Millones de personas a lo largo del mundo constantemente luchan por generar una cierta capacidad de ahorro que permita crear patrimonio a largo plazo. Motivos hay varios, pero los expertos creen que esto se debe a que casi ninguno tiene en cuenta un factor que resulta esencial: querer es poder.
Diferentes especialistas de la industria económica y financiera dialogaron con el medio Business Insider y concluyeron en que el primer paso para comenzar a ahorrar es simplemente querer hacerlo.
Al igual que sucede cuando intenta bajar de peso o dejar de fumar, si uno no se propone y se toma en serio el guardar dinero todos los meses, no podrá hacerlo sostenidamente.
La clave del ahorro se encuentra en realmente comprometerse con la causa y trazar un plan sólido y factible, para así poder ir dando pequeños pasos que poco a poco acerquen al ahorrista a su meta final.
"Lo fundamental y más importante es tomar la decisión. Una vez tomada, el siguiente paso es decidir cuánto se quiere ahorrar y para qué. Es decir, el objetivo de ahorro", expresó Juan Massana de Castro, ejecutivo en Banco Mediolanum.
Por su parte, Luca Lazzarini, también de la misma entidad bancaria, agregó que hay que tener una menta palpable y deseable: "Responder a la pregunta de qué queremos conseguir. Si ahorramos sin un objetivo que queramos conseguir caeremos en la tentación de detener nuestro ahorro".
En tanto, Miguel Camiña, cofundador y actual director ejecutivo de Micappital, mencionó que lo primero que hay que hacer luego de tomar la decisión de ahorrar es "sistematizarla". "Crear una rutina de ahorro con la que nos sintamos cómodos y que se ajuste a nuestras posibilidades. Por ejemplo, calculando una cantidad mensual que podamos asumir sin agobios y, si vemos que es posible, ir aumentándola poco a poco", ejemplificó.
Asimismo, Gabriel Rodríguez, cofundador de la organización Sin Comisiones, sostuvo que "la manera más fácil de dar el primer paso es crear un registro de nuestros gastos, determinar cuánto y cómo gastamos. Esto significa no solo apuntar nuestros gastos principales (alquiler, hipoteca, transporte, alimentación…) sino también esos otros menos frecuentes".