Las acciones de valor, aquellas con bajas valuaciones, centradas en negocios consolidados y normalmente con una sólida política de dividendos, podrían volver a triunfar en este 2023, de acuerdo a Goldman Sachs.
Concretamente, un equipo de estrategas liderado por Peter Oppenheimer argumentó que los bancos centrales mantendrán elevadas las tasas de interés para hacerle frente a la inflación, al mismo tiempo que los inversores ya no quieren compañías de crecimiento tecnológicas.
A medida que la tecnología de gran capitalización ve una mayor presión en los márgenes, los precios de las materias primas aumentan y las tasas de interés reales siguen siendo más altas, creemos que esta tendencia tiene que avanzar más, sostuvieron los especialistas.
Para el propio Oppenheimer, a pesar de que las acciones tecnológicas cayeron en 2022, alrededor del 30%, siguen siendo caras, en especial al compararse con las financieras y energéticas, que son relativamente más baratas.
Por ejemplo, el índice MSCI World Growth cotiza a 21 veces sus beneficios futuros (forward PE), cuando el promedio de 20 años es de 18 veces. En tanto, el índice centrado en acciones de valor, se encuentra por debajo del promedio de largo plazo.
Según el ejecutivo de Wall Street, las perspectivas de las ganancias corporativas serán cruciales a medida que las valoraciones de las acciones disminuyen más, en especial teniendo en cuenta que las entidades monetarias no tienen planes de flexibilizar sus políticas.