Por favor, sacá ese dedo del botón de “vender”. Esta es la mejor oportunidad de compra desde el pánico de la quiebra bancaria en marzo. Los inversores típicos están regalando dividendos perfectamente buenos.
Agarremos las gangas.
¿Por qué el pánico?
Bueno, el rendimiento del Tesoro de EE.UU. a 10 años rompió el techo del 4,3% que estuve señalando. Por eso se hundieron las acciones. Todos los préstamos y refinanciaciones se basan en el plazo de 10 años, por lo que una tasa más altasugiere una economía más lenta y menores beneficios empresariales.
Cuando la tasa a 10 años se dispara como lo hizo en el último año, se rompen los mercados financieros. Los bonos caen porque cotizan con tasas opuestas. Los fondos de inversión inmobiliaria (REIT), por su parte, se ven afectados por dos motivos.
En primer lugar, los REIT cotizan como los bonos. A corto plazo, cuando las tasas suben, los REIT caen.
En segundo lugar, los REIT caen doblemente porque refinancian regularmente sus operaciones. Como exige el IRS, estos propietarios que cotizan en bolsa no esconden efectivo. Distribuyen más del 90% de sus ingresos como dividendos para eludir (legalmente) los impuestos sobre la renta.
Lo cual es genial para los inversores en rentas como nosotros. Pero eso significa que los REIT siempre están buscando inyecciones de liquidez. Los inversores se deshacen de los REIT cuando las tasas suben, como lo hicieron incesantemente desde principios de 2022:
Pero acá está la otra porción de este sándwich de buenas noticias. Las tasas fueron subiendo parabólicamente últimamente. Los auges parabólicos llevan a desplomes posteriores.
Los bonos y los REIT van a repuntar
También lo harán las empresas de desarrollo empresarial (BDC) como Barings BDC (BBDC). Las acciones cotizan hoy por sólo el 79% de su valor contable. Sí, así es: ¡un 21% menos!
Barings es una ganga debido a los esqueletos en su armario. La empresa cambió su nombre de Triangle Capital, un movimiento característico de cualquier operación que trata de romper los lazos con su accidentado pasado.
Sin embargo, el cambio de nombre fue algo más que una bonita estratagema de relaciones públicas. Barings también contrató a un nuevo asesor externo y revisó su cartera. La "nueva" empresa concede préstamos a empresas medianas bien establecidas, nada que ver con su anterior encarnación, que concedía dinero en efectivo a cualquier prestatario con pulso.
A medida que los bancos grandes y pequeños retiren sus préstamos, los prestatarios recurrirán cada vez más a las BDC para llenar el vacío. Los inversores en renta buscamos en las BDC descuentos en los dividendos. Al igual que los REIT, estas empresas pueden evitar impuestos si nos pagan la mayor parte de sus ingresos.
Desde el cambio de marca, Barings se portó muy bien con los accionistas. Su dividendo subió un 160% en los últimos cinco años. Esto incluye no una, sino dos subidas del dividendo en el último año.
El dividendo más seguro es con frecuencia el que subió recientemente. Cuesta creer que Barings esté tan barato, pero bueno, es una época de pánico y es cuando surgen las gangas.
Hoy Barings está demasiado barato. Las tasas de interés no van a subir.
Cuando el rebaño de inversores se dé cuenta de esto, pujarán por Barings a su valor razonable, un 25% más alto. Mientras tanto, cobraremos con gusto su dividendo del 11,9%.
Sí, estamos comprando ahora. Nos reservaremos el derecho a entrar en pánico más adelante, cuando la multitud se haya calmado. Somos contrarios.
*Con información de Forbes US
