi desde que tengo memoria, ¿no son las criptomonedas estables, como DAI o Tether un buen instrumento para escapar de la inflación local? Y en ese caso, ¿por qué deberíamos desincentivar su uso? ¿La prioridad es proteger el poder de atesoramiento y compra de las personas o el uso de una moneda en particular? Kristalina me respondió que ella y el Fondo no tienen problemas con las criptomonedas estables que cuentan con respaldo real y que son sometidas a investigaciones regulares por parte de la Security Exchange Commission de los Estados Unidos.

-Hablemos sobre tus proyectos. ¿Qué es Proponas y cómo funciona?

-Proponas es la primera plataforma argentina de peticiones online. Nuestra misión es empoderar a la ciudadanía y conectarla con los tomadores de decisiones para que juntos puedan resolver los problemas que les preocupan. La idea es que si una persona  desea ver un cambio  determinado plasmado en la sociedad, esta puede ingresar al sitio www.proponas.org,  crear una petición impulsando su idea y luego buscar otras personas que respalden su iniciativa dejando sus firmas en la misma. El siguiente paso, es conectar a los iniciadores de la petición con políticos que trabajen esos temas específicos para así juntos poder defender ese proyecto.

“A su vez, los funcionarios electos también pueden utilizar esta herramienta para respaldar sus propias iniciativas. No es lo mismo ir a una reunión de comisión del Congreso, e intentar respaldar una idea uno mismo, que hacerlo con el respaldo de miles de ciudadanos que manifiestan estar interpelados por dicha problemática. Al final del día intentamos crear un puente entre la sociedad civil y los tomadores de decisiones”.

 

-¿En qué consistió tu presencia en la Cumbre de las Américas?

-A la Cumbre de las Américas llego en realidad por Proponas y por una distinción hecha por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como joven emprendedor para representar allí las voces de los jóvenes de América. La cumbre este año contó con 3 foros especiales, el noveno Foro de la Sociedad Civil, el sexto Foro de Jóvenes de las Américas y la cuarta Cumbre de CEO's de las Américas. A mí me invitaron a participar en los dos últimos y en distintas mesas de discusión con autoridades regionales.

“En estas mesas, pude sentarme y debatir con presidentes, ministros, empresarios y representantes de organismos internacionales de distintos países de América. Junto a ellos, participé de dos mesas redondas, una sobre cómo acelerar la transformación digital en el continente y otra sobre cómo impulsar una recuperación económica inclusiva y sostenible en la región. En ambas mesas sobrevoló como tema la creación de los trabajos del futuro, el avance de distintas tecnologías como la Inteligencia Artificial y la robotización y automatización de procesos”.

-¿Y qué pensás sobre eso?

- En ese sentido, me permití disentir con los primeros comentarios que escuché en la mesa que a mi gusto eran demasiado benevolentes u optimistas. Cuando tuve la oportunidad de hablar no dudé en contarles que la noche anterior yo fui a comer a un restaurante atendido por robots, en donde la comida misma fue cocinada por un robot, a lo cual debí sumarle que en mi hotel no tuve que interactuar con ningún humano para el check-in o el check-out y que a su vez ese día me pedí un Uber para llegar al lugar del evento y me pasó a buscar una persona con un Tesla que tenía activada la función de auto-piloto por lo que su presencia en el auto fue, hasta cierto punto, secundaria, lo que deja en claro que los robot-taxis están muy próximos a arribar al mercado.

 

-Con esa información, y otros datos sobre la mesa, me permití disentir sobre esa visión tan positiva del futuro en relación al mercado laboral. No hay dudas que los ingenieros e ingenieras contarán con trabajos bien pagos, pero ¿qué va a pasar con los conductores, los meseros y las meseras, los cajeros y las cajeras de supermercados o kioskos? La lista es larga y si bien la  destrucción o reemplazo del trabajo no es lineal con la tecnología, la creación de los futuros puestos de trabajo tampoco lo será.

-¿Qué percepción se tiene en estas cumbres sobre la Argentina? 

-Esta es una excelente pregunta. La gente sabe de la Argentina. Sabe, pero no entiende. Saben que tenemos bastos recursos naturales, saben que producimos alimentos para más de 400 millones de personas, saben que tenemos grandes empresas tecnológicas devenidas en unicornios, y saben que tenemos la capacidad para construir satélites espaciales, por ello, saben del gran talento de nuestros recursos humanos. Lo que no entienden es cómo es compatible todo ello con más de 50% de inflación. Tampoco cómo la pobreza puede rondar el 40%. Tampoco por qué la creación de empleo privado cuesta tanto. Sencillamente no tiene sentido.

Facundo Cajés

-¿Qué tanta importancia se da a la voz de los jóvenes?

-¡Mucha! La disonancia se produce en la velocidad de implementación de los cambios demandados. Todas las personas que hoy ocupan puestos de poder y toma de decisiones, alguna vez fueron jóvenes, y por eso mismo ayudan a abrir puertas para las nuevas generaciones. De hecho, si vamos a los datos, más del 50% de la población mundial tiene menos de 30 años. Que nos escuchen, no es solo necesario, es justo.

-"Hay consenso en el futuro que queremos, pero cambiar la matriz energética, el uso de algunos materiales y la forma en que producimos determinados bienes lleva tiempo. Hoy ya tenemos algunas soluciones a estos problemas, pero elevarlo a la escala necesaria es todo otro tema. El tiempo apremia, y por eso también el mercado premia a quienes hacen las cosas bien, y muchas veces esto viene de la mano de emprendedores jóvenes".