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Qué impacto puede tener en los mercados el conflicto de Irán e Israel

Fernando Heredia

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Por el momento, no se espera una escalada bélica, pero los analistas están alertas y proyectan distintas posibilidades.

15 Abril de 2024 12.52

Cada vez que hay un conflicto bélico en Medio Oriente, los mercados tiemblan. Sin embargo, el ataque de Irán a Israel de este sábado no terminó provocando una fuerte caída, sino que incluso la mayoría de los indicadores reaccionaron al alza.

“Si hay un problema en el mundo, la moneda de refugio es el dólar y los activos son los bonos del Tesoro estadounidense, el oro y el petróleo. Eso hoy no está pasando porque el ataque no fue efectivo y porque el mundo le pide a Israel que no conteste. De hecho, el mercado financiero esta 0,6% arriba y los bonos también suben”, dice Miguel Sinigaglia, presidente de Conetxia.

Según el analista, el mercado ya había priceado la escalada del conflicto en las últimas semanas donde el precio del petróleo Brent pasó de 80 a 90 dólares el barril. No obstante, este jueves la cotización retrocede un 1% para sorpresa de muchos.

“Irán tiene dos bandos dentro de la interna. Son halcones y palomas. Después del ataque de Israel a la embajada iraní en Siria, todo el mundo sabía que iba a haber una respuesta militar y hasta Biden lo anticipó unos días antes. Lo concreto es que el acordaron un punto intermedio donde mandaron misiles balísticos menos potentes. Con lo cual, quedaron bien con los halcones, pero no agredieron fuertemente a Israel. Ahora, la pregunta es qué va a hacer Israel que también tiene halcones y palomas en su coalición”, explica Sinigaglia. 

En la misma sintonía, Santiago Ruíz Guiñazú, Head of Equity, Sales & Trading de Adcap Grupo Financiero, afirma que “las primeras sensaciones en el mercado de acciones vemos que es correcto ajustar por un mayor riesgo los activos. Pero igual tenemos en cuenta que siguen estando solo 2% debajo de los máximos históricos. Los esfuerzos diplomáticos están siendo suficientes para contener la situación, pero todavía es temprano para saber cómo se va a desarrollar”.

En un contexto social muy sensible por la suba de combustibles y tarifas, en la Argentina se mira con especial atención la cotización del crudo que podría terminar afectando estas variables. 

Irán es el cuarto mayor productor de la OPEP y cualquier sanción de Occidente afectaría los precios del Brent. A su vez, cualquier represalia israelí podría perjudicar la infraestructura del país persa y, consecuentemente, disminuir sus exportaciones. Otro de los factores que repercute en el precio es el encarecimiento del costo logístico por las tensiones en distintos puntos estratégicos como el estrecho de Ormuz o el canal de Suez, donde pasa gran parte de la flota petrolera mundial.

El problema de Argentina es que, cuanto más sube el barril, más se profundiza la necesidad de incrementos en el surtidor para llegar al valor de “export parity”. Esa brecha que antes era en torno al 10%, ahora con el barril a 90 dólares, se estira al 25%.

Al mismo tiempo, las importaciones de GNL suelen estar atadas a la cotización del Brent. Con lo cual, también podría significar un mayor ajuste tarifario por la necesidad de trasladar un precio de gas más alto.

“Con este conflicto y la suba de rendimiento de los bonos del Tesoro, no favorece a la Argentina por el costo de refinanciar su deuda. Va a haber un aumento de riesgo país. Lo que mira el mercado ahora es la reunión de la Fed del día 30. Dejar la tasa igual seria lo más lógico, aunque una jugada audaz que podría ser beneficiosa sería adelantar la baja de tasa un cuarto de punto”, opina el analista de mercados, Francisco Uriburu.  

Para el director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, es muy poco probable que se bajen las tasas por la presión inflacionaria que provoca esta recomposición de precios energéticos. En tanto, en términos financieros, la ecuación también sería perjudicial para la Argentina por el tradicional flight to quality en contextos turbulentos.

“Más ruido es problemático para los emergentes y más aun para la Argentina. Somos menos elegibles en búsqueda de inversiones. No quiere decir que no van a venir, pero sí que van a esperar tiempos de menos aturdimiento”, subraya el especialista.

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