Las acciones argentinas se dispararon muy fuertemente en los últimos años, tanto que incluso aplastaron en rendimiento a grandes corporaciones tecnológicas estadounidenses. Sin embargo, en el medio hubo mucha volatilidad y peligrosas bajas, lo que expuso la importancia de incluir un activo seguro y estable como el oro en un portafolio de renta variable local.
Desde el preocupante mínimo de marzo de 2020 hasta la actualidad, las acciones argentinas subieron, en promedio, casi un 570% en dólares. Pero en todo el camino existieron más de cinco retrocesos que superaron el 30%. Sin ir muy lejos, en lo que va del año, los precios acumulan una caída mayor al 25%.
Y aunque recientemente se reveló el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la confirmación de nuevos fondos multimillonarios provenientes de otros organismos y la "inesperada" salida del cepo cambiario, lo cierto es que nadie sabe qué sucederá exactamente con la bolsa argentina en los próximos años.

Ante la incertidumbre, los especialistas del mercado aconsejan colocar parte de la cartera de inversión en el oro, el "refugio de valor" por excelencia.
"Incluir oro en una cartera de inversiones es importante porque su valor depende de factores diferentes a los de las acciones y bonos. Esto ayuda a que, en algunos meses o años donde bonos o acciones caen, una parte de la cartera pueda subir y compensar esas pérdidas temporales. Además, nos permitirá tener de dónde sacar el dinero para comprar bonos y acciones más baratos en los momentos que caigan", explicó el planificador financiero Jonatan Kon Oppel.
La particularidad del metal dorado es que, por su cantidad limitada en el mundo y su peso dentro de la historia de la humanidad, se considera un bien preciado que tiende a mantener su valor a lo largo del tiempo, a pesar de que haya periodos en los que su cotización suba menos que la de acciones y bonos por no generar un flujo de dinero periódico.
Pero hoy en día, los inversores podrían incluso entrar en un buen momento. Sólo en los últimos doce meses, el oro se revalorizó más de un 38% hasta un récord nominal histórico de US$ 3.238 por onza y ya crece más de un 100% desde el mínimo relativo de octubre de 2022. Además, su potencial alcista de mediano y largo plazo está intacto.
"A mí me parece que el oro tiene todavía para seguir subiendo un poco más de fondo", relató Rubén Ullúa, analista técnico de mercados financieros. Según el experto, podría haber una ligera toma de ganancias temporal en el rango de los US$ 3.300/3.400 por onza, pero la tendencia principal es claramente ascendente. "Puede haber algún intervalo correctivo, pero, en general, espero que pueda extender la subida", declaró.
Por fortuna para los argentinos, para tener oro en cartera no hace falta adquirir un lingote físico. De hecho, tampoco hay que abrir una cuenta de inversiones en el exterior. Sólo basta con comprar el Cedear de su fondo cotizado en bolsa, el SPDR Gold Trust (BCBA: GLD), que también ofrecerá cobertura cambiaria en caso de que suba el dólar CCL.